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El par de amigos vivieron todos sus años de secundaria huyendo de los que se empeñaban en hacerles la vida imposible. Corrían hasta que los perdían de vista para después reírse juntos como si fuera el mejor chiste. Ellos sabían que no había nada de bueno en qué huyeran de personas que querían hacerles daño para que al día siguiente estos se vengaran de alguna manera cuando estuvieran separados.

Nunca eran tan crueles con Namjoon como lo eran con Yoongi. El pálido no sabía mantenerse callado y siempre se les pondría al par a pesar de que sabía que resultaría peor para él, pero sabía que se quedaría con algo que aliviaría el dolor de los golpes. Su ego dañado. No había nada más satisfactorio que ver a los alfas totalmente dañados por un comentario tan absurdo y ver cómo intentaban demostrar su poder golpeándolo.

Era el último día de escuela, ese día Min Yoongi se separaría de Namjoon para darle paso a una nueva etapa de su vida. La universidad. Le aterraba la idea de entrar a ese lugar aunque mantenía la esperanza de que en esa etapa las personas fueran más maduras y dejarán sus absurdos pensamientos sobre los rangos.

- ¿No estás feliz Yoongi? - preguntó su amigo.

Faltaba poco para que la ceremonia comenzara y aprovecharon ese momento para hablar.

- Mmmh... Nada nuevo.

- irás a la universidad, claro que es algo bueno. - le sonrió. Aunque parecía más una mueca que una sonrisa.

- parece que estás feliz con que me vaya... - dijo el beta.

- Claro que no... No estoy feliz, ahora mismo estoy pensando en que haré sin ti. - sus labios se inclinaron hacia abajo.

- dejaras sin descendencia a esos estúpidos por mi.

Namjoon rió y negó levemente con la cabeza.

Extrañaría a su amigo. Ellos prometieron que seguirían hablando después de que Yoongi entrara a la universidad, más bien, Namjoon lo obligó a decirlo y Yoongi no dudo en aceptar, en ni uno de sus planes estaba dejar de lado a su amigo omega, él era su todo, y realmente le asustaba que esa palabra se la llevara una persona, más específicamente un Omega de gran volumen, con hermosos hoyuelos y preciosa personalidad.

- ¿Tus padre vendrán? - preguntó Namjoon.

- No, están ocupados. - dijo con indiferencia.

Kim solo tuvo una oportunidad para conocerlos y fueron solo unos minutos en el cumpleaños de Yoongi. Solo eran ellos dos en la casa de mayor. La casa era enorme que le sorprendía a Namjoon que Yoongi pudiera estar ahí solo todo el día sin sentir miedo. Ese día decidieron ver una película y en el momento que la pusieron sus padres entraron por la puerta y soltaron palabras vacías.

- Feliz cumpleaños, hijo.- soltó el alfa, mirando su teléfono.

- gracias.

- Más tarde mi secretaria te dará tu regalo. Lamento que no podamos estar hoy aquí, tenemos que regresar pronto a la oficina. - ni siquiera se percataron de la presencia del moreno.

- lamentable... - dijo el hijo sin dejar de  ver la pantalla.

Esa fue la última y única vez que Namjoon pudo conocerlos y no fue un ambiente agradable.

Pronto la ceremonia comenzó y Yoongi se fue a su lugar asignado. Namjoon se fue a donde estaba el resto de los alumnos y desde ahí apreció el acto.

Min pasó a recibir su diploma para que le tomaran unas cuantas fotos y bajo para darle espacio a otro.

Todos aplaudieron y caminaron hacia sus familiares para celebrar quienes los recibían con un caluroso abrazo llenos de orgullo de que su hijo estuviera terminando una etapa de su vida, una cosa más que podrían presumir con sus amigos.

Min camino sin ánimo y soltó un suspiro pisado dispuesto a salir de ese lugar. Caminó entre los pasillos solitarios, esperaría a Namjoon en la entrada.

Sintió un peso sobre su cuerpo que lo hizo irse de lado. Su cuerpo se tensó ante las posibilidades pero se relajó cuando escuchó la suave voz de su amigo.

- Felicidades hyung...

Yoongi rió ante aquel apodo.

- Hasta que por fin me hablas con honoríficos mocoso.

- Suena como un anciano si lo dice así. - se burló Namjoon alejándose de él.

- Eres un irrespetuoso.

- aun así me ama...- le sonrió.

Yoongi miró el brillante rostro de Namjoon y no pudo evitar sonreír tal como él. Sus hoyuelos eran notorios, sus mejillas se abultaban haciendo que sus ojos se cerraran y sus labios regordetes formaban una hermosa curva que el pálido siempre desearía ver.

Sintió que algo dentro de su estómago se removió y que su corazón latía con rapidez. Sus mejillas se calentaron y sus ojos comenzaron a lagrimear.

Namjoon tenía razón, Yoongi lo amaba.

- ¿porque llora?- preguntó el moreno alarmado de ver a su mayor.

Le pálido salió de su trance y toco sus ojos para verificar lo dicho por Namjoon. Rápidamente limpió sus ojos cuando se dio cuenta de que era verdad.

- Estoy feliz de nunca regresar a ese lugar.

- seguramente deseaba salir para ya no verme. - dijo Namjoon cruzando sus brazos bajo su pecho.

Yoongi rió y negó.

- eres lo único que extrañare ver todos los días.

- aún así iré a verlo a su casa... ¡Nunca podrá deshacerse de mi! - gritó para lanzarse a los brazos de su amigo y abrazarlo con fuerza.

Min rodeo la cintura de Namjoon con sus brazos y lo atrajo más hacia él.

Estaba perdidamente enamorado y le asustaba porque sabía que no era lo que Namjoon buscaba o deseaba. No era un alfa como los libros que leía el moreno.







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Una disculpa por los errores y muchas gracias por leer 💞💞💞

No Es Un Cuento De Hadas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora