¿Qué tan lejos puede llegar alguien por amor? ¿Que estaría dispuesta a sacrificar una persona para ayudar a quien considera su alma gemela? Aun si eso implica realizar ciertas acciones no convenientes para sí misma, aun si eso hace que termine cayen...
Simples emociones que podrían hacerte llegar a la locura, emociones que si no controlas, jugarán en tu contra, haciendo que todo lo que llamamos salud mental se destruya, haciendo que cada pedazo de ti se desmorone lentamente.
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El dolor de una persona alejándose de ella, alguien que por mucho tiempo hizo lo imposible por mantener cerca, alguien que a pesar de que corrió por aquella chica, ella ni siquiera caminó por ella, alguien en quien confiaba destruyéndole a cada paso que daba lejos de donde se solía encontrar, de donde ambas se solían encontrar.
La decepción causada por alguien que vio más por si misma que por nadie, que decidió tener acciones inmaduras e incoherentes para pertenecer a lo que se le llama una sociedad, para que su mundo brillara sin importarle si apagaba el de alguien más a su paso, sin siquiera tomar en cuenta a las personas que la habían apoyado todo este tiempo, dejando todo atrás por una realidad falsa y dañina en la que ella misma decidió vivir.
Impotencia, impotencia por no poder ayudarla, impotencia por haber intentado de todo para sacarla de ese horrible lugar y terminar cayendo ella en el mismo, impotencia por sentir que pudo hacer más y no lo hizo, impotencia por sentirse inútil al no poder ayudar a alguien que amaba, impotencia por sentir que si no lo hacía, significaba que no la amaba de verdad.
Lágrimas, lágrimas de tristeza derramaba por aquella chica, por la misma por la que había luchado tanto por poder estar, con la que había pasado tantos momentos memorables, con la que compartía sus mayores secretos y aficiones, aquella chica que consideraba su alma gemela, aquella chica que sin importar la edad que tenían, sabía que la amaría eternamente sin importar qué fuera lo que pasara en el futuro.
Insuficiente, inútil, inservible. Palabras que se repetía a sí misma mientras veía su vida en redes sociales, mientras la ansiedad crecía y recordaba los momentos en los que todo estaba bien, los momentos donde ambas permanecían juntas a pesar de todo, los momentos en los que ambas eran felices al lado de la otra, dónde lo único que existía en aquella relación era amor.
Nunca le escuchó, nunca tomo en serio sus advertencias, nunca le llegó a importar cuánto se arriesgó por ella, nunca le hizo caso. Pensamientos llenos de coraje, llenos de una ira incontrolable causada por alguien que nunca la tomó en serio, por alguien qué tal vez nunca vió más que a una tonta enamorada a través de aquella chica castaña, alguien a quien tal vez nunca le llegó a importar tanto aquella chica morena como a la morena le llegó a importar ella, alguien que quizá, nunca le amó.
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