XIV| sin editar

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[Entre la espada y la pared, otra vez]

M A R A T O N
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Fanny

Desperté por el tañido de mi despertador. Nunca tengo tanta pereza para levantarme de la cama pero hoy si, hoy tengo el cuerpo con pocos ánimos de tener actividad física y mis manos, mis manos me duelen horrible. Entró en mi cabeza el recuerdo de como golpeaba la puerta del auto de Sebastian con fuerza hasta que el me obligó a dejar de hacerlo y estar muy cerca de él. Una vez más, llore y no exactamente de esas lágrimas que se derraman a diario, es porque tenerlo cerca me lastima, trato de ocultarlo pero llega un punto en que no logro mantenerme. En el que solo quiero llorar y preguntarme porque se fue

Creo que fue él quien me subió hasta acá anoche porque de tanto llorar en su regazo quede dormida.

Arrastre mi cuerpo en la cama hasta lograr sentarme, estire mis manos y solté un bostezo. Mire mis manos y estaban vendadas, supongo que también lo hizo él. Deje de mirarlas porque escuché un «toc, toc» que venía detrás de mi puerta.

—Pasen.— Grite. Observe a mi mejor amiga con la misma flojera que traigo yo pero vestida y peinada. Supongo que porque fue a llevar a Aina al kínder.

—Buenos días, mana.— Arrastró sus pies por el suelo  y en cuanto llego acá, se tiró en la cama quedando boca abajo. —¿Cómo siguen tus manos?— Preguntó sin mirarme

—¿Como sabes lo de mis manos?

—Anoche ayude a Sebastian. Estas bien loca Fanny, ¿Cómo vas a golpear una puerta así? Si el no te detiene quien sabe y te rompes la muñeca.

—Perdí el control de mi misma, perdón.— Murmuré
—Me duelen, pero solo un poco.— Mentí, me duelen bastante

—¿Quieres que te cambie el vendaje?— Levantó su cabeza para mirarme con preocupación

—No, tranquila. Sirve que me tengo que bañar porque quede con Pablo de vernos en su empresa

—Tú y tú Pablo— Rodó los ojos —Por cierto, ¿Como te fue el lunes en tu segunda sesión?

—Mal— Confesé —Aún no logro dejar ir, se me hace difícil y en la consulta del lunes solo me dio una charla motivacional y de como se deja ir. Si fuera tan fácil como ella lo planta hace años yo estuviese bien

—No es fácil pero tú puedes, yo confío en ti mana. Lo estás intentando que es lo que vale y yo estoy orgullosa de ti por eso— Con su mano acaricio mi pierna, luego de ello, se sentó y enderezó encima de sus piernas. —Oye, me lo pensé y no me siento cómoda con la familia de Sebastian acá, encima nuestro. Tengo miedo, ya sabes el porqué

—¿A que te refieres?

—Ya sabes, Andrés... Siento que en cualquier momento puede descubrir que Ainara es su hija. Pasa mucho tiempo con el Matthew y ahora que apareció esta niña, Milly. Todos son familiares de ella, la sangre hala. No quiero que el lo sepa

—Nunca he entendido porque no quieres que lo sepa, es su hija y tiene el derecho de conocerla. Tampoco es que Andrés sea un perro de los perros, como lo es Sebastian

—Ni yo me entiendo— Resopló —Lo que decía es que, lo mejor es que me mude

—No— Negué varias veces —Ni en sueños, sabes que no puedo vivir sola. Ustedes son todo para mi

—Y tú todo para nosotras pero quiero mantener a Ainara alejada de su familia paterna, Sebastian seguirá insistiendo y vendrá aquí seguido, con eso de que la hija de Juan está frustrada contigo también lo hará.

I am no longer unfaithfully yours| Ya no soy infielmente tuya| (Yatralu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora