El antihéroe "Venom" se encarga de matar y devorar múltiples criminales en la ciudad de New York. Ninguno superhéroe de la zona ha podido reducirlo, y dado que el equipo de héroes del país no está interesado en atraparlo, contratará el alcalde de l...
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De Turismo en un safari, Kraven viajaba junto a su padre y su Tío como todos los años a una localidad, en este caso a "África". Tenía en ese entonces 9 años de edad, mimado y bastante cómodo con sus condiciones de vida. Iban los tres acompañados de algunos "guardias" para su expedición y sus vacaciones en el continente Africano, característico por su fauna, clima y gente, su naturaleza. Era territorio en su mayoría salvaje, donde por la tierra árida no había tantas ciudades o pueblos estructurados. Era la tierra de la pureza natural, un lugar donde sobrevive...
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El más fuerte
Delante de Kraven fue asesinado su padre por su tío, quien contaba con el apoyo de los guardias alado suyo.
-¡¡Papá!!- gritó como era habitual para un niño, para agarrar el cuerpo de su padre.
Estaban en medio del continente, en medio de un páramo. Su padre fue traicionado por sus guardias y su tío, quienes solo miraban al niño llorar en el piso.
-¿Qué hacemos con él?- preguntó uno de ellos, sujetando firme su pistola.
El Tío no dijo nada, simplemente dio media vuelta y se subió al vehículo con solo sus guardias. El niño quedó solo, en el páramo, como Simba del Rey León, un personaje que le gustaba mucho en aquella edad y tal parecía que lo iba a igualar. Fueron dos días donde no bebió ni comió, mientras veía el cuerpo de su padre de cerca sin irse lejos. No solo era por la pena y la tristeza, sino también por el miedo de estar en un lugar tan peligroso, queriendo tener refugio en los brazos de su ya muerto padre.
Al tercer día todo fue claro, si no tomaba agua moriría. Tuvo que aventurarse a buscar agua, dejando a su padre cual ave del nido. Caminó y caminó, pero solo se encontró con tierras desérticas y un calor sofocante, el niño que vivía con lujos estaba al merced de todas las dimensiones, tenía que decidir, algo que nunca había hecho hasta ahora.
Solo pudo caminar hacia el norte, hasta que sus piernas le hicieron caer y su boca era más seca que un balde boca abajo. Quedó dormido, en la arena, parecía que pronto moriría.
No obstante, pudo despertar. Por alguna razón estaba en un sitio extraño, era una Aldea de una tribu en medio del continente Africano. Su nombre ni en ese tiempo podía pronunciar por su complejidad, e incluso a estas alturas no sabe con certeza si en verdad existió, solo sabe que de ellos aprendió todo. Recuerda que lo primero que hizo al despertar, fue caminar hacia un lémur, guiado por las manos de la gente de aquella tribu, y agarrarlo del pescuezo para así atraparlo y estrellarlo contra las piedras.
