Julie me visitaba todos los días desde hace una semana luego de salir de la oficina. De hecho, ella me había encontrado tirada en la alfombra y Llorando desconsolada aquel día. Yo seguía igual, Herida, Humillada y Acaparada por la furia y el rencor.
—¿Te quedarás encerrada toda la vida? -Reclamó Julie de pie frente a mi cama. —Sólo es una jodida Fiesta, Fliss. Ya es tiempo de que olvides todo ésto y sigas adelante.
Ella tenía razón, pero mi corazón roto no decía lo mismo.
—No quiero salir, Julie. -Me quejé.
—Lo harás así sea que yo misma tenga que ducharte y vestirte. -Me señaló.
Suspiré con cansancio, Ella no se daría por vencida.
—No. -La fulminé.
—Sí, Lo harás. Ahora levanta ese gordo trasero de allí y ve a ducharte. -Ordenó.
Me rendí, No podría con aquella mujer. Al final, ¿Una fiesta no estaba mal, cierto?
Caminé con pereza al baño y me duche con Ligereza. Sequé mi cabello, Coloqué mi ropa interior y me encaminé hacia el closet para elegir lo que me pondria. Pero al final tuve que pedirle ayuda a Julie quien decidió por mi.
Ahora, Un Vestido Negro con mangas largas de encaje decoraba mi cuerpo resaltando mi enorme trasero y destacaba las pocas survas que tenía. El maquillaje fue poco; un poco de rimel, Colorete y labial rojo, acompañé el vestido con unos tacones rojo oscuro.
Me detallé en el espejo y suspire. No estaba tan mal a pesar de que mi alma estaba por los suelos, todo parecía ir bién respecto a mi atuendo.
—¿Quienes Irán? -Pregunté mientras seguí a Julie escaleras abajo.
—Todos los de la oficina. -Dijo sin más.
Me atraganté.
—¿Qué? -Pregunté alterada.
—La fiesta fue organizada por Ford. -Dijo con Un gesto Obvio.
—Me arrepentí. Yo no pienso ir ahí. -Empecé a retroceder pero Julie me sostuvo.
—¡Claro que lo harás! -Gritó.
Yo negué, No quería verle. No aún.
—¿Sabes? Siempre creí que eras valiente, pero no, eres una perra cobarde. -Dijo y al instante la fulminé.
—¡No me Mires así! -Chilló. —Puedes ir ahí y demostrarle que eres más que ésto o quedarte aquí y ahogarte en sufrimiento como una masoquista. -Masculló con enojo.
Lo pensé, Lo pensé y lo pensé para al final asentir. Ella chilló de alegría.
—¡Esa es Mi chica! -Dió un aplauso y besó mi Mejilla.
...
El camino a aquel Club nocturno estuvo lleno de cantos y gritos por parte de Julie y risitas nerviosas de mi parte.
Julie aparcó su Mercedes en el único lugar libre y proseguimos a bajar del auto. La entrada estaba a unos 100 metros y durante el recorrido vi a Julie bailar al ritmo de la música que retumbaba procedente del festivo lugar. Luego de sonreírle y mostrarle su carnet de empleada de la empresa, Entramos al Lugar.
El primero en visualizarnos fue Sam, quien llegó a nuestro lado con una sonrisa y nos guió hasta la mesa donde estaba todos, o casi todos.
—Que bueno que viniste Fliss. -Dijo Sam, o lo que logré escuchar por encima del escándalo.
—Ésta chica es un Grano en el Trasero, casi que no la convenzo. -Se mofó Julie haciendo a Sam reir.
En la mesa estaban Algunos Buenos amigos: Helen, Dan y Lucy De contabilidad, Carter y Marie de recursos Humanos, Amanda, Ashley y Jay de Publicidad, y sam que era el mensajero.Todos sonrieron y nos abrieron espacio en la mesa.