Less Is More

*VIII*

-¡Maricón, esto es obra tuya!

- ¡Perra hija de puta, no intentes culparme!.- dijo antes de salir y dar un fuerte portazo que sorprendió a los chicos de que no rompiera la puerta.

- Vamos, ¡Caminen antes de que salga, comience a gritar y todos los malditos chismosos sin una jodida vida propia salgan a ver que sucede!.- lo mencionó como si ya fuera costumbre que la señora Lenz le hiciera pasar esa clase de vergüenzas.- ¡Jálensela un rato, ocúpense en algo, dios!

Caminaron unas cuantas calles en silencio, Brahms y Malcolm no sabían exactamente a dónde iban, sólo seguían al chico con la falda tableada hasta que este paro en seco.

- Oigan, ¿A dónde vamos?.- Billy preguntó desconcertado.

-¿Cómo?.- Brahms bajó la mirada.- Te seguíamos a ti.

Malcolm soltó una risa sonora.

- No me mires así.

-Nunca hemos estado por aquí.- mencionó.

- ¡Si no caminaran tan deprisa, no me habría adelantado!.- se sentó en una banca debajo de un poste de luz, los otros dos chicos imitaron su acción.- recuerdo y sé como regresar, no se preocupen.

- Muy bien, ¿Ahora nos dirás porque desapareciste? Preocupaste a tu novio.-

Brahms lo miró abriendo los ojos mostrando sus orbes azules mientras le daba un fuerte codazo. No podía controlar el sonrojo que se acumulaba en su rostro.

- ¡Hijo de-! Oye, si me dolió.- lo golpeó en el brazo a lo que este soltó un quejido tomando su brazo.

- ¡Hey!.- se lo devolvió.

- Ya, ya, ya, ya...- El castaño los interrumpió.- Ow, ¿enserio? Mariconsito jaja.- Billy comenzó a reír mientras tomaba la mano de Heelshire.- Tranquilo, no muerdo... me sorprende que vinieran, me buscaron hace unos días pero creí que tú lo sabías, Brahms...al igual que tú Malcolm.- Se le notaba lo extrañado.

Ahora el chico pelinegro entendía porque los veía tan tranquilos, se molestó porque no le comentaron a pesar de lo curioso que se le notaba.

- ¿Quieres decirnos porque desapareciste?.- Malcolm le cuestionó, casi como si leyera el rostro del pecoso, definitivamente algo estaba mal.

-Meh, realmente no tengo ganas de hablar de eso.- enfatizó en esa palabra, calló por un momento y siguió hablando.- De cualquier forma me alegra que vinieran, realmente necesitaba distraerme y hablar con alguien.- peinó su cabello hacia atrás y suspiró.- Han sido días difíciles y más con la putica loca que tengo por madre.

Los chicos quedaron perplejos pero decidieron no preguntar.

Preferían seguir manteniendo el tranquilo ambiente.
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-Sam 🌈