Premonición [Harry Potter]

Enfermería

Por las dudas, de todos modos, ese año comenzó por el orden alfabético a la inversa. El martes, después de sus clases, en cuanto el chiquillo entró a la Sala de Slytherin, fue citado y lo llevó a la enfermería. Poppy sabía qué hacer ya.

Harry no dijo nada mientras la enfermera pinchaba delicadamente su brazo con una aguja y vertía un par de gotas de su sangre sobre el mismo pergamino donde acababa de verla apoyar su varita murmurando algunas cosas en lo que parecía Latín o griego antiguo (no sabía distinguir los dos idiomas entre sí, completamente nuevos para él). Su día había ido bien; gracias al presagio, fue el único de primer año que nunca se perdió yendo a clase ni necesitó el mapa que le habían dado los prefectos junto a sus horarios. Y por el mismo motivo, fue el que más facilidad tuvo para aprender, destacando en todas las clases. Aunque sabía que historia de la magia sería la excepción, con el sueño que se cargaba últimamente en especial...

-¿Recientemente a notado cambios en el sueño, señor Potter? Por favor, sea sincero y expláyese.

Algo incómodo, Harry se removió sobre la camilla sobre la que estaba sentado con las piernas extendidas. pero asintió.

-Um... Estem...

-Sin titubeos- dijo casi por reflejo el hombre junto a la enfermera.

-He estado durmiendo como nunca dormí. Muchas horas y profundo... E igualmente nunca me falta el sueño cuando son horas... Y, a veces, cuando no, tampoco.

- Entiendo -Madam asintió; se dirigió a su escritorio, en una discreta puerta en el fondo del lugar, y cuando regresó escribió algunas cosas en otro pergamino, con una pluma auto-recargable-. ¿Algún incidente de magia accidenta particularmente extraño o grande?- asintió automáticamente, recordando el cumpleaños de Dudley-. Bueno, señor Potter. Lamento estas noticias:

>> Cualquiera de sus problemas, por separado, en cosa de uno o dos meses, podría solucionarse... Pero, en términos muggle, debido a que todos los factores se encuentran en una misma ecuación, se multiplican y dividen entre sí... En conclusión, necesita un tratamiento que implique una mejoría simultánea, para lo cual deberá ser paulatina. Estimo un aproximado de un año.

- ¿Cuál será el procedimiento? ¿Cuáles son los problemas se salud?

- Respondiendo de atrás hacia adelante: desnutrición, una fractura de costilla y esguince de tobillo mal curados. Un golpe, que estimo que debió ocurrir antes de la edad para la primaria muggle, en su cabeza fue potenciador de sus problemas de vista. También tiene cicatrices de heridas sin tratar. De todo se encargó su magia, lo que la llevó a crecer más allá de lo usual a sue edad.

>> Es imperativa una dieta variada, alta en harinas y alimentos grasos. Le receto pociones de nutrición que complementen el proceso y pomada cicatrizante. Deberé rehacer las heridas más graves mencionadas antes y curarlas correctamente. Llevará alrededor de media hora -suspiró; su ceño medio fruncido y sus labios en un puchero.

>>Finalmente, recomiendo fervientemente lecciones complementarias. Meditaciones, estímulos relajantes...- desvió la mirada e hizo una pausa antes de seguir- Y todavía es muy pronto, pero en cuanto tenga edad, debería adentrarse en las artes de la mente también. Por lo pronto, que descanse bien.

>> Y por lo que más quieras, Severus, no dejes que atraviese pesadillas solo -ambos adultos estaban enfrentados uno con otro junto a Harry; Madam dándole parcialmente la espalda, por lo cual no pudo verlo, pero los ojos de la mujer brillaban por lágrimas contenidas, y las manos sobre la parte delantera del uniforme estaban hechas un puño. A Snape le recordó a una reacción similar que tuvo en el pasado para con él... Hizo una mueca, disgustado, ante la idea.

-Por supuesto, Poppy- los ojos del mortífago centellearon mágicamente, reafirmando. Luego, se giró hacia el niño-. Debo ir a hacer algunos arreglos, Harry. Poppy cuidará de ti. Confío en que has entendido lo que ha dicho y des por asegurado que se hará lo que dijo, me haré cargo de ello.

La serpiente novata juró ver una sonrisa fugaz en los labios del otro por una milésima de segundo. Ambos hicieron una media reverencia antes que el otro se fuera.

Hacía mucho el chico no gritaba como lo hizo cuando la enfermera tuvo que romperle nuevamente el uso y torcerle el tobillo. Por suerte, los masajes y hechizos que sucedieron fueron hasta relajantes... Lo suficiente para que se volviera a dormir.

Mientras tanto, Severus Snape tenía un fanático de los caramelos de limón con el que dialogar.

N. A. :
Bien, acá se acaban mis capítulos de reserva; no he estado escribiendo. Trataré de actualizar, por lo menos, una o dos veces en el mes.
Por cierto, ojalá hayan y estén pasando felices fiestas. ¡Feliz 2022!