CAPÍTULO I: ¿QUÉ PODRÍA PASAR?

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Esa noche comenzó a llover con intensidad, las ventanas grandes y largas de la mansión se empañaron a tal punto de que era imposible ver lo que había tras ellas. Draco seguía insistiendo, rozando su mano sobre mi hombro como acostumbraba cuando quería convencerme de algo.

-Vamos, ¿Qué es lo peor que puede pasar? -Me dijo.

-Todos van a temerme -Reproché.

De repente escuché unos pasos distantes que se asomaban cada vez más hacia la sala principal, donde nos encontrábamos sentados frente a la chimenea. Siempre fue nuestro lugar preferido para estar, de hecho era uno de los pocos en los que había estado por mi limitado conocimiento del mundo exterior.

-Es mejor que una persona te tema a que cientos te amen T/N.

Era mi padre, ese lema era el que había utilizado como excusa todos estos años desde que dejó de ser Tom Riddle para convertirse en Voldemort. Aunque no eran precisamente sus pasos, venía en brazos de Lucius Malfoy.

El poder de mi padre aún era escaso, se encontraba débil, necesitaba la sangre de una persona que ya todos conocemos porque nos lo han nombrado desde pequeños, un chico cuya cicatriz es la prueba viva de que mi padre no es todo poderoso, aunque a mi me contaron otra versión de la historia.

-Harry Potter asiste a Hogwarts querida -Me dijo mi padre.

-No quiero hacer el trabajo sucio por ti, que lo haga Draco -Contesté.

-El joven Malfoy no es mi hijo T/N.

-¿Y qué? Haría lo que sea para complacerte.

- Eso es verdad señor -Intervino Draco

-Sin peros T/N, irás a Hogwarts a estudiar.

-Pero no he cursado los otros años aun-Dije.

-Hace una semana concluiste tus estudios, tienes mayor capacidad mágica que cualquier estudiante que asista a Hogwarts, hasta los de séptimo. Pero necesito que estés en el mismo grado que Harry Potter.

-Está bien -Acepté con negligencia.

Mi padre había salido de la sala, cuando Draco se acercó a mí, dirigió su mirada encantadora hacia mis ojos, me abrazó y dijo:

-La estúpida escuela será mucho mejor a tu lado T/N, quiero que los conozcas a todos.

-Solo me interesa conocer a Harry Potter.

-Y lo conocerás -Me dijo.

De hecho, tal vez una parte de mi no estaba tan decepcionada con la idea de ir a estudiar a un colegio donde tu única compañía no sean los Malfoy, o una señora a la cual se le zafó un tornillo, también conocida como Bellatrix Lestrange.

No me malinterpreten, amo a los Malfoy, son mi familia, en especial a Draco con quien tengo los únicos recuerdos felices de mi infancia, en los que pude reir, jugar, e incluso sentir el amor tocando a mi puerta por primera vez.

-¿En qué piensas T/N? -Dijo Draco, quien me veía curioso

La lluvia cesó, me encontraba observando a la ventana, hacia el lago que quedaba frente a la mansión y que daba a una cabaña en la que jugábamos de niños.

-Nada en especial, recuerdo el día en que nos conocimos.

-Si, el recuerdo aún ronda mi memoria.

Así es el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora