XXV| sin editar

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[Que sea lo que tenga que ser]




Fanny

—Fanny...— Farfulló. Ya casi se va quedando dormida, su tono de voz me lo deja claro.

—Diga chiquita— Deje de acariciar su pelo el cual se encontraba desordenado en mis piernas, su cabeza estaba encima mío.

—¿Vas a volver con mi tío?— Soltó un bostezo luego de inquirir

—¿Tu como sabes de esos temas?— Cuestioné

—Escuche a la abuela hablar de eso en casa, aparte estoy grande, es claro que tú y mi tío se gustan

—Son temas de mayores, mi vida. Mejor cerremos esos ojitos— Retire su cabeza de mis piernas con cuidado y la deje en la cama, la tape bien con la sábana. —Descansa un ratito

—Sea lo que sea, regresen. Mi tío es un bobo pero perdónalo, se nota que cambio y que te ama mucho, como tú a él...— Fueron sus últimas palabras antes de cerrar los ojos y no balbucear nada más

Sus palabras no ayudaron, si necesitaba oír que Sebastian era un bobo, pero eso ya lo sabía. De todas formas, ya tome una decisión, estoy orgullosa de mi porque no tuve que usar ninguna bola de cristal. Aunque no se si sea la mejor, es lo mejor para mi, es lo que vale e importa.

Baje una vez hacia donde Sebastian, me dijo que hablaría con Martina así que yo para no escuchar esa conversación preferí acompañar a Milly a tomar una siesta mientras llega Maria por ella.

—¿Sabes que? Haz lo que quieras con tu vida pero mañana mismo voy por mi hijo quieras o no. Estará conmigo y si no quieres aceptar eso ni que nos turnemos al niño entonces creo que tendremos que irnos a tribunales, nos vemos Martina.— Y colgó. Lanzó el celular al sofá y pasó sus manos por su cabello, se notaba frustrado, aún no se había percatado de mi presencia.

—¿Está todo bien?— Suelo hacer preguntas estúpidas sabiendo las respuestas. Camine hacia el y coloque una mano en su hombro, luego le brinde una sonrisa reconfortante. No tengo hijos pero se que estar lejos del suyo solo por mi lo tortura y odio estar en medio de esa separación

—No— Se echo atrás aún frustrado y se dio la vuelta para abrir una botella de Whisky del mini bar, servirse en un vaso y bebérselo de un solo tirón. Bajo la cabeza y mordió su labio con fuerza y rabia. Me miro con ese semblante seco y furioso —¿Te conté que Martina no es una buena madre?— Negué
—Pues eso, que por la única razón que estaba con ella era por Matthew, ella le grita y el la odia, la detesta. Es su madre, un niño de su edad no puede sentir esas cosas por su madre pero es lo que hay y no puedo imaginarme lo mal que debe estar el sin mi. En la llamada me dijo que no volvería a ver a mi hijo, que me olvide de que soy su padre— Mientras hablaba se sirvió otro poco más de whisky en el vaso, preste atención a la cantidad que se servía. Dejare que beba porque se que lo necesita pero no dejare que abuse del alcohol —No le dejare mi hijo a esa loca, en los años que pase con ella pude notar lo mal que está y lo obsesionada que está contigo. Con nuestra historia, te menciona diario y todo esa envidia, odio o lo que sea que te tiene la aguantaba diario y a mi hijo le ha tocado aguantar tener una madre así. No pienso dejárselo— Cuando note que sus ojos se llenaron de lágrimas y esas últimas palabras fueron entrecortadas supe que era el momento de acercarme otra vez, con la esperanza de que no se alejara

—Oye, tranquilo— Murmuré. Tome de su cabeza con delicadeza y lo acerqué a mi, no me abrazo, solo escuché sus sollozos en mi oído. Me parte en dos verlo así —Estoy aquí contigo. Todo está bien— Susurre en un tono muy ligero, que entienda que no está solo y que conmigo puede llorar y no guardarse nada.

I am no longer unfaithfully yours| Ya no soy infielmente tuya| (Yatralu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora