Calum.

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¿Calum acababa de decir lo que creo que dijo? ¿Es verdad esto? No puedo creerlo. Creo que voy a gritar. No, no puedo gritar, ¡esta en frente tuyo! Tendría que decir algo en este momento, ¿Qué digo? Ay no, se esta parando, se va a ir. ¡¿Por qué no estoy haciendo nada?!

-¿Qué? – No puedo creer que eso fue lo único que dije. Aunque el se paro y me miro.

-Es así,… - Empieza a balancearse y esconde sus labios – Me gustas – ¡No puede ser! ¡El gusta de mí! ¡No puede ser! Creo que voy a morirme – Creo que mejor me voy, olvídate de lo que dije.

El empieza a caminar rumbo a la puerta y me paro rápido de la cama para acercarme y hacer que se dé la vuelta. Se queda mirándome y sonríe de lado. Ojala no me quede paralizada de vuelta.

-Calum, yo…

-Es mejor que me vaya, en serio.

-Calum, yo…

-Hablamos otro día, ¿si?

-Calum, yo…

-¿Es lo único que vas a decirme? Ya se que no gustas de mí, pero tampoco para tanto – Ahora sí se ve y cuando abre la puerta la cierro con fuerza y el me mira raro. Y tengo muchas ganas de besarlo.

-Calum, me gustas.

Suspire y parpadeé, el estaba con los ojos bien abiertos y tenía la sonrisa más grande que alguna vez le haya visto. Solamente se acercó a mi y me besó.

Y juro que en ese momento, nadie podría decirme depresiva nunca más.

Salimos de mi casa sin que le avise a mi mamá que iba a salir, solamente reíamos cuando nos mirábamos y teníamos las manos entrelazadas. No se hacía donde íbamos, pero tampoco me importaba. Estaba bastante feliz por lo que acababa de pasar, Calum me había besado y el beso había tenido sentimiento, y quizá el primero también lo había tenido, pero el gustaba de mí, y había venido hasta mi casa solamente para decírmelo. Y me parecía lo más lindo del mundo. Calum me parecía lo más lindo del mundo.

Nos sentamos en la plaza y Calum me paso un cigarrillo, le pregunte porque no había sacado uno para él y me dijo que íbamos a compartirlo porque era el único que le quedaba.  El se rie de la nada cuando termina de sacar todo el humo.

-¿De qué te reís?

-De esto, digo, no pensé que ibas a sentir lo mismo que yo.

-¿Y que tiene de gracioso? Calum, en serio hay días que no te entiendo, deberías ser más claro.

-¡No se de que me rio!

-¿Qué? ¿En serio, Calum, otra vez fumaste y no me avisaste?

-¡No fume, nena! ¡Estoy feliz, por eso me rio, porque estoy feliz!

-Deja de gritar estamos en público – El vuelve a reírse y su risa es tan linda que también me rio y no puedo parar de sonreír, porque en serio me gustaba y el enserio gustaba de mí.

no me gusta este capitulo no se escribir nada sobre romance ya se odienme besos sabro 

psychologist [hood au]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora