𝑭𝒂𝒎𝒊𝒍𝒊𝒂 𝑮𝒂𝒍𝒍𝒂𝒈𝒉𝒆𝒓.

𝐶𝑖𝑛𝑐𝑢𝑒𝑛𝑡𝑎

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Unos minutos después, escuché los ladridos emocionados de Argos. Salí de la cocina y me asome por la ventana.

El auto de Aidan está entrando en la cochera subterránea. Me dirigí a dónde está Arturo y Nadia.

La pequeña está dormida de nuevo, y Arturo, juega con sus dos muñecos.

-En un rato más estará la comida ¿Si?-Sonrei al menor.
-Huele muy rico, esperaré-Sonrio.

Asenti y entre de nuevo a la cocina, tras de mi Argos. Este comenzó a dar leves manazos en mis pies.

Pide que lo alimente, sonreí y me acerque al lugar donde tengo sus sobres. Le arrime su plato de agua, tomé su otro traste y le agrege su comida.

Me inque y se lo coloque alado del traste de agua, el rápidamente comenzó a deborar la comida. Sonreí y acaricie su pelaje.

-Comes como si nunca te alimentaramos Argos-Bufe.

Me levanté y lave mis manos, las seque y seguí cocinando. La puerta de la entrada se escuchó abrirse y Argos rápidamente salió de la cocina.

Me agache un poco para buscar una casuela donde pudiera hacer pechugas. Al tomarla cerré la puerta y me levanté sintiendo unas manos en mi cintura.

Sonreí levemente. Aidan dejo un castro beso en mi cuello y suspiro.

-Hola cariño-Dije.
-Hola cielo-Murmuro.

Encendí otra llama de la estufa, y coloque ahí la casuela, le agrege un poco de aceite y espere a que se calentará mientras me giro hacia Aidan.

Lo tome del cuello para después besar sus labios suavemente. El me respondió de la misma manera. Sus manos me apretaron más a el, caminando de reversa hasta chocar con la isleta de la cocina.

-Ya quería verte-Dijo en susurro.
-Y yo a ti-Acomode su camisa.

-Huele muy bien, ¿Que preparas?.

-Hago un poco de sopa para Arturo, Henry me a dicho que le encanta. Haré pechuga y algunos vegetales. Y recalentare un poco de espagueti que hiciste en la mañana-Dije mientras acaricio su cabello y miro mi acto.

-Me entro más el apetito al oír todo eso-Rio y junto nuestras frentes-Wendy me dijo lo que pasó hoy en tu oficina-Rodee los ojos.

-¿Que te dijo?.

-Que la trataste mal... Llegó llorando conmigo y bla bla.

-¿Y ahora me reclamaras?. Perfectamente nos quitamos las mastacaras para que ella me encarara.

-No cielo, no reclamaré nada, solo te avisaba y te quería decir que no me meteré en lo que hayan hablado. Solo quiero decirte, que te amo y jamás te cambiaría por nadie, y mucho menos me metería con otra-Beso mi mejilla.

Sonreí levemente y cerré los ojos.

-Confio en ti-Dije y bese sus labios.

-¿Quieres que te ayude en algo?.
-Pues... Podrías hacer algo de beber.-Dije.

-Echo, sera muy deliciosa la bebida.-Dijo feliz y se acerco a la nevera.

Me acerque a la estufa y seguí preparando la comida.

*****

Coloque el plato de sopa frente a Arturo. Un plato con algunos vegetales y una pequeña pechuga. El sonrió y me miro.

-¡Muchas gracias!-Exclamo.
-No es nada, espero te guste-Bese su frente.

Aidan bajo las escaleras, pues había llevado a Nadia a su habitación.

-Ya está en su cuna, y aún dormida-Dijo feliz y se sentó.

-Genial-Le arrime su plato.
-Huele delicioso-Sonrio mirándome.

Sonreí de vuelta y entre de nuevo a la cocina por mi plato. Me senté en medio de Aidan y Arturo. Serví la bebida que el ojiverde hizo en los vasos y comenzamos a comer.

-¿Te gustó la sopa?-Mire a Arturo.

El asintió.

-Esta muy rica, está mejor que la que se le quemó a mi papá Henry-Dijo riendo.

Aidan y yo reimos y hablo el ojiverde.

-Acondicionamos una habitación para tu Arturo, después de comer te llevaremos ¿Echo?.

El pequeño asintió.

-Echo-Sonrio y me miro-¿Me puedes dar agua por favor?-Sonrio.

-Claro lindo.

Tomé su vaso y se lo acerque a la boca. Arturo le dio un sorbo y después otro. Aleje del vaso de su boca y seguimos comiendo.

Al terminar, Aidan llevo a Arturo a su habitación, le llevo su maleta mientras yo recogo la mesa.

Lleve los trastes a la cocina y comencé a lavarlos.

-Ya está en su habitación, y está jugando un poco, Nadia sigue dormida, al parecer en el quinto sueño-Rio tomando los platos que lave, para después acomodarlos en su lugar.

-Gracias-Sonrei.

Aidan me giño el ojo y después tomo los vasos, los cubiertos y los acomodo en su lugar. Cerré la llave del agua y seque mis manos.

Me acerque a mi esposo y bese levemente sus labios.

-¿Que hacemos ahora?-Rio.

-Podemos jugar juegos de mesa, quién pierda... Saca la basura y lava la ropa.-Lo rete.

-Echo, y quién gana, ¿Que se llevará?-Suvemente bajo sus manos a mi trasero.

-Hay visitas pervertido-Rei.

-No creo que escuche... Amenos que te haga gritar más de lo normal. Y si es así, tu querido esposo, tiene corbatas y te puedo cubrir tu hermosa boquita.

Dio un leve azote en mi trasero y beso locamente mis labios, le respondí de igual manera.