Fantasmas

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Apenas ha podido mantener los ojos abiertos a pesar de que lleva horas encerrado en ese lugar, habiendo llorado todo lo que en estos días de felicidad olvidó llorar, siendo un tonto iluso que creyó que podía alcanzar felicidad cuando su vida siempre estuvo llena de mierda que otros se empeñaban en lanzar hacia él con saña para no verlo volar. No obstante no puede permitirse olvidar aunque los nervios le recorran la piel pues confía y ruega con que Namjoon regrese a él y le salve una vez más, porque aunque es estúpido ya lo ha hecho antes y cree poder esperar un poco más por él.

Aunque si es honesto no estaba preparado para ver esos fantasmas que ya lo atormentaron una vez, y de hecho no se siente lo suficientemente cuerdo como para soportar un trauma así de nuevo, pero que injusta es la vida porque el chico puede notar como después de horas de tenerlo en ese lugar: una puerta al final del pasillo es abierta y de ella solo sale la peor aberración que Dios pudo crear.

Y si es que acaso existe un Dios, Jinnie quiere rogar y pedirle de rodillas que por favor no lo deje a solas con él, porque una vez le hizo mucho daño y no puede soportar que lo haga una vez más.

Pero nunca tuvo oportunidad, ese chiquillo de cabellos oscuros y ojos pardos como la canela jamás vio la luz de una salida cuando era torturado a palizas por no tener el suficiente dinero cada día, o cuando simplemente era blanco fácil para desquitar la rabia de un alcohólico frustrado que fracasó en la vida para querer arruinar la suya también, y en esta ahora noche fría: parece querer volverlo a hacer.

Seokjin casi se cae hacia atrás cuando le ve, y busca de alguna manera correr lejos de él, sin embargo la silla a la que está atado se lo impide y pronto ese monstruo le toma del cabello, prosiguiendo a decir lo que tanto temió.

—¿Cómo estás, hijo?.

La piel del chiquillo se eriza con solo escucharlo y poder sentir además el fuerte olor a alcohol viniendo de él, trayendo a su mente dolorosos recuerdos del pasado dónde siempre terminó siendo lastimado, y quiere intentar correr una vez más haciéndolo reír ya que su inocencia es más de lo que cualquiera pudiese pensar.

¿No sé supone que él estaba en prisión?.

—Maldito mocoso malcriado—siente como lo toma del cuello, lastimándolo, y demostrando así que es más real que todo lo que ve alrededor.

—No por favor, no me toques—suplica, apenas pudiendo articular palabra, siendo totalmente preso del miedo por tener de nuevo a su enemigo frente a él.

Sin embargo al viejo poco le importa porque pronto le está dando una bofetada que lo hace gritar de dolor, de pronto haciéndose pequeño con solo recordar las palizas que vivió en su vida anterior a Namjoon.

—¡Eres un puto maldito insolente que me envió a prisión!.

—Yo te juro que no..—niega, sin atreverse a mirarlo, rogando por favor no recibir más golpes pues creyó que no tendría porque revivir eso que tanto le dañó, no obstante Hyukow le toma del cabello, haciéndolo sollozar una vez más.—Padre por favor no.

—Cierra la puta boca, Jin—lo escucha gruñir, más encolerizado que en toda su vida, causándole más temor.—Voy a hacerte pagar por haber renunciado a mí, bastardo hijo de puta.

Jinnie niega, no deseando estar en esa realidad.—No me toques, solo me haces daño cada que estás cerca de mí.

Hyukow niega, una vez más echándose a reír mientras aprieta fuerte el agarre en su cabello antes de susurrarle casi con abnegación.—No debiste escapar de mí, ¿sabes por qué?. —Seokjin niega, así que prosigue a hablar.—Los fantasmas siempre vuelven, querido hijo. Tenlo en cuenta cuando quieras volver a escapar de mí.

Afortunadamente le suelta, dándole la espalda para dejarlo solo en la habitación.

Y Jin apenas puede mantener su respiración pues la situación a sido tan aterradora que siente su corazón palpitar a una velocidad que no debería ser normal, mientras se permite llorar con fuerza porque si a algo le a temido toda su vida es a Hyukow y ahora que ha vuelto; no puede evitar temer que de nuevo no le permita escapar.

🍷🍷🍷


Pero no todos los fantasmas son malos.

El chico no puede evitar evocar en suplicas a ese hombre con el que lleva viviendo casi un año, siendo unidos de la manera más absurda y ortodoxa que cualquiera pudiese pensar. Pide que de nuevo se fije en él, que cometa cualquier error para sacarlo de la vida tan violenta de la que es preso y que por favor no permita que lo lastimen otra vez.

Solloza fuerte, pidiendo que Namjoon se de cuenta de que no está esperándolo en casa como hace todos los días para verlo cocinar. Solloza recordando esos brazos rodearlo en fuertes abrazos hasta que se queda dormido, o las ocasiones dónde sobrepasan los límites y realizan un viaje casi astral dominado por el deseo que sus cuerpos producen al estar juntos.

Y sobre todo evoca la seguridad que solo Kim Namjoon le da, deseando que quizá en esta ocasión le eche de menos y le venga a buscar. Todo esto a causa de lo dañado que está, de como necesitó ser retenido a la fuerza para comprender que merecía estar en otra realidad, a causa de experimentar el verdadero amor en un lugar que si puede llamar hogar.

Hasta que finalmente, después de tanto llanto recuerda..

—¿Es para mí?—como preguntó emocionado cuando una noche Namjoon le obsequió su primer reloj, y le sonrió asegurando que era más que eso y que por favor no se lo quitara a menos para ponerse otro siempre que saliera de casa.

—Es para ti, amor. Pero no es un simple reloj.

—¿Ah no?—recuerda haberle retado, incapaz de creer que pudiese tener una bomba sobre los dedos.—¿Entonces que es?.

Namjoon esa noche lo abrazó, de pronto estando más serio, y haciéndole prometer jamás olvidar esa información porque no quería pero esperaba que jamás lo tuvieran que usar bajo ninguna circunstancia.

—Es un artefacto de seguridad que quiero que lleves siempre contigo y cuando me necesites solo debas activar. ¿Entiendes muñequito?. Lo pondré en cada reloj que te compre y la única regla es que los debes usar siempre.

Jinnie ese día asintió, demasiado confiando en que no lo tendría que usar, aunque agradeciendo tener gracias a ello nuevos accesorios, pero bendito sea Kim Namjoon y su lado ilegal que le permiten hacer las locuras que quizá en este momento le salen la vida.

—¿Y como se activa?.

Kim Namjoon sonrió antes de pronunciar.

—Solo debes presionar este botón.

Y volviendo a la realidad el muñequito paró de llorar y no le importó romperse los brazos al intentar presionar el maldito botón azul que el reloj que lleva puesto tiene encima, porque esa fue su única esperanza de volver a estar con Namjoon y poder salvar su vida.

***

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y gracias por leer. <3

Infalible. [NAMJIN].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora