5 cap 1

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*algunas semanas más tarde*

Estaba tomando tranquilamente desayuno cuando unos fuertes golpes en mi puerta me asustaron, fui rápidamente a abrir cuando el susto se me había pasado, no me sorprendió ver a Rusia al otro lado, más me sorprendió ver a México, él cargaba un extraño bulto en sus brazos tapado con una manta azul

- Chi... wey necesito tu ayuda - me dijo México mientras parecía recuperar el aire
- ¿estuvieron corriendo? - pregunté para salir de la duda
- apenas se bajó de el auto corrió hasta aquí con él en brazos - respondió Rusia mientras los hacía pasar
- ¿él? ¿A quien traes ahí? - pregunté mirando a México, él solo se limitó a lanzarme una mirada como si me estuviera rogando algo
- necesito que cuides a...
- aver weon, ya te dije que no voy a cuidar a tu perro, ya sabes lo que pasó la última vez - le dije
- no es eso, ya no debes cuidar más a Paco, lo que necesito que cuides es a él, por favor - me dijo mientras quitaba una parte de la manta con suavidad, apenas estuvo descubierto noté que era un niño de no más de 3 o 4 años, me quedé sin palabras por un largo rato

- ¿de donde se lo robaron? - pregunté a ambos, ellos me miraron enseguida al escucharme
- no lo robamos cabrón, estaba a un lado de un basurero comiendo cáscaras de naranja ¿verdad Rus?
- México dice la verdad Chile - dijo Rusia, yo de verdad que no podía creer que me estuvieran ofreciendo cuidar a un niño, si con suerte me cuidaba yo mismo
- ¿y por que no lo cuidan ustedes? - les pregunté rechazando cargar al niño
- tu ya sabes por qué no puedo - dijo Rusia mientras se llevaba una mano al bolsillo
- yo no puedo por Paco - dijo Mexi sin mirarme mientras acariciaba lentamente la cara de el niño que parecía querer despertar.
Después de todo lograron convencerme, ellos se fueron dejándome a cargo de el pequeño, lo dejé sobre el sofá y retiré la manta para poder verlo mejor, él respiraba con un poco de dificultad por lo cual asumí que estaba resfriado debido a sus condiciones, despertó apenas llevé mi mano a su cara, él me miró a los ojos por un rato

- ¿papi? - me preguntó sin moverse un centímetro
- no... - le dije mientras lo observaba
- ¿donde está mi papi?- preguntó intentando bajar de el sofá
- ey te vas a caer ¿por qué no vamos al baño para darte una ducha? - le pregunté, él dejó de intentar bajar y se llevó las manos al estómago
- ¿que es un baño? - preguntó, yo sonreí y me levanté para luego cargarlo y llevarlo al baño
- ahora conocerás uno - le dije.
Mientras le sacaba la ropa que se mantenía en buen estado de puro milagro, me enojé bastante al ver como se notaban a la perfección sus huesitos, este niño no era más que piel y huesos, moría de ganas por saber quien era el desgraciado que lo dejó al lado de un basurero, quería sacarle la mierda a quien quiera que haya sido.
Cuando terminé de bañarlo, le di de comer y ordené la cama de huéspedes para que pueda dormir, pero apenas lo intenté me dijo que tenía miedo, no sabía por qué pero lo entendí perfectamente, lo dejé dormir en mi cama junto a mi, él se tardó en dormir, pero cuando logré que conciliara el sueño yo me dormí también.
Al otro día él seguía dormido, yo me levanté tras despertarme con golpes en la puerta, ni siquiera me importó estar todo despeinado, simplemente abrí la puerta para ver quien era el que me molestaba tan temprano

- otra vez tu - susurré con algo de sueño aún mientras me pasaba la mano por el pelo
- ¿te desperté? - me preguntó México tras sonreír
- ¿acaso no duermes o que? Tu siempre te despiertas más tarde que yo - le dije al recordar nuestras zonas horarias
- me desvelé toda la noche leyendo - me respondió mirando al interior de mi casa, yo volteé para ver que era lo que le llamaba la atención, era el niño que se había despertado
- ¿ya te dijo su nombre? - me preguntó Mexi
- no se lo pregunté, lo único que sé es que cree que soy su papá - le dije dejándolo pasar a mi casa
- papá! - gritó emocionado el niño al ver a México pasar, trotó hasta él y abrazó una de sus piernas, yo me reí al ver la reacción de Mexi
- por cierto enano ¿no te molesta cuidarlo un tiempo más? - me preguntó México mientras cargaba al niño que me miraba con una gran sonrisa en su pequeña carita
- no, no me molesta, creo que ya me encariñé con él - le respondí
- ¿y como te llamas pequeño? - le preguntó Mexi al niño
- no sé- respondió el niño
- ahora que lo veo, tiene un cierto parecido a Alemania - le dije tras mirar con atención al niño
- ¿no crees que también se parece un poco a Finlandia? - me comentó México, yo asentí, el pequeño solo nos lanzaba miradas de confusión de seguro preguntándose de quien estábamos hablando.
Mexi estuvo todo el día conmigo para ayudarme con el niño, ambos estuvimos tratando de adivinar el posible nombre que podría tener, pero él insistía e insistía en que no lo recordaba por lo cual no era mala idea ponerle un nombre nosotros.
Pasó el día rápido, México estaba totalmente cansado al igual que yo, el niño estaba repleto de energía, pero al menos al llegar la noche me pidió cargarlo y acurrucandose en mis brazos se quedó dormido

- que suerte que nos tenga tanta confianza ¿no crees? - me preguntó Mexi observando al pequeño
- obvio que nos tiene confianza po, si él cree que somos sus padres - le respondí para luego ver la hora hora mi celular, vi que apenas faltaban dos minutos para las 12 de la noche, así que me levanté de el sofá y lo fui a dejar a mi cama para que durmiera más cómodo, luego volví a la sala, en donde Mexi y yo estábamos viendo la tele.

16 de septiembre, esa misma noche

Rato más tarde lo abracé mientras le deseaba un feliz cumpleaños

- Feliz cumpleaños! - le dije para después darle un beso en la mejilla
- gracias, igualmente - me dijo, yo lo miré extrañado por su respuesta, él parecía estar procesando lo que acababa de decirme, pero solo nos pusimos a reír
- casi me había olvidado, te doy un regalo después ¿ya? - le dije dejando de abrazarlo
- no te preocupes por eso Chilito, el mejor regalo que tengo ya eres tu - me dijo pasando su mano por mi cara mientras sonreía
- ¿quieres un beso para reforzar la amistad o que? - le pregunté riendo nerviosamente al sentir su penetrante mirada en mi
- eso no es una mala idea, estaría bueno un beso tuyo antes de irme de peda hasta el 27 - me dijo, yo dejé mi nerviosismo de lado cuando él me empujó contra el sofá y comenzó a besarme, yo me dejé llevar por sus fuertes pero cariñosos besos, hasta que se separó de mis labios

- oye...¿está temblando? - me preguntó nervioso mirando a todos lados
- es el viento - le dije, yo no sentía nada y eso que estaba quieto
- es un terremoto! - dijo esta vez más desesperado intentando levantarme de el sofá
- tranquilo! -le dije - si apenas es un temblor, 5.5 no es nada 
- ¿como que nada?! - me dijo, yo me levanté mientras sentía el suelo bajó mis pies moverse cada vez con más intensidad, apenas estuve junto a México le di una cachetada, cosa por lo cual se quedó más tranquilo
- aver... uy está aumentando weon, ya va en 6.7
- ¿por qué lo dices tan tranquilo? - me preguntó nervioso
- eh estado en terremotos peores - le respondí tranquilamente, poco a poco fue pasando, el niño se había despertado llorando por lo cual fui a verlo y luego de tranquilizarlo pude hacerlo dormir.

¿Por qué uno si puedo tener dos? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora