2 cap. 1

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Nos quedamos mirando en silencio un rato, por fin Mex se atrevió a mirarme aunque sea a los ojos

- de verdad que no entiendo por que te pones tan nervioso - le dije sonriendo, él comenzó a reír algo sonrojado
- es que wey...estas casi desnudo y no puedo mirar el cuerpo semidesnudo de alguien que está en una relación- me respondió, al fin le había encontrado sentido a sus nervios
- no tengo pareja, si besé a Uruguay la semana pasada solo fue por tu estúpido reto weon -le dije serio, él simplemente agachó la cabeza
- creo que si camino puedo llegar a mi casa esta noche - dijo de pronto para cambiar la conversación
- México... aver weon, si quieres irte yo te voy a dejar a tu casa - le dije, me metí a mi cuarto para buscar algo de ropa y cuando estuve vestido, me paré enfrente de él
- ya wey - dijo como única respuesta.
Estaba afuera llenando el tanque de la bencina cuando México salió de mi casa, en poco tiempo estuvimos en el camino para poder ir a su casa, de pronto la emisora de turno anunció que eran las 5 de la mañana, habíamos cambiado de puesto por que yo me estaba muriendo de sueño. Él me despertó un rato después, según yo solo había dormido unos minutos pero México me dijo que dormí más media hora

*narra México*

- no quiero ir a la escuela - me dijo Chile apartando mi mano mientras intentaba despertarlo
- Chile ya llegamos - le dije, él se acomodó en el asiento mientras se pasaba las manos por la cara
- ¿cuanto rato dormí? - dijo, era tan tierno cuando me hablaba aún medio dormido
- como...más de media hora - le dije
- ¿ya te vas a bajar? - me preguntó, yo asentí y él bajo de el auto para cambiar de asiento
- oye Chile, no puedes manejar así, todavía estas durmiendo - le dije cuando se acercó
- pero tengo que volver - dijo sin mirarme, si no lo hubiera tomado de el brazo de seguro se hubiera caído cuando se tropezó
- te vas a quedar aquí hasta mañana ¿me oíste? - le dije poniéndome algo serio para que me hiciera caso, él me miró algo indiferente
- ¿no se enojará tu gringo? - preguntó con un marcado tono de burla mientras mantenía una sonrisa socarrona en su rostro
- mira cabrón, entre la gorda y yo no hay nada - le dije bastante molesto
- ay Mex, perdón - me dijo
- no pasa nada - le dije con algo de rencor aún
- ¿pero sabi'? Prefiero no webiarte po weon, yo también tengo mi casa po - me dijo, yo lo miré un momento
- no te entendí ni vergas, no hablo inglés
- dije que prefiero no molestar, yo también tengo mi casa - me dijo
- tengo miedo de que te pase algo, solo será esta noche ¿si?
- ya que insistes - dijo, yo sonreí y cuando él estacionó su auto entramos a mi casa.

- bueno... tu puedes usar mi cama - le dije - estaré cómodo en el sofá
- ¿que? No no Mex... yo soy el invitado aquí y lo justo es que...
- ya hablamos de esto Chile, tu vete a mi cama y yo me quedo aquí - le dije, él algo desganado asintió y se fue a mi habitación, para ser sincero yo no tenía sueño.

*narra Chile*

Cuando entré al cuarto de México enseguida me senté en su cama mientras aún cabezeaba de sueño, me quité los zapatos y en un rato ya estaba listo para dormir, el olor tan delicioso que siempre tiene, se hizo presente apenas me recosté.
Cuando desperté, me senté en la cama y colocandome nuevamente mis zapatos, salí de su habitación listo para volver a mi casa, México aún dormía sobre el sofá, me acerqué y lo moví un poco para despertarlo

- Mexi...weon despierta - le dije, después de tanto moverlo se despertó
- ¿que pasó? - preguntó mientras se sentaba en el sofá
- ya me voy, solo quería decirte eso - le dije, él solo asintió
- te voy a acompañar- me dijo, yo lo empujé contra el sofá para que no se pusiera de pie
- no México tranquilo, puedo irme solo no pasa nada - le dije, él me miró por unos segundos y tras sonreír, asintió
- está bien - dijo.

Ya estaba en mi casa cuando se me ocurrió revisar mi celular, tenía una llamada perdida de un tal:

+56 9 4733 ****

No tenía ganas de devolverle la llamada a un número desconocido, así que solo lo ignoré. Hubiera sido más fácil ignorarlo si no hubieran llamado otra vez, finalmente contesté

- ¿hola?
- hola Chile ¿como estás? - preguntaron
- todo bien... perdón ¿quien eres?
- ¿como que quien soy? - preguntó el otro country
- no puedo creerlo... ¿de verdad eres tu Alemania?! - pregunté emocionado
- al fin te das cuenta, hace poco me mudé cerca de donde vives ¿te gustaría venir esta tarde?
- si po! dime la hora y también cual es tu casa - dije, Ale me envió su dirección y luego conversamos otras cosas.

Unas horitas después

Apenas llegó la hora indicada yo toqué su puerta, no habían pasado ni 5 segundos cuando Ale ya había abierto la puerta, nos miramos en silencio un rato hasta que lo abracé

- te extrañé tanto, pensé que no volvería a verte después de que salimos de la escuela weon - le dije, al levantar mi cabeza vi que él estaba sonriendo ligeramente
- yo... yo también te extrañé - dijo, yo me reí y dejé de abrazarlo
- ahora pagame - le dije, él me miró algo confundido
- ¿pagarte? - preguntó
- ¿ya te olvidaste? En la escuela hicimos una reto, si lograba hacerte sonreír tenias que pagarme - le dije, él miró a otro lado mientras parecía tratar de acordarse de lo que le decía
- ¿sabes? Si lo recuerdo, pero no tengo dinero a mano, así que puedo pagarte con otra cosa - dijo mientras me hacía pasar
- ¿como a que te refieres? - pregunté mientras evitaba decir alguna palabra que él no entendiera
-tengo comida recién hecha - me dijo guiándome hasta la mesa
- me tientas Ale... acepto - dije, él sonrió mientras me sentaba, pronto estábamos teniendo una amigable conversación mientras comíamos, comida que fue interrumpida por una llamada

- disculpa Ale - dije antes de contestar, Ale solo asintió indicándome que no había problema, corté la llamada apenas escuché la típica voz robotica que te invitaba a cambiarte de compañía telefónica.
Luego de comer, Ale me invitó a ver una película, yo acepté sin pensarlo, aún era temprano y no tenía problema con quedarme un tiempo más, cuando menos me lo esperaba, Alemania me abrazó acercándome lentamente a él, yo me sentía atraído por su potente mirada y su fuerte pero suave abrazo

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Socarrona: Burlón

¿Por qué uno si puedo tener dos? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora