CAPÍTULO 6

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ELIÁN:

La doctora Ivanova es interesante de cierta manera, no pasa desapercibido que oculta algo. Soy un hombre bastante inteligente en ese ámbito, he visto a lo largo de mi vida cuando las personas ocultan algo y ella es una de esas personas, y para descifrar su "secreto" sólo necesito tenerla de mi lado, ademas si quiero salir de este lugar, ella es mi boleto de salida en este hospital de mierda.

Mi principal objetivo es hacerla caer a mis pies, aunque no está demás meterme entre sus piernas y pasarla bien un rato. He fantaseado con ella muchas veces, normalmente durante la noche cuando me masturbo, pienso en ella y la joya que sería verla hacerme una mamada, o mejor aún, acabar dentro de su boca, y después follar como conejos, hacerla gritar mi nombre en todas los posiciones posibles y en cada uno de los lugares del psiquiátrico, pero se que no es una presa fácil, sin embargo, tampoco imposible.

No debo olvidar que si quiero irme con mi hijo y Amelia debo hacerla caer, otro objetivo que jamás olvidó, los extraño tanto, quisiera saber como estan, que tal la estan pasando en mi ausencia y si mi mujer me extraña mucho, sobre todo en la cama, recuerdo cuando la follaba, como gritaba de placer cada vez que le daba duro, sus gemidos inundaban la habitación y eso me excitaba mucho, haciendo que mis movimientos cada vez fueran más rápidos para al final acabar los dos juntos.

Me dirijo a su oficina cruzando el largo pasillo donde se encuentran unos ventanales gigantescos y estos a su vez ayudan a que la luz del día entre, durante el trayecto imagino como sería que estuviesen aquí mi esposa y mi hijo esperándome al final de este para después acercarme a ellos y darnos un abrazo como la familia que siempre hemos sido, y que por culpa de otros nos separaron, esquivo a algunas de las enfermeras que cubren el turno de la noche.

Llegó al lugar y puedo escuchar como habla mi nueva víctima, antes de abrir la puerta golpeo un par de veces sin recibir alguna respuesta, lo cual, me es extraño, ya que, por lo general a esta hora siempre tiende a estar en su oficina, un poco decepcionado y extrañado me giro para así volver hacía mi habitación «menuda mierda» pienso al no tener éxito en mi primer movimiento, no era algo esencial en todo el plan, pero con esto podría tomar otro rumbo y así facilitarme mi salida, mientras camino cruzo miradas con la chica que he estado buscando, me apresuro a alcanzar su paso antes de que cruce el umbral para adentrarse a la oficina donde firman su hora de salida.

—Doctora Ivanova —saludo tratando de ser amigable.

—¿Qué quieres? —contesta tan fría como siempre, pero hay algo que noto en su mirada, como un toque de frustración.

—Parece que amanecimos con el pie izquierdo— digo tratando de aligerar el ambiente, aunque no sé ni siquiera porque mierda lo quiero aligerar, si me gusta sacarla de sus casillas.

—En serio, Elián, ¿Qué necesitas?.

—Sólo quería una charla amena con usted, ¿Es que acaso está prohibido eso?— preguntó con un toque de burla.

Sacarla de sus casillas es algo divertido para mi, es como si a un niño le quitasen su helado para hacerlo llorar. La observó fijamente para darme cuenta que utiliza lentes, cosa que no había visto antes, parece como la chica de la película Escuadrón Suicida, Harley Quinn, me parece que se llama, ví millones de veces esa película, tenía un cierto fetiche por la pareja, quería que Amelia fuera esa chica y tambien que se pintara el pelo de esa forma, pero cuando me dio la noticia de que íbamos a ser padres, se me olvidó por completo eso, ni siquiera se porque cada vez que hablo de la doctora Ivanova recuerdo a Amelia o la comparo con ella, debo dejar de hacer estas pendejadas. De repente me veo obligado a poner atención a la charla que anteriormente estaba desarrollando con la doctora.

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