¿Los animales tienen sentimientos?
Una pregunta tan difícil
de responder, los huma-
nos tratamos de compren-
der un mundo el cual
nos rechaza.
"Mis instintos saldrán a luz, cuando la amenaza trate de atacarme."
"Todas tus formas son únicas, pero al...
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Dejó sus zapatos en la entrada de su hogar, soltando un suspiro al ver como dos filas de hombres la esperaban desde el inició.
—Bienvenida Keiko-sama. — dijeron al unísono.
Hime río suavemente antes de una reverencia y comenzar a caminar hacia la sala principal donde la esperaba su abuelo con una mirada serena.
—No es necesario que en reciban así siempre abuelo. — sonrió levemente al mismo tiempo que bajaba su cabeza para que este dejara una caricia sobre esta.
—Eres mi única nieta, tienes que ser respectada. Además que eres la última descendiente de los cambian humanos. — respondió con seriedad mientras comenzaba a caminar hacia el interior de la habitación. —Toma asiento, y bebamos un té juntos.
Keiko afirmo con su cabeza, saliendo de la sala para dirigirse hacia su recámara y cambiarse por un kimono quera mucho mas cómodo para ella. Una vez que termino fue hacia el jardín personal de su abuelo en donde este la esperaba con una mesa perfectamente preparada para el té.
—¿Te fue bien? — preguntó una vez que se sentó a su lado.
—No, todo fue un desastre. — respondió con sinceridad. — Quería convertirme en una hormiga para irme de ese lugar. —confesó.
—Eso seria un vergüenza para tu linaje. —reprochó sin mirarla. — Pero te entiendo, es algo normal en tu primer día fuera de tu mundo.
—Dylan estuvo de maravilla. — suspiro y tomo un pequeño sorbo de su té. — Hoy tuvo que visitar a su madre en el hospital.
—Es un buen muchacho, un orgullo de su familia. —río Kimura dejando caricias sobre pelaje del gato que hace unos minutos se había puesto a su costado.
