Desgraciadamente era lunes, el inicio de semana, un día que muchos odian y pocos aman, uno de lo que odian los lunes era taro Midoriya, actualmente taro bakugo el pobre chiquillo odiaba pararse temprano y lo que más odiaba era la escuela y no exactamente por sentarse en aula donde un montón de niños van a supuestamente a aprender cosas que en su vida utilizarán.
Ese era un día de esos donde todo le salió mal al pobre, empezando por qué su mamá lo despertó para que se alistara pero se quedó dormido y recibió un regaño, su desayuno fueron cereales de dieta y por comer tan lento se le pusieron aguados, su por ahora abuela le dio un libro de "como conquistar a lindos omegas solteros" y su madre lo volvió a regañar por tener un libro de contenido explícito y eso solo fue en la mañana.
Pov's taro
Mi mamá me estaba llevando a la parada de autobuses donde se supone me tiene que recoger el autobús de la escuela, estaba deseando que aquel transporte no llegara era el peor momento de ir a la escuela pero desgraciadamente si llego.
-bueno amor, te cuidas mucho te amo y diviértete — me dijo mi mamá después de darme un abrazo
- gracias mami, te amo — cuando el autobús paro yo trate saliva y me llene de valor para entrar
Una vez arriba de este me despedí con la mano de mi mamá y me fui a sentar en un lugar alejado, pero camino a mi asiento sentí como un pie se metía en mi camino haciéndome caer de estómago luego se pudieron escuchar las risas de todos mi compañeros.
-hey taro tarado, como está el puto huerfanito — me dijo Ryuu con burla luego puso uno de sus pies en mi cabeza para que no me levantará — no te había dicho que no te quería volver a ver aquí
Preferí no decir nada si decía algo era probable que rompiera a llorar y eso solo sería motivo de golpes o hasta algo peor.
- ¿eh?, Tu mami no te enseño que es de mala educación no responder, pero que te va a enseñar un sucio Omega soltero, solamente sabe abrir las piernas — quitó su pie de mi cara y me levanto bruscamente — lárgate de aquí
Yo obedecí y me fui a sentar, cuando me asegure de que nadie me veía me puse a llorar lo más bajito posible, mi escuela era un infierno pero no le quería decir a mi mamá, se que el no tiene el dinero para inscribirme a otra escuela y no quiero causarle más problemas de los que ya tiene, solo quiero que mi mami este feliz.
Fueron diez minutos de trayecto, baje hasta lo último para que nadie me molestará, salí corriendo lo más rápido que mis piernas me dejaban sabía que Ryuu y sus amigos me siguen y eso me motivo a correr más rápido, cuando llegue a mi salón suspiré con alivio. Ellos no podían hacerme nada aquí.
- Midoriya, siéntate ahora mismo
-si maestra, perdón — cuando me senté y saqué mis cosas sentí un fuerte golpe en mi mesa, era la regla de mi maestra
- Midoriya, llegaste tarde te tienes que sentar en la esquina de ahí — me ordenó señalando el banquito que estaba en una esquina del salón — y ponte las orejas de burro
Yo le hice caso y me fui a sentar en el banquito, no podía hacer nada solo aguantarme y callarme, cinco minutos después escuché como uno de mis compañeros llegaba
- Perdón maestra Keiko llegué tarde, ¿puedo pasar?
- si kyomi, pasa corazón — el tono de voz de la maestra se volvió dulce, ¿Por qué la maestra solo me trataba mal a mi?, Tal ves tenía algo malo
Las clases empezaron y yo me quedé sentado en la esquina, no podía voltear por qué me mandarían a dirección así que me tenía que quedar quieto y en silencio lo que resta de la clase
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La apuesta
Humorkatsuki es un alfa soltero de 26 años el cual hizo una apuesta con su mamá. -si no tienes una familia antes de los 27 regresarás a casa- ¿lo lograra? o le tendrá que pedir ayuda a su lindo vecino