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Todo era oscuro, pequeñas luces iban brotando de algún lugar desconocido y formaban un camino hacia una puerta, una puerta que al abrirla no se veía nada más que una simple silueta que empezó a caminar en señal de que debía seguirla, no estaba segura de hacerlo pero terminé cediendo, al llegar, todo se comenzó a iluminar, era borroso, parecía un recuerdo, no veía nada pero se escuchaban gritos, gritos desesperados como si quien los estaba emitiendo estuviera en peligro.

—¿Hola?, ¿Qué está pasando? ¿Hay alguien ahí?— pregunté mientras me frotaba los ojos para intentar poder ver mejor aquella escena, no funcionó.

Caminé para intentar acercarme a la silueta que me había llevado ahí en primer lugar, pero antes de llegar, alguien a quien no se le lograba distinguir el rostro me tomó de los hombros y me giró lentamente.

—Sálvame...— Susurró entre sollozos antes de desvanecerse como humo en el aire.

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Un grito ahogado sonó en la habitación. La castaña se había levantado de golpe, se encontraba con la respiración agitada, manos temblorosas, y empapada en una capa de sudor.
¿Q-Qué acaba de pasar?—Se preguntó mientras intentaba calmarse y encendía su celular para ver la hora.

3:37 a.m.

Mierda.—Se quitó las cobijas de encima y se levantó para dirigirse a tomar un vaso de agua y a lavarse la cara.

Que sueño...— Pensó mientras se mojaba la cara con agua fría. —Debió haber sido solo una pesadilla ¿No?... Hace mucho no tenía una de ese tipo...— Comenzó a caminar fuera del baño dirigiéndose a la cocina mientras intentaba hacer el menor ruido posible, no quería despertar a su madre, pues era muy tarde (o muy temprano según se vea), para que ella se despertara, ya que entraría a trabajar en una hora y media aproximadamente.

Aunque... no lo entiendo...¿Por qué esa persona pedía mi ayuda? ¿De qué quería que la salvara? ¿Por qué se escuchaban gritos?... Buah, no se ni para que lo pienso tanto, fue solo una simple pesadilla, que haya sido tan extraña no tiene nada de especial, fue solo un mal sueño.— Inmersa en sus pensamientos, Luz no notó que la luz de las escaleras se había encendido y que alguien estaba bajando de estas.

—¿Luz?— Le habló su madre que estaba parada frente a ella, la morena no se había ni inmutado.

—A-ah, ¡Mamá! ¿Q-qué haces despierta?— Preguntó la latina con notable nerviosismo, sabía que a su madre no le agradaba que estuviera despierta a altas hora de la madrugada y tampoco que la despertasen.

—¿Qué haces despierta tú? ¿No has visto que hora es?— Dijo su madre mientras con su dedo índice apuntaba hacia el reloj que se encontraba en la pared al lado de la estufa.

—Oh, no, si sé que hora es, es solo que...— Hizo una pausa mientras pensaba en si decirle o no a su mamá sobre su sueño.
—Tenía calor y baje por un vaso de agua.— No mentía, pues literalmente se había despertado empapada en sudor y realmente necesitaba algo fresco.

—Bien. Ya sube a tu cuarto y vuelve a dormir.— Le indicó su madre mientras volvía a subir las escaleras para intentar conciliar de nuevo el sueño.

—Si, ya voy.— Le respondió mientras volvía a poner su atención en la jarra que estaba sosteniendo para servirse algo de agua y después subir e intentar descansar

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No fue mi culpa ¿Verdad? Ella lo hizo todo, fue su decisión hacerlo ¿Por qué me culpo? Yo no tuve la culpa, no fue mi culpa, no lo fue... -L

That's Not You -LUMITY-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora