، ❀ ࣪.˚˖ ▎ No siempre se aprecia el sol brillante, todos conocen el peligro, los sinónimos de guedo que en él prevalecen.
Era hermoso admirarlo desde lejos, era imposible tocarlo, nadie se atrevía a intentarlo, ni si quiera las estrellas que revolot...
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𓂃Tú estás en el viento, yo estoy en el agua el hijo de nadie, la hija de nadie 𓂅
𖡋 ̽ ᮫ 1967/1972
La historia de Faith Ebony comienza en Francia, donde la joven y siempre adorable niña, nació y pasó sus días hasta los seis años, cuando el destino le pasó una mala jugada y sus padres acabaron divorciándose tras trece años de matrimonio. Su madre, Evalina Ebony, decidió que lo mejor sería irse con sus cinco hijas a la antigua ciudad de Londres. Al padre de las niñas, Hector Ebony, no le gustaba la idea de ver a sus hijas ser llevadas tan lejos, sin embargo, Evalina era una mujer sabia y no dejó que su ahora exmarido la detuviera de llevar a las jóvenes al gran y admirado Londres.
Evalina, aunque no seguía muy bien las órdenes, provenía de una larga línea de educadores. la mayor de tres hermanas terminó heredado de su herencia, entre ellas la "Etiquette School Or", en Londres, está se convirtió en la más nombrada entre los muggle después de que Evalina regresara ala capital de Inglaterra y comenzara a dirigir la escuela ella misma.
Hector, era un diseñador francés que renunció a una vida segura en Francia para aventurarse tras su familia y también sus sueños, esta fue sin duda la mejor elección de Ebony, quien ahora tenía sus nombres y deseos en todas partes del mundo, vivía una vida feliz después de haber construido lo que muchos en el mundo muggle tienden a llamar imperio.
Faith, a diferencia de todas sus hermanas, decidió vivir con su padre, en una de sus grandes y lujosas mansiones en Londres. No es que el colegio, también llamado internado, donde vivían sus hermanas, no pareciera algo extremadamente de clase alta, les enseñaban desde muy pequeñas a ser las chicas más elegantes de Londres y lo hacían muy bien. Excepto que la niña nunca ha tenido el don de la elegancia y ni siquiera ha intentado aprender a ser una dama.
La chica de cabello dorado era alucinante, siempre lo fue, desde muy pequeña, llevaba en su corazón una bondad que pocos tendrían la oportunidad de conocer, tenía una risa tan verdadera y alegre que llenaba pasillos y atraía multitudes, era admirada, no por su riqueza o su forma de comportarse, sino por su aura, que a menudo se consideraba llena de felicidad beatífica.
Aún muy pequeña, cuando se mudó con su padre a su casa en Londres, la niña se divertía jugando en el césped o corriendo por el pequeño bosque que existía detrás del lugar donde pasaría muchos de sus días, siempre recordaría la sensación, cada vez, cómo era correr libremente entre los árboles, un pie delante del otro, cruzando varias veces sus límites, entrelazándolos y haciendo caer el propio días. Recordaría el viento en su rostro, la ligera brisa empujando ls olas doradas hacia atrás, las ramas arañando su pálida piel, algunos insectos tratando de empeorar su día, pero nunca podrían.
A Faith le encantó. Con el paso de los años, los viajes de su padre se hicieron más frecuentes y más largos y la niña empezó a entrenarse sola, crenado su propio mundo de fantasía que encontraba cada vez que sus pies descalzos tocaban el césped. Ah, los empleados ya lo sabían, Ebony siempre pasaba todo el día afuera y regresaba toda despeinada, la limpiaban y la dejaban lista para cenar, de modo que Hector regresaba y la encontraba en perfectas condiciones.
