Capitulo 37: Sueños
-Zayn
¿Qué podía decirle? ¿Cómo podía decirle aquello? Seguí acariciando sus hermosas mejillas. No podía agarrar y decirle como si nada que Hugh Hudgens estaba postrado en una cama...
La besé cortamente y seguí acariciándola. No, no podía decírselo ahora... No quería arruinar este momento. Sonará egoísta... pero solo quiero verla sonreír.
-¿Qué te parece si entramos a la casa? -le dije -Estoy algo cansado por el viaje y todas las emociones que pasé en menos de 24 horas...
Esbozó una llorosa sonrisa y asintió. La abracé de costado y comenzamos a caminar. La sentí temblar a causa del viento que se levantó. Ella estaba empapada por haber estado arrodillada en la orilla. La abracé un poco más.
No les puedo explicar lo que estoy sintiendo en este momento. Tengo de nuevo a mi amor... a mi gitana. Besé con cuidado su sien. Ella me miró.
-Yo no quise que esto pasara -me dijo.
-Lo sé... -susurré y la volví a besar. Una sensación única de paz me invadió.
Llegamos a la casa. Encontré las llaves dentro de una maceta. Abrí y entramos. Nos quedamos quietos observando aquello. Estaba exactamente igual que hace 10 casi 11 años. Jamás volví a este lugar después de que creí que ella había muerto. Y mi padre se había encargado de seguir cuidando esta casa, diciendo que algún día iba a querer volver. Y el viejo estaba en lo cierto.
TN_________ soltó un sollozo. Giré para mirarla y me abrazó con fuerza. Escondió su rostro en mi pecho. Cerré los ojos y acaricié su espalda. Dándole calma, haciéndole saber que todo iba a estar bien.
-Es tan igual... tan igual -dijo entre lágrimas y contra mi pecho.
-¿Tan igual a qué? -le pregunté.
-A la casa que yo siempre soñaba... siempre soñé con una playa, una casa blanca y un hombre que me amaba en secreto y al cual no podía verle la cara. Y eras tú, mi amor, eras tú...
-Tranquila, bonita -la consolé -Todo está bien.
Nos quedamos abrazados, sintiendo la paz de aquel lugar... recordándolo todo. Y yo había sido tan feliz en esta playa. Jamás pensé en volver a serlo.
Pero ahora lo tenía todo de nuevo. Al amor, la playa, la felicidad. Hasta con algo de más... un hijo. Todavía no caigo, no puedo creerlo.
Ella se calmó, pero siguió aferrada a mí con fuerza.
-Christopher pesó 2 kilos 654 gramos cuando nació -murmuró contra mi pecho. Se alejó para mirarme -Midió 43 cm... era tan pequeño.
-Lo hicimos aquí -sonreí con los ojos llenos de lágrimas. Ella soltó una pequeña risita y sus mejillas se enrojecieron. Mi corazón latió rápido a causa de aquello. Tomé su rostro entre mis manos -¿Cómo hubiera sido aquello si no te hubiesen arrancado de mi lado?
-No hubiese tenido tanto miedo -me dijo -Tuve tanto miedo, Zayn. Me encontré tan sola cuando él nació. Y cuando lo vi... me sentí tan feliz y tan triste a la vez. Y la razón era esta... era porque no te tenía a ti.
-Pero ahora me tienes, ya me tienes -acaricié su nariz con la mía -Y ya nadie te va a separar de mí... nadie.
-No, nadie, mi amor.
Sus labios tomaron los míos con suma delicadeza. Gemí roncamente y la envolví en mis brazos. A ciegas comenzamos a caminar hacia las escaleras... Y se repetía como hace tanto tiempo. Me sentí repentinamente nervioso.
Pero eso no tiene sentido, ayer le hice el amor... pero en realidad no es lo mismo. Yo no sabía que era ella. O en realidad muy en el fondo si... no lo sé, no lo sé.
Como si nada llegamos al primer piso y de la misma manera a la habitación en la que habíamos hecho el amor por primera vez. Miles de cosas pasaron por mi mente.
Y me sentí como si fuera la primera vez que iba a estar con ella. Me sentí con 17 casi 18 años de nuevo.
Me alejé de su santa boca para bajar por su cuello. Esta vez quería preparativos... esta vez iba a ser lento y no desesperado como ayer.
Ella gimió mi nombre y me sentí en el paraíso. Sus suaves manos me despojaron del saco y me quitaron la remera. Con cuidado la ayudé a quitarse aquella ropa húmeda que tenía encima.
Y entre besos y caricias cada prenda que estaba sobre nosotros terminó en el suelo de aquella habitación que guarda tantos recuerdos.
La apoyé con cuidado en la cama y me situé sobre ella. Su piel estaba fría a comparación de la mía y sentí como se erizaba. La acaricié con cuidado, temiendo aun estar soñando.
¿Y si de verdad esto es un sueño? ¿Y si en cualquier momento me despierto y me encuentro otra vez solo en mi departamento?
No, eso no iba a pasar. Porque esto es real. Es tan real como el amor que yo le tengo a esta mujer.
-No te das una idea de todo lo que sufrí pensando que jamás volvería a besarte -le dije agitado -TN_________, mi amor, pensé que jamás volvería a hacerte el amor.
-Ya estoy aquí, Zayn -musitó.
Me alejé para mirarla a los ojos. Tanto amor había en ellos. Tanta transparencia. Tanta pasión.
La besé dulcemente, volviendo aquel momento... mágico. La luz del atardecer se colaba por las cortinas de aquella ventana. Y todos los años de dolor y soledad se volvieron nada.
Otra vez estaba ella entre mis brazos. Otra vez estaba ella en mi vida. En mi camino.
Una vez me quedé vacío. Llegó ella y me llenó. Pero se fue y me vació de nuevo. Y aquí esta otra vez... volviendo a llenarme.
Y así es la vida... infinita. No porque no se termina. Sino porque siempre se repite. Como los sueños, como los anhelos, los deseos.
La vida es sueño. Y si estoy soñado deseo no despertarme nunca más.
Hicimos el amor despacio, reencontrándonos. Ella se entregaba a mí con cada beso, cada caricia, cada suave jadeo que escapaba de sus labios.
Y el momento en el que todo culminó, escuchar mi nombre en sus labios fue caer a la realidad. Esto si está pasando.
Me dejé caer sobre ella agitado, extasiado. Ella besó mi cabeza y sus suaves manos acariciaron mi espalda de arriba a bajo.
-¿Crees que esto sea un sueño? -me preguntó.
Sonreí levemente. Mi cabeza estaba hundida en su cuello. Respiré profundamente solo por puro placer. Su perfume me llenó hasta el alma.
-¿Qué crees tú? -quise saber.
-Estoy en duda...
-No creo que sea un sueño -dije. Acaricié la piel de su garganta con los labios. Se estremeció.
-¿Por qué? -inquirió.
-Porque mis sueños nunca son tan lindos -le contesté.
-Y los míos nunca son tan reales -aseguró.
Ambos reímos, compartiendo un momento totalmente intimo. Y el silencio reinó. Lo único que se oía era el mar. El grandioso y odiado mar...
Me dio el amor, me lo quitó y me lo volvió a dar. ¿Qué tendría que pensar? ¿qué tiene algo en mi contra?
El cansancio se hizo presente. Yo aun estaba dentro de ella. Quise moverme pero ella no me dejó. Levanté la cabeza para mirarla.
-Fueron muchos años sin tenerte... así que ahí te quedas.
-Pervertida -le dije divertido.
-¿Crees que nuestro hijo esté bien? -dijo algo preocupada.
Me sorprendió el drástico cambio de tema. Pero entonces me puse a pensar en Chris. Le prometí que iba a llevarle a su madre de nuevo. Y yo aquí como un jodido hijo de perra... pensando solo en mí y en mis dolores.
-Le dije que iba a llevarte con él. Debe estar preocupado -le conté.
Ella sonrió dulcemente. Me besó en los labios.
-No, no lo está.
-¿No? -dije confundido.
-No -aseguró sin dejar de sonreír.
-¿Cómo lo sabes?
-Soy su madre, ¿lo olvidas? -dijo como si fuera obvio -Yo siento lo que él siente.
-¿Y qué está sintiendo? -pregunté.
-Qué no pudo haber dejado a su madre en mejores manos. Las de su padre...
Me quedé callado pensando en aquello. ¿Será posible que él lo sienta así? ¿qué él sienta que yo soy su padre?
-¿Crees que le gustará la idea de que yo sea su padre? -dije no muy convencido.
-La idea la tiene fija en la cabeza desde el primer momento en que te vio.
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N.E.M.C. 2° Temporada
RomansSi todavía no has leído la 1° Temporada. no puedes leer esta , hasta que leas la otra. ____________ Les recomiendo leer la 1° ( los que no lo han echo) se las recomiendo 100%. No ES MÍA. - Te Sigo Si Me Lo Pides Bonito :'D