La despedida

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Dije que no dolía,
pero no era así.
Siempre dolió,
siempre estuvo ahí.

Y yo lo sabía,
sabía que me quemaba,
y aun así me mantenía,
para ver si me mataba.

Porque hice demasiado,
di demasiado,
sentí demasiado.

No quería botar todos mis esfuerzos,
esos que hice para estar contigo.
No quería que el amor quedara en versos,
y tener solo al papel como testigo.

Y me esforcé cada día,
para ser perfecta,
quería ser tu melodía,
pero era la incorrecta.

Es que cualquiera era mejor,
todas parecían gustarte más,
un día yo era tu amor,
y al otro era una más.

Me tenías confundida,
por siempre ilusionada,
al final terminé hundida,
en una promesa desolada.

Ya no quiero tu falso amor,
no puedo soportarlo,
es demasiado abrumador,
ya no podré afrontarlo.

Es momento de alejarme,
y ya no quiero explicarlo,
espero puedas soltarme,
no debes complicarlo.

Nos hicimos mucho daño,
ambos necesitamos salir,
lo nuestro fue un engaño,
es momento de huir.

Nunca te olvidaré,
estarás siempre en mi mente,
pero no puedo perpetuar,
este cariño ausente.

Ya no tengo nada que darte,
y tú no quieres darme nada,
mejor será recordarte,
como una persona soñada.

Microrrelatos y poemasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora