Capítulo 3: Presa

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Kraven el cazador estaba en un departamento con armas de toda clase: Francotiradores, pistolas, cuchillas, espadas, etc

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Kraven el cazador estaba en un departamento con armas de toda clase: Francotiradores, pistolas, cuchillas, espadas, etc. Su favorita era una simple navaja, cuyo torso negro iba bien al caso para la nueva presa a cazar. La apodaba "África", en honor al continente donde los más mortales animales andulaban y en el cual se entrenó. Con ella había abierto el pescuezo a Rinocerontes, Elefantes e incluso Bueyes. Aparte, era una de las primeras armas que poseyó en su vida, de las cuales a su mente venía al recordar. Tan simple y efectiva, la primera arma del hombre, y por sobre todo, la que más emoción le dotaba al luchar, sirviéndose de esta para las luchas más intensas. Aún recuerda cuando tuvo un combate a muerte contra un gorila de casi 3 metros.

-Ciento uno, ciento dos, ciento tres...- Kraven estaba ejercitándose muy temprano en la mañana, ya a las 7 a.m estaba haciendo flexiones y sentadillas repetidas veces para mantener su estado físico.

Después de ejercitarse durante casi 2 horas temprano, desayunó un buen bistec de carne de cocodrilo, saboreando bien cada pedazo sin desperdiciar ninguno. Luego condujo en coche unos 20 minutos hasta llegar a un bosque donde halló un río para bañarse y tomar agua directamente. Su estómago estaba desde hace más de 20 años acostumbrado al agua al natural, como si se tratase de un siervo o un oso silvestre. Ya saciado de todo, volvió en coche hasta su departamento, donde se vistió como acostumbraba, para luego ir a una caja y sacar un montón de papeles acumulados. Era hora de revisar un montón de papeleo hasta la noche, informándose tanto pudiera ser posible de aquella criatura que mataba a muchos ladrones.

-"La siguiente información es confidencial, no está permitido difundirla de ningún modo"- firmado por la agencia de investigación de la policía y una organización cuyas siglas eran "FV". Encima de estos documentos secretos, se encontraba una nota del propia alcalde, quien hizo entrega de ello con las siguientes palabras en el papel:"Aquí dispone de toda la información recopilada hasta ahora".

-Muy bien- se sentó delante de una mesa a leer cada uno de los documentos, aprendiendo cada detalle que pueda en unas horas.

.............

Eddie no había dormido en lo absoluto, tenía la mirada fija hacia arriba en el techo, observándose la mano. Sentía una mezcla de confusión e inquietud desde ayer que le taladreaba la cabeza de manera tan molesta como una mosca revoloteando.

-¿Y ahora qué?- preguntó el simbionte negro extendiéndose fuera- Llevas horas confuso y eso me molesta, ¿qué carajos pasa?-

-....Yo una vez tuve un perro-

-¿Qué?-

-Yo una vez tuve un perro- repitió para su compañero.

-Ya escuche, pero respóndeme "¿qué carajos pasa?-

- Mi perro se llamaba "Cariño", así lo llamó mi abuela que me lo regaló para mi cumpleaños. Era lindo, de color café, pero también ya tenía su edad, casi 6 años. Me acuerdo que jugaba con él todos los días, cada día corría con él en el patio de mi jardín o le tiraba su pelota. Un día de esos paseaba con él por la calle, pero como era un imbecil, decidí que no fuese con correa, confiando en que me obedecería al instante. A la semana siguiente tuve que enterrarlo en el jardín trasero, junto a su pelota favorita y su correa, para que esa vez nunca escapase-

Venom: La última cacería de KravenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora