N.E.M.C. 2° Temporada

Capítulo 29: Mcdonald's

Capitulo 29: Mcdonald's

-Zayn
No le estaba prestando demasiada atención a la película. Mi cabeza no dejaba de pensar en ella. Yo tuve que haber ido con ella. Pero no, soy tan idiota que me quedé parado mirando como se alejaba.
El sonido de una fuerte explosión me hizo mirar hacia el frente. En la película acababa de explotar un avión.
-Wow -dijo Chris. Lo miré -Esto es genial.
-Yo creo que si tu madre estuviera aquí ya nos hubiera sacado de las orejas -le dije divertido. Él se removió en su asiento.
-Mamá estaría más emocionada que yo si viera esto -dijo sin dejar de mirar la pantalla.
-¿Tú crees? -le pregunté.
-Ella se hace la muy pasiva. Pero su más oscuro secreto es que ama las películas de explosiones, guerra, sangre y armas.
-¿Enserio? -dije bastante asombrado.
-Una vez, en Francia, entré a su habitación y ella estaba durmiendo con la tele prendida. En las noches ella se encerraba en su habitación y se la pasaba mirando DVD's. Pero nunca me dejaba verlos con ella. Esa vez entré y miré lo que estaba mirando. Y era una película sobre guerrilleros en no sé donde.
-Shhh -escuchamos que alguien dijo. Me acerqué un poco más a él.
-¿Y eso te parece extraño? -pregunté en voz baja.
Él asintió. Seguía con la mirada fija en la pantalla.
-A veces mi madre es muy extraña -musitó. Fruncí el ceño -Las llaves antiguas la hacen llorar. Odia la palabra amorcito. Ama las palabras monstruo, extraño y gitana. Le tiene pánico a los barcos. Y le gusta que solo yo le diga bonita -me miró. Sentí algo extraño ante aquella mirada -Definitivamente mi mamá es bastante rarita.
Volvió a prestarle atención a la película. Aquellas palabras quedaron flotando en mi cabeza. Había algo que allí no encajaba. ¿Sus palabras favoritas son monstruo, extraño y gitana? Yo le decía gitana a TN_________. Hugh le decía Monstruo. Y ella le decía a él Extraño...
Otro sonido de bomba me sacó de mis pensamientos. Y entonces mi mirada se fijó en aquella mirada. Me congelé al verla allí... a unas cuantas filas delante de nosotros. Una macabra sonrisa curvó su rostro.
-Janis -murmuré. Ella me guiñó un ojo y luego dirigió su mirada a Christopher.
Me puse rápidamente de pie y tomé la mano del niño para pararlo también.
-¿Qué sucede? -me preguntó confundido.
-Nos vamos -le dije.
-Pero... ¿Qué? ¿Por qué? -dijo confundido.
No le respondí, solo comencé a caminar arrastrándolo conmigo. La gente comenzó a quejarse, mientras yo les pedía disculpas torpemente. Giré la cabeza hacía atrás y ella ya no estaba sentada. ¡Maldita loca!
Logramos salir hacia el pasillo del cine y alcé a Chris en brazos. Por poco y me puse a correr. No tengo un arma o algo para proteger a Christopher. Y que me parta un rayo si permito que algo le suceda a este niño.
Miré la cara de consternación de Chris.
-Tranquilo -le dije -Solo me agarró un hambre terrible. Y cuando estoy con hambre me pongo algo violento. Entonces para evitar problemas, va a ser mejor que vayamos a comer.
Seguí caminando con él a upa y a paso rápido.
-Pero ahora no voy a saber como termina la película -dijo mientras ponía su mejor cara de perrito mojado.
Reí por lo bajo. Esa misma cara le hacía yo a mi padre para poder conseguir algo de lo que quería.
-Te prometo que vamos a volver a verla... y vendremos con tu madre -dije ya algo agitado. Chris pesaba bastante -¿Qué... te parece si vamos a comer a un... a un... mcdonald's?
-¿Papas y gaseosa grandes? -inquirió alzando ambas cejas.
-Si, y luego un súper helado.
-Está bien, vamos -dijo contento.
Lo bajé al suelo y tomé su mano para seguir caminando rápido. De vez en cuando miraba hacia atrás para ver si la maldita loca estaba por allí. Llegamos a la salida del lugar. Dudé si era mejor entrar al mcdonald's que estaba a unos cuantos pasos de allí o ir al auto y buscar uno.
-Vamos a ese -dijo Chris -Yo también ya tengo hambre.
Asentí y caminamos hacía allí. Había una gran cantidad de gente. Miré a mí alrededor percatándome de que Janis no estaba por allí.
-Señor -me dijo una de las chicas del local -La fila para padres e hijos es esa de allí. Lo van a atender más rápido.
-¿Desde cuando hay una fila para padres e hijos? -le pregunté. Ella se encogió de hombros.
-Es el nuevo lema de mcdonald's. Las familias primero -dijo.
Sacudí levemente la cabeza.
-Gracias -le dije.
Nos acercamos al lugar que la chica nos había indicado.
-¿No te molesta que te confundan con un papá? -me preguntó. Bajé mi mirada hasta él. Su mano seguía sosteniendo la mía. Fruncí el ceño.
-¿Por qué debería molestarme? -le dije.
-No lo sé -se encogió de hombros -Quizás no te guste la idea de tener hijos o esas cosas.
-Es raro -aseguré -Cuando era más joven pensaba que el día en que yo quisiera tener un hijo se congelaría el infierno. Pero en los últimos años me he dado cuenta que si tuviera uno yo sería un buen padre.
-Yo siempre me pregunto por qué mi padre se fue -pude notar el dolor en sus palabras. Apreté un poco su mano -Sé que era joven... mi mamá es joven. Y él se fue. No tengo fotos de él, no sé como es. A veces me lo imagino. Ya que no me parezco mucho a mi mamá... me debo parecer a él, ¿verdad?
-Quizás -le dije.
-Siempre me pregunto si piensa en mí. Mi mamá no habla de él. Yo tampoco le pregunto. Seguramente nunca me quiso y nunca me va a querer.
Miró de nuevo al frente, su rostro se puso totalmente serio. Y entonces sentí que mi lado sobreprotector salía de nuevo al ataque.
-Tu padre es un idiota -le dije. Me miró rápidamente -No tiene ni la más mínima idea de todo lo que se ha perdido. Él no debe valer la pena... tú eres el hombrecito más estupendo que conozco. Y cualquier persona, me incluyo, desearía ser tu padre.
Me sonrió levemente.
-Eres muy cursi -dijo divertido.
No pude evitar reír sonoramente. Algunas de las personas se giraron a verme. Y la señora que estaba adelante se sobresaltó un poco.
-Perdón, perdón -me disculpé con ella. Me miró mal pero volvió su vista al frente.
Tomaron nuestra orden y luego de esperarla 1 minuto, nos sentamos en una mesa. Habíamos pedido lo mismo, pero con el combo agrandado. Comenzamos a comer algo ansiosos.
Mi celular comenzó a sonar. Me limpié la boca y lo tomé. El número era desconocido. Decidí atender.
-¿Hola? -dije con la boca algo llena.
-Tengo un arma con silenciador apuntando justo a la pequeña frente del niño con el que estás, cariño -dijo ella. La comida me quedó atragantada en la garganta. Miré fijo a Chris. Él comía despreocupado... sin saber que su vida corría peligro.
-¿Qué quieres? -le pregunté.
-Quiero verte a solas -me dijo.
-¿Cómo lograste salir, loquita? -dije. Ella soltó una suave risa.
-Tengo mis contactos, cielo ¿Lo olvidas? -preguntó -Te dije que no te ibas a librar tan fácilmente de mí.
-Vas a volver de donde saliste, Janis.
Chris me miró. Le sonreí para demostrarle que todo estaba perfectamente bien.
-Sé que te gusta la madre de ese niño... Y se nota que te agrada ese niño. Dime una cosa, ¿no será hijo tuyo? Por si no te habías dado cuenta son muy parecidos.
-Él no es nada de mí. Ella tampoco. Así que olvídalo y déjalos en paz -le dije.
-¿Piensas que soy estúpida? -preguntó -Veo como la miras... Esa mujer te gusta. La miras con amor... con deseo.
-Janis, estás muy mal de la cabeza.
-Y voy a matarla. Voy a matarla por estar en tus pensamientos...
El grito de una mujer llegó a mis oídos. Me giré a ver de donde provenía. Era del primer piso.
-¡Socorro! ¡Esa mujer tiene un arma! -gritó horrorizada. Y entonces divisé a Janis.
Todo el mundo se puso de pie y comenzó a correr. Agarré rápidamente a Chris y aproveché aquel tumulto para poder salir de allí sin que ella nos siguiera.