𝑭𝒂𝒎𝒊𝒍𝒊𝒂 𝑮𝒂𝒍𝒍𝒂𝒈𝒉𝒆𝒓.

𝐶𝑖𝑛𝑐𝑢𝑒𝑛𝑡𝑎 𝑦 𝑜𝑐𝒉𝒐

__:

El sueño comenzó a asomarse,  hasta que mis ojos de tanto llorar imploraron descansar, me recosté en el sofá, y me abrace a mi misma mientras me cubría con una manta.

Aidan tiene razón, este maldito sofá es completamente incómodo. Solté un quejido y me reacomode.

Me levanté rápidamente y mire la mesa de centro, rápidamente la recorrí y deje la alfombra libre. Ahí coloque mi almohada, me recosté y después me eche la manta al piso para dormir.

Suspiré y dormí. A la mañana siguiente me levanté con un leve dolor de cabeza, suspiré sentándome en la alfombra, y mire a todos lados.

Con dificultad me levanté y volví a acomodar la mesa, claro antes quite mi almohada y mi cobija.

-¡Dame dame!-Se escucho la voz de Nadia en la cocina.

Rápidamente volte y camine hacia allí, entre encontrandome con Aidan alimentando a Nadia. La cocina era un desastre, al igual que los trastes que un no había lavado.

No lo mire ni lo hice en ese momento, pero en cambio, si sentí su mirada. Encantada me acerque a ellos y Nadia me miro.

-¡Mami, mami!-Exclamo.
-¡Mi amor te extrañe tanto!-Dije llena de encantó.

La tomé en brazos y la pegue a mi. Nadia me abrazo con sus brazos y me pego a ella. Sonreí como idiota y me gire haciendo que le dé la espalda a Aidan.

-Te amo tanto-Murmure con los ojos cerrados.

Nos alejamos del abrazo para mirarnos.

-¿Te fue bien?-Sonrei.

Ella asintió, bese su frente y la regrese a su silla. Acaricie su mejilla y hablé.

-Me iré a duchar, para después cambiarme, bajo por ti, y nos vamos al hospital cariño. Tengo cita, ¿Esta bien?-Musite.

-Yo la cuidare esta tarde... Yo em, en la noche es cuando yo tengo mi guardia-Escuche la voz de Aidan tras de mi.

Suspiré rodando los ojos, y sin mirarlo hablé.

-No necesito tu apoyo, gracias. Puedes jugar todo el día con tu consola, Nadia siempre se va conmigo al hospital, hoy no será la excepción.-Acaricie el cabello negro de Nadia.

Salí de la cocina y subí a la habitación, la cama estaba destandida, la ropa sucia en el piso al igual que los zapatos. Y casualmente, todo es de Aidan.

No mire más, esto es tan estresante. Pero no recogería nada, ya no le recogería sus cosas ni le reprocharia nada.

Solté mi cabello de la pequeña coleta que tenía, quite mi pijama quedando en ropa interior. Hice bola mi pijama y la coloque en el sesto de ropa sucia.

Entre al baño y tomé una refrescante y urgente ducha. Al salir, me enrolle en la toalla y salí del baño.

Aidan estaba ahí jugando con la consola mientras Nadia juega con sus juguetes. Su mirada se despegó del juego y me miro.

Al no recibir ninguna queja de mi parte y mucho menos un reclamo, su mirada se torno confusa.

Yo dejé de mirarlo y camine hasta mis cajones, de ahí saqué unos jeans negros, mi ropa interior y los cerré, me acerque a mi ropa colgada, para después sacar una camisa blanca de seda.

Tomé mis tacones y me acerque a la cama, deje todo ahí. Mire a Nadia.

La cuál me sonrió y rápidamente tapo sus ojitos. Me encanta esta hermosa criatura.

-No me cambiaré aquí amor, iré al baño-Le dije.

Ella asintió y quitó las manos de sus ojitos. Tomé solo mi ropa y entre al baño cerrando la puerta.

Aidan:

Al ella cerrar la puerta, está rebotó y se abrió levemente. Idiotamente mire por ese acceso.

Se veía el reflejo de __. Dejo caer su toalla dejándome ver sus senos, relami mis labios y seguí mirando. Tomo una crema humectante y la unto.

Se perfumo la piel, y después seco su cabello con la toalla, dándole forma en que hoy quería rizos. Al este estar menos húmedo, se colocó el sostén y después la camisa.

Baje la mirada y nuevamente mire la pantalla. No me importa si se está vistiendo, tengo cosas que hacer en esta partida.

-Papi-Me llamo Nadia.

Rápidamente dejé de lado el control de la consola y la mire.

-¿Que cosa amor?, ¿Dónde te duele?, ¿Te pegaste?-Pregunte preocupado.

Ella negó con la cabeza y señaló su pancita.

-¿Así?-Hice un ademán de poquito-¿O así?-Hice un ademan de más.

Ella me copio el ademan de poquito, asenti y estire mi brazo hacia el vaso de agua que estaba a mi lado.

Con cuidado se lo acerque y le ayude a qué le diera un trago, mi pequeña aún no sabe tomar en vasos.

Al darle un sorbo, le dio otro y después alejo el rostro del vaso. Le aleje el objeto y la mire.

-¿Ya está?-Sonrei.

Ella asintió con una preciosa sonrisa. Rápidamente la atraje a mi y bese su mejilla.

-Nadia, te amo como no te imaginas-Susurre encantado.

Ella comenzó a reír.

-¿Que te doy risa?-Pregunte divertido.

Ella río de nuevo y volví a besarla en el rostro sin parar.

__ salió del baño, a lo cual no le di importancia, seguí besando y adorando a mi pequeña.

Minutos después, la castaña hablo.

-Ya nos vamos-Dijo sin mirarme.

Nadia le extendió los brazos pidiendo ser cargada por ella, __ sonrió y la tomo.

Y la mire, tan sexy y arreglada como siempre. Ella me miro sin expresión y hablo.

-Tom pasará por Argos y lo traerá a casa-Dijo.

-¿Por qué Tom irá por el?-Pregunte confundido.

-El vive cerca de la veterinaria, y se ofreció a traerlo mientras no estoy. Si gustas puedes abrirles y si no, le di un duplicado de la llave, para que entre sin problemas.

Asenti sin dejar de mirarla.

-Despidete de tu padre Nadia-Le murmuró.

Ella asintió, __ la acerco a mi y mi pequeña beso tronadamente mi mejilla, sonreí como idiota.

Me levanté de mi asiento y mire a __ esperando a que ella se despida de mi.

-Nos vemos luego-Murmuro y tomo su bolso. Bajo a Nadia de sus brazos y le dio la mano.

Resignado por eso, tome su brazo haciendo que suelte a Nadia. La pegue a mi.

Para después besar sus labios. __ no los movió, siquiera sentí su intento.

-¿Para eso no te fastidio cierto?-Susurro cerca de mi rostro, alzando la mirada a mis ojos.

-Perdoname por lo de ayer... Necesitamos hablar, esto no se puede acabar-Murmure-Yo te amo __. No puedo perderte así.

-Creo que eso no lo sentías anoche-Se alejo de mi-Que tengas una linda tarde Aidan-Dijo para después tomar de nuevo la mano de Nadia y salir de la habitación.

Carajo, carajo, ¿Y ahora que mierda hago?