Capítulo 2: El Cazador

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-Buenos días señora Chong- saludó Eddie Brock a la mujer de la tienda que todas las mañanas le vendía a buen precio sus productos

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-Buenos días señora Chong- saludó Eddie Brock a la mujer de la tienda que todas las mañanas le vendía a buen precio sus productos.

-Buenos días señor Brock- respondió la mujer de origen chino.

-Me gustaría 3 paquetes de carne, 4 de Arroz, 2 baguettes, 4 quesos frescos y...-

- 17 Helados, si es tan amable- habló una voz en su hombro, no siendo más que el simbionte que se asomaba saliendo de su chaqueta.

-¿17? Eso es mucho...más que la anterior vez- le dijo la mujer, a lo cual Venom soltó una risilla por lo bajo.

-Te protegemos el local, mujer, así que deje de hinchar pelotas y denos la comida- Venom mostró sus dientes a la señora, haciendo que esta no dude en ir por el pedido.

-No necesitamos tanta comida, tú lo sabes. Incluso tenemos dinero para pagarlo nosotros-

-Por favor Eddie, ¿Qué carajo importa? Ella hará lo que yo diga...y lo que tú digas- dijo Venom, a la par que ella llegaba y dejaba algunos de los productos pedidos sobre la mesa. Se veía algo asustada, pese a conocerlos desde hace mucho tiempo. Lo raro es que al principio, o amenos hasta hace un año, ella estaba más tranquila cuando ellos cruzaban por aquel lugar. ¿Qué había cambiado desde aquel momento? se preguntó Eddie mientras veía a la señora, y por un solo momento, pareció que disfrutaba un poco del temor de ella.

.................

......

El alcalde de la ciudad llevaba un buen rato sentado en un restaurante de carne. Aunque el adulto de 59 años quería citar al cazador en su oficina, su secretario le comunicó que el cazador solicitaba dicha reunión en un restaurante donde pudiera manducar proporciones ingerentes de  comida animal.

El alcalde se sorprendió de esa petición, pero viendo lo excéntrico y extraño que era aquel hombre no le debía de sorprender algo como devorar tanta carne en un local. Se mantuvo unos segundos leyendo los mensajes de su teléfono, viendo como su hija de 15 años le escribía pidiéndole ir de vacaciones a Hawai.

-"Después será, cielo"- le escribió a su hija, para que poco tiempo después alguien se sentará delante suyo. Bajó el móvil de sus manos y pudo ver a aquel sujeto tan fornido y lleno de rasguños como se solía contar y ver en fotos. Tenía una barba corta, una estatura enorme, pero lo más resaltante era su ropaje. Parecía uno de esos héroes patrulleros de Estados Unidos, o amenos compartía el mismo sentido de la moda.

-Buenas, señor Alcalde-

-Buenas, señor Alcalde-

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Venom: La última cacería de KravenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora