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El pequeño zorrito iba totalmente decidido, esta vez llevaba dos canastas en sus manos, una grande y la otra pequeña, en ese momento se encontraría con el vampiro, en toda la semana tuvo una idea, quería que San saliera por lo menos una vez de aquella parte aburrida del bosque, lo llevaría a su lugar favorito, ahí era solitario y hermoso.
Al llegar a la puerta con su puño toco tres veces y espero un momento, hasta que esta se abrió dejando ver a un adormilado San en pijama, el cual bostezaba, sus cabellos violetas estaban un poco despeinados, aquello le pareció muy lindo.
—Hola anciano, es hora de salir de tu horrorosa cueva. —Wooyoung sonrió mostrándole al vampiro las dos canastas en sus manos.
—Hola bebé ¿ahora qué tienes en mente? —San se cruzo de brazos reposo su cuerpo en la puerta, esperando la respuesta del zorrito.
—Iremos de picnic, como se que le gustan las frutas traje algunas conmigo. —
— ¿Picnic? Sabes que no me gusta salir y menos si es mas allá de mi territorio. —
—Vamos Sannie, te llevare a un lugar seguro, esta vez no jugaremos a nada, solo tengamos una pequeña cita. —
—Pero ahí hay mucho sol, sabes que odio la luz... —
—Ahí hay una parte en donde hay una colina y un frondoso árbol que brinda su sombra, además... —le mostro la canasta pequeña al pálido. —Vine preparado y con un brillante plan, sabía muy bien cuales serian tus excusas. —sonrió triunfante.
—Dime tu plan del como me llevaras hasta allá. —San levanto la ceja, quería escuchar el "brillante plan" de su zorrito.
—Transfórmate en un pequeño y lindo murciélago y entraras en la canasta, este será tu transporte, ahí no entrara luz y cuando lleguemos a la sombra te avisare. —
—Vuelves a ganar, está bien, iré contigo... —se rindió.
— ¡Sí! Sabía que mi plan serviría... —un sonriente Wooyoung se abalanzo al cuerpo del mayor y lo abrazo. —Gracias Sannie. —
San haría lo necesario para que Wooyoung siempre mantuviera aquella preciosa sonrisa en los labios.
Esta vez me encargare que tu sonrisa no se borre, esta vez te protegeré.
—Suéltame bebé. Iré a cambiarme. —el pelinaranja lo soltó. —Entra y espérame en la sala. —se dio la vuelta para empezar a dirigirse a su habitación.
—Date prisa anciano, ponte lindo solo para mí. —Wooyoung con una sonrisa traviesa palmeo con fuerza el trasero del vampiro.
San solo quedo paralizado en su lugar mientras escuchaba las risitas de Wooyoung dio un lago suspiro y sonrió, el zorrito no tenía remedio. Así que solo siguió con su camino.
