Yo una chica con defectos les demostraré que puedo ser el mismísimo diablo si me lo propongo, mi vida no ha sido fácil y peor aún cuando lo conocí a él.
Él, el chico que con una mirada causa orgasmos, el que te da el mejor sexo que puedes imaginar...
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ELIÁN:
Desde que llegue Hospital Real de Bethlem el hospital donde mis padres me obligaron a estar, no he hecho nada más que observar a cada una de las personas que están aquí, siempre me pregunto porque demonios estoy aquí, cuando debería estar en mi cuarto escuchando música o con mi hermoso bebe que tuve con mi actual esposa, ella es tan encantadora, mi amada Amelia con su dulce mirada, esos ojos que simplemente me iluminan la vida.
—Por favor se le solicita en mi sala de terapia— escuchó una voz que nunca había oído desde que llegué a este lugar.
Es una voz que me tranquiliza y no entiendo el porqué de eso, me acerco hacia el pasillo mientras la veo. Ella esta con esa bata blanca y su cabello negro recogido en media coleta, y me pregunto «¿De dónde salio esa mujer?».
—Tienes que ir al segundo piso en la primera puerta— me dice la enfermera encargada de mi cuidado.
Me la folle un par de veces, y ahora cree que estoy enamorado de ella, no sé porque siempre piensan eso cuando se las follan, no entienden que el amor o enamorarse es un estado que se deteriora con el tiempo y si estas con la misma persona por más tiempo de lo que se supone que deben estar es solo costumbre.
—Ya voy, nena— le dije pretendiendo ser coqueto.
Camino por los pasillos que me llevaran a conocer a la que se supone que va ser mi psiquiatra personal, la que supuestamente me va ayudar con el problema que tengo. No tengo ni el más mínimo interés en estar aquí, de hecho me gustaría matar a todos y escapar.
Me adentro a la sala y la veo de nuevo, tiene unos ojos color negro como la noche, pero algo capta mi atención: su ojo derecho tiene algo diferente, el negro de su ojo combinado con motitas de miel es fascinante.
—¿Algún problema?— me dice con un tono que hace que mi polla aumente de tamaño, no había escuchado una voz tan cruda y dulce a la vez.
—Ninguno doctora— le digo a la chica que me hará acabar esta noche.
—Pues empecemos—espeta de manera fría.
Y así comenzó este ferviente amor.
NOTAS DEL AUTOR:
Tadaaaa, pues estaba pensando en subir esto otro día pero dije porque no jiji, saben que l@s amo muchísimo, no olviden compartir la historia y votar y sobre todo comentar.
Los amo, como les dije este es ultimo capitulo cortito que hay. besitos en sus colas
