Parte 6: Marinette con los Agreste

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-Agh, ¡qué dolor! -se quejó Lepidóptero por tener todo el cuerpo dañado.

-Señor Agreste, creo que lo mejor será beber esto para recuperarnos -le recomiendó Nathalie, adolorida, alzándole una poción que servía para curarse gracias a las instrucciones del libro de los prodigios.

Nathalie, Gabriel y Su-Han las bebieron y se curaron al instante. Se dirigieron hacia la caja de los prodigios que escondían pero se percataron de que no se encontraba.

-¡¿Dónde está?! -preguntó Gabriel, alarmado.

-No-No lo sé, yo no lo he co-cogido -confesó Nathalie recolocándose las gafas de los nervios.

-Yo tampoco lo sé, en ese caso tendremos que sospechar de Chat Noir y Vesperia, quienes parecen los que más querrían recuperar la caja, excepto Marinette quien no se acuerda ni de quién es -bromeó Su-Han.

-¿Y si nos aprovecháramos de ella? -sugirió Gabriel.

-¿A qué se refiere, señor?

-¿Y si consiguiéramos a Marinette como nuestra aliada? De ese modo, esta podría mentir a Chat Noir para así, arrebatarle la caja -sugirió Gabriel.

-Me gusta la idea, además Marinette no parece una chica complicada, y menos aún sin ser Ladybug, pues sin ser Ladybug no es nadie -dijo Su-Han.

-Tienes razón, cuantos más seamos, mejor -opinó Nathalie.

Estos tres decidieron que Gabriel sería el indicado para ir a por la azabache.

Gabriel sin ser Lepidóptero fue en su busca hasta que llamó a la puerta de sus padres, pensando que ella estaría en su casa.

Abrieron la puerta y se encontraron con él.

-¡Ah! ¡Gabriel Agreste! -exclamó Tom al verlo-. ¡Pase, pase! -le invitó a su casa.

-¿Está aquí vuestra hija? -les preguntó sonriendo-. Me gustaría hacerle una entrevista -les mintió.

-Emmm... en realidad no aceptamos entrevistas, pues nos encontramos a cientos de personas cada día pidiéndonos lo mismo -le informó Sabine, triste.

-Tranquilos, no pasa nada. Al fin y al cabo solo era una simple entrevista.

Cuando Gabriel estaba por irse, Tom le cogió de la mano.

-Creo que podemos hacer restricciones contigo, al fin y al cabo tú desde siempre has sido su diseñador de moda preferido. Seguro que la animarás.

-En ese caso, me llevaré a Marinette a mi mansión.

Gabriel entró en la habitación de la azabache y se lo pidió. Esta, emocionada, le dio las gracias y se dirigieron hacia su mansión.

Al llegar hicieron que Marinette se sentase en una silla.

-Y bien, ¿cuál es mi primera pregunta? -preguntó Marinette, animada.

Gabriel intercambió miradas con Su-Han y Nathalie y se volvió hacia la joven.

-Primera pregunta, ¿quieres ayudarnos a volver París a la normalidad?

La azabache quedó sin palabras ante esa pregunta. Estaba paralizada. ¿A qué se referían con eso? ¿Por qué les recordó a unos villanos que vio anteriormente cuando realmente no los conocía?

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-No, definitivamente odio a Marinette -le dijo el rubio a su kwami.

-Pero chico, ¿ahora qué te ha hecho? -preguntó Plagg.

𝑷𝒆𝒓𝒅𝒐́𝒏𝒂𝒎𝒆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora