El secuestro

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Pov Bakugo.

Habían pagado horas para cuando desperté sentí que solo dormí unos cuantos minutos, fue la luz que se filtraba por las cortinas lo que hizo que me despertara de mi profundo sueño, apenas desperté recordé todo lo que había pasado en tan solo unas horas, el solo recuerdo hizo que me doliera la cabeza, pero el dolor se calmo cuando pude oler esa tímida esencia de parte de mi cachorro.

Taro estaba tratando cubrirme por completó pero sus cortas piernas no lo dejaban ni rodearme, con suavidad sobe su espalda como había visto que mi futuro omega hacia con el, era demasiado temprano como para ir a visitar a izuku así que era mejor preparar un desayuno para aminorar el tiempo en lo que la hora de visitas empezaba.

Internar pararme de la cama sin despertar a taro fue un verdadero reto, el niño parecía un koala, al final pude dejarlo recostado en la cama ahorcando una almohada con sus extremidades, cuando me asegure que no se iba a despertar salí de la habitación y camine a la cocina.

Después de un rato buscando comida en la alacena y el refrigerador no encontré más que latas de cerveza, botellas de alcohol y un limón seco, después de todo deku era el que hacía las compras entre semana, desde que se fue la casa fue en picada junto conmigo todo estaba sucio y tan vacío sin el; Al final opte por pedir comida a domicilio, me senté en el sillón a esperar la comida en completo silencio.

El silencio me ayudó a escuchar unos pequeños pasitos en el corredor que daba al cuarto al inicio del pasillo pude ver de reojo una cabecita despeinada asomarse tímidamente de la pared, paso un minuto para que taro se decidiera en acercarse a mi, se sentó lentamente a lado mío.

- tengo hambre.

- taro, siempre tienes hambre

El niño no dijo nada y solo se quedo viendo la pared fijamente, yo me le quede viendo a la alfombra que estaba en mis pies, salimos de nuestro parálisis temporal cuando escuchamos el timbre de la puerta, salí a abrirle al repartidor de comida.

Cuándo tuve la comida en mis manos me fui a sentar de nuevo, cuando vi la hora me di cuenta que nos quedamos viendo la jodida pared hora y media, taro y yo nos apresuramos a comer para cambiarnos y ir al hospital de nuevo, no tardamos ni una hora cuando ya estábamos por llegar al hospital.

He recorrido estos pasillos por años pero hoy en especial se má hacían más largo que nunca, pero solo era un pasillo lo que nos separaba de izuku así que camine mas rápido para llegar a el.

Cuando estuve enfrente de su puerta dude en abrirla, pero taro no parecía tener la misma duda que yo por qué en cuanto llegó abrió la puerta y corrió adentro de la habitación, el silencio que se originó después de eso me preocupo en sobremanera.

- caracol, mi mamá sigue dormidito

- espérame aquí taro voy a buscar a la enfermera, no te muevas de aquí.

Taro asintió y yo me fui a buscar a la doctora Tsuyu cuando estaba apunto de salir choque con una enfermero, lo conozco se llamaba koda es alguien realmente tímido y callado.

- Doctor katsuki, la doctora Tsuyu lo estaba esperando, quédese aquí por favor, iré a buscarla.

No me dejó contestar por qué salio apresuradamente de la habitación, entre de nuevo y vi a taro de puntillas tratando de acariciar las mejillas pecosas de izuku, me quedé viendo a esos dos sin darme cuenta de la presencia de Tsuyu.

- Tienes una linda familia Bakugo

- Ah!! !¿Qué mierda?!, ¡Me asustaste puta rana!

- !cállate viejo vas a despertar a mi mamá!

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