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El reloj marcaba las cuatro de la mañana, un adorable zorrito se encontraba durmiendo, pero sus sensibles orejitas escucharon algo el cual interrumpió su sueño.
Wooyoung abrió sus ojitos con pereza, lentamente se sentó en la cama, escucho unas fuertes arcadas, dándose cuenta que aquel sonido provenía del baño, con preocupación giro su cuerpo dándose cuenta que San no estaba en la cama.
Escucho el sonido del baño, así que rápidamente se dirigió hacia la puerta de madera. Al abrirla se encontró con un demacrado San el cual cepillaba y lavaba su boca.
El vampiro al verlo se sorprendió.
Pero el que más se sorprendió fue el de cabellos naranjas, los ojos de San ya no eran de tono dorado, ahora eran de un vivo color rojo y sus filosos y blancos colmillos sobresalían mas de lo normal, aquella transformación la utilizaban a los vampiros a la hora de atacar a alguien.
—S-Sannie... —Woo llamó con vos suave.
—Bebé ¿Qué haces despierto? Regresa a la cama, hace frío. —San sonrió, tratando de cambiar el ambiente.
— ¿Qué es lo que tienes? —Las orejitas de Woo bajaron, en ese momento se sentía triste, ver a San de aquella forma no le gustaba. —Dime la verdad. —
—No quería decirte esto, pero... últimamente ya no soporto la comida humana, siempre termino devolviéndola. —San suspiro. —La sed de sangre está regresando. —
— ¿Porqué me ocultaste algo tan importante? —Woo frunció su ceño y vio con ojos serios a su pareja.
—No quería preocuparte y resolver esto lo antes posible. —San tomó la manito de Woo y la entrelaza con la suya. —Esto está pasando porque llevo demasiados años si beber una gota de sangre, ya sabes, los vampiros para sobrevivir necesitamos beber ese liquido rojo aunque sea una vez, yo rechace eso y por eso me adapte a la comida humana. —
— Es por eso que tu sed de sangre volvió, porque has aguantado por tanto tiempo. —los ojitos de Wooyoung se volvieron acuosos. —No quiero que te pase nada. —
San se inclino un poco y cargo a Wooyoung, este correspondió envolviendo sus piernas en la cintura del vampiro, dirigiéndose nuevamente hacia la cama. El de cabello violeta se sentó en el suave colchón y el zorrito quedó sentado en sus piernas, aun con el rostro escondido en su cuello.
—Por eso necesito ir urgentemente a la capital, quiero resolver todos estos problemas lo antes posible, se que podré resolver esto, no importa cuanto cueste. —San se alarmó cuando el llanto de Wooyoung aumentó. — Bebé ¿Por qué lloras? —
—E-eres muy fuerte, Sannie, has estado solo por tanto tiempo soportado esto. —vio directamente a los ojos de San. —Esto es mi culpa, mi yo del pasado te pidió seguir vivo y esperarme, estas sufriendo debido a mi deseo egoísta. —
