PRÓLOGO

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En el laboratorio secreto de la corporación Babbel, situado en lo más profundo de Seúl, el Dr. Hank reunió a un grupo de personas en una sala iluminada por el parpadeo de videos proyectados en el proyector.

— Los he reunido aquí no solo para discutir el futuro de nuestra compañía, sino también nuestro destino —su voz resonaba con seriedad mientras observaba detenidamente a cada individuo presente.

Señaló hacia adelante, donde las imágenes de desastres globales se reproducían intensamente.

— Enfermedades incurables, guerras sin sentido, armas nucleares incontrolables, la superpoblación agotando nuestros recursos día a día... —sus manos se posaron sobre la mesa, enfatizando la gravedad del asunto—. Hay aspectos que podemos manejar, pero enfrentamos desafíos mucho mayores.

Hizo una breve pausa para tomar un sorbo de agua, su expresión grave indicaba la magnitud de sus palabras.

— El cambio climático es una realidad. Derretirá los polos en las próximas décadas, inundando el 90% de nuestras áreas habitables —continuó, su tono de voz elevándose con mayor intensidad—. El crecimiento descontrolado agotará nuestros recursos primarios, desencadenando hambrunas y conflictos sin sentido.

— No es una mera conjetura, es una realidad. Nuestro mundo está llegando a su fin, y la verdadera pregunta es: ¿vamos a morir con él? —concluyó, mirando directamente a Jessi, quien mantenía una mirada seria y expectante.

Los socios presentes escuchaban en silencio, esperando con ansias la propuesta del Dr. Hank.

— Yo propongo poner fin a este mundo —dijo Hank, enderezando la espalda y metiendo una mano en su bolsillo— Pero bajo nuestros propios términos.

— ¿A qué se refiere, Dr. Hank? —preguntó Daniel con curiosidad, mientras observaba el enorme libro que Hank colocó sobre la mesa.

— Crear un apocalipsis meticulosamente bien planeado que limpie a la población, pero que conserve nuestros recursos e infraestructura intactos... Ya se ha hecho antes con éxito —señaló el libro sobre la mesa—. Solo los elegidos sobrevivirán, pero no en un arca.

— ¿Cómo sería eso exactamente? —inquirió Choi, mirando alternativamente el libro y al Dr. Hank.


— Construiremos refugios subterráneos que nos aseguren protección mientras el apocalipsis se desata —explicó—. Y cuando todo haya pasado, emergeremos en una tierra purificada que podremos moldear a nuestro antojo.

Jessi, incrédula pero fascinada, preguntó:

— ¿Y cómo planea lograr todo esto?

Hank sonrió con confianza, extendiendo los brazos hacia la sala del laboratorio.

— Los medios están aquí —dijo—. Babbel es una de las empresas más poderosas del mundo. Construir algo así no será un problema.

Presionó un botón, revelando un tubo lleno de un líquido verdoso.

— Este virus —explicó Hank, con voz cautivante que atrapaba la atención de todos los presentes— es más que una simple enfermedad. Es una herramienta de transformación, diseñada para desencadenar un evento catastrófico controlado que cambiará el curso de la humanidad.

Los accionistas miraban el tubo con una mezcla de fascinación y temor. Algunos se acercaron más para observar más de cerca aquel líquido verdoso.

— ¿Qué hace exactamente este virus, Dr. Hank? —preguntó Daniel, con una curiosidad mezclada con inquietud.

Hank sonrió, disfrutando del impacto que estaba causando en su audiencia.

— Este virus está diseñado para ser altamente contagioso y letal, pero con una especificación única: ataca y reorganiza el código genético humano de una manera que acelera la evolución. Se puede decir que en vez destruir, transforma.

Las miradas entre los presentes se cruzaban.

— Los individuos que sobrevivan a la infección serán los primeros en crear una nueva especie humana —continuó Hank—. Una especie más resistente, más adaptada a las nuevas condiciones ambientales que surgirán después del apocalipsis.

— ¿Y cómo planea controlar la propagación de algo tan peligroso? —preguntó Jessi, con una mezcla de incredulidad y preocupación en su voz.

Hank asintió, reconociendo la validez de la pregunta.

— El virus está genéticamente modificado para tener un período de incubación controlado y una transmisibilidad específica. Solo será liberado en áreas seleccionadas, asegurando que solo los que estén destinados a sobrevivir puedan hacerlo.

Los accionistas intercambiaron miradas nerviosas, procesando la información y las implicaciones éticas de lo que estaban a punto de desencadenar.

— ¿Y qué sucede con los que no son "elegidos"? —preguntó Choi con un tono de voz preocupado y haciendo énfasis con los dedos.

Hank los miró con seriedad.

— Los sacrificios son inevitables en cualquier acto de creación y transformación. Pero aquellos que sobrevivan serán los arquitectos del nuevo mundo, los que moldearán la tierra renovada según nuestros deseos.

Un silencio pesado llenó la sala mientras los accionistas contemplaban las palabras del Dr. Hank y en las consecuencias que podría desencadenar.

— El nuevo mundo está por empezar.

El líquido verdoso brillaba, como una promesa y una amenaza envuelta en uno solo.

《I N F E C C I O N》[𝐁𝐓𝐒]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora