Yoongi mantenía entre sus brazos al moreno que no paraba de sollozar en la parte trasera del auto del modelo quien se limitaba a conducir por la dirección que su compañero de equipo le había dado. Le rompía el corazón en trozos verlo de aquella manera tan doblegado y débil, tan herido. No comprendía cómo alguien tan bueno y puro como él podía ser dañado de esa manera tan inhumana.
Sacó de su mochila unas toallas húmedas para limpiar su rostro y parte de sus brazos. Comenzó con sus brazos ya que estos no los tenía ocultados hasta que tuvo que tener limpiar su rostro.
- Namjoonie...- susurró en su oído.- ¿puedes levantar tu rostro?
Namjoon negó con su cabeza, pero Yoongi no lo dejaría pasar, si el lodo se seguía secando le causaría irritación en su piel.
- Vamos... Prometo que no me tardaré.
Lo dudó unos segundos pero terminó por ceder y subió su rostro hasta la altura de Yoongi. No se atrevía a mirarlo por lo que su mirada siempre se mantuvo en sus piernas.
- ¿Te gusta mi suéter? Lo compré especialmente para hoy y también compré uno para ti, vamos a estar combinados ...- dijo Yoongi en un intentó de distraer a Namjoon.
Namjoon vió su suéter unos segundos para después intentar sonreír.
- ¿No es lindo?
Asintió con su cabeza lentamente mientras Min seguía limpiando su rostro. Era realmente raro escúcharlo decir o actuar de esa manera tan dulce pero por ver al moreno con lindos hoyuelos bien, haría todo.
No se percataron de que ya estaban llegando a la casa del moreno, hasta que Jeon se los hizo saber.
Yoongi ayudó a bajar a Namjoon quien seguía adolorido.
- Iré en unos segundos, ¿Si? - dijo Yoongi hasta dejarlo en la entrada.
Kim asintió y entró a la casa.
Yoongi se dió media vuelta y vió a Jungkook parado a un lado de su auto, observándolo. Soltó un suspiro pesado y caminó hasta estar frente a él.
- Gracias Jeon.- habló con honestidad. Por más que quisiera sentir celos de la facilidad con la que había levantado a Namjoon, estaba agradecido con él.
- No fue nada... Hice lo que cualquiera otra persona hubiera hecho.
Yoongi soltó una risa sarcástica. Era curioso que alguien lo dijera y se viera como algo común, ayudar sin importar si es Omega, beta o alfa, sin importar su complexión, color de piel o raza, pero la realidad era otra, solo se actuaba con indiferencia sintiendo lástima por aquella personas.
Cómo si su lastima fuera a solucionar el problema.
- Es bueno saber que piensas eso.- lo miró.- pero realmente gracias. Namjoon es alguien muy importante para mí, así que si necesitas algo... Puedes pedírmelo y si está en mis manos te ayudaré.- dijo con honestidad.
Jungkook se limitó a asentir con una sonrisa de boca cerrada.
- Bien. Me voy y gracias otra vez .- sonrió.
Se dispuso a caminar hacia la casa pero Jeon lo detuvo.
- Yoongi espera.- el mencionado volteó a verlo con atención.- ¿Puedo pedirte ese favor?
Desde su lugar el pálido asintió.
- Permíteme salir contigo a tomar un café... O a comer si quieres. Diría que el cine pero no es buen lugar para hablar y a mi me gustaría hablar y conocernos más.
Min lo pensó unos segundos pero sabía que comprarle un café o algún postre sería una buena forma de agradecerle y el chico no se veía como alguien malo.
- Me parece bien. Envíame un mensaje cuando puedas.
Dijo dando por teeminanda la conversación sin darle oportunidad a Jungkook de contestar.
[...]
Miraba su cuerpo lleno de su suciedad a través del espejo del baño. Las lágrimas rodaban por su mejillas sin parar, siendo evidentes al dejar una línea sobre sus mejillas sucias y por más que intentara llorar en silencio era imposible hacerlo, tenía tantos sentimientos encontrados que pronto explotaría.
Recargó sus manos temblorinas sobre el lavabo mientras intentaba controlar su respiración que cada vez se le hacía más difícil respirar. Tomaba bocadas de aire entre sollozos en un intento de detenerse.
No quería mirarse más, no quería volver a intentar ser como era porque no tenía sentido, no tenía sentido vestir como te gustara si eras gordo, no tenía sentido actuar lindo si eras gordo. Ni siquiera podías enfermar porque la culpa sería el peso. El mundo era tan hipócrita.
A pasos lentos a rastras entró a la regadera para abrir la llave del agua y dejar que está cayera sobre su cuerpo.
Vió como el agua salía café a causa del lodo y eso solo le oprimió más el corazón. Recordar aquello, recordar todo el desprecio que sufría por solo ser él mismo.
Queriendo salir de ahí talló Sue cuerpo con fuerza al igual que su cabello. Se odiaba tanto, odiaba cada parte de él, tal vez los demás tenían razón; daba asco.
Salió de la ducha y se puso su pijama, ni siquiera tenía ganas de ponerse la ropa que sus madres le habían comprado para ese día. Un suéter verde pastel, junto a unos converse blancos y unos pantalones color beige.
Limpió sus lágrimas antes de volver a salir. Tomó una bocada de aire y bajo las escaleras intentando no lucir afectado por lo sucedido.
Su madre Omega se acercó rápidamente a él y lo abrazó.
- ¿Quién te ha hecho eso? Dime, iré a advertirle que...
- No mamá. No es necesario, siempre lo hacen, creo que no soy de su agrado y ellos solo se están expresando...- intentó sonreír.
- Bebé... Lo que te hicieron no es correcto, no tiene derecho de tratarte de esa forma.
- Pero tienen razón... Soy un asco.- sus ojos se nublaron y las lágrimas amenazaron con salir. Su voz se quebró al igual que él.
Dejó caer su cuerpo sobre el suelo mientras se permitía llorar desconsoladamente, sin importar quién lo escuchara o viera, ya no pudo ocultarlo más.
Su madre lo acurrucó entre sus brazos, mientras la alfa y el beta veían aquella imagen desde la cocina con un nudo en la garganta, les dolía verlo así.
- Prepararé algo de chocolate... - dijo la alfa a lo lejos.
- Buscaré una buena película para que se distraiga. - dijo Min.
Caminó hacia la sala a paso lento y se sentó a un lado de Namjoon quién ya comenzaba a relajarse.
- Vamos a ver una película, ¿Si? Te gusta mucho Kung-fu panda, ¿Quieres verla?
Kim menor asintió con su cabeza lentamente, si separarse de su madre.
- Bien.- dijo Yoongi con una sonrisa.
Por su mente pasaban mil maneras de hacer que esos malditos se arrepintieran hasta de haber nacido. Les haría probar de su propia medicina.
La alfa llegó y entregó los chocolates a cada quien mientras veían la película atentamente, haciendo uno que otro comentario para relajar el ambiente.
Min sacó su celular y comenzó a buscar a todos los que le habían jugado aquella "broma" a Namjoon. Recordaba sus rostro con claridad, claro que lo hacía.
Apretó su mandíbula con fuerza. Haría lo que fuera necesario para que probarla un poco de su medicina. La venganza no es buena, pero les hará entender que no pueden tratar a alguien así.
✨✨✨
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Una disculpa por los errores y muchas gracias por leer 💞💞💞
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No Es Un Cuento De Hadas
Fanfiction- La vida no es como en los cuentos de hada, la vida real apesta, Namjoon.