•|2|•

289 26 1
                                    

Capitulo dos: Historia y leyendas

Mi cabeza va a explotar y la estúpida alarma no contribuye a mi dolor, abro los ojos y mi ceño se frunció en automático.

¿Dónde Estoy?

¿Dónde demonios estoy?

Me siento en la cama pegando la sabana a mi pecho cuando me doy cuenta que estoy desnuda, meto una mano bajo la sábana y afortunadamente tengo mis bragas.

Tomo aire nerviosa y miro a mi al rededor, sábanas blancas y azul marinas, cortinas azules, todo es... Tan pulcro, y claramente no es mi habitación.

Miro a mi lado y en un sofá individual está mi gabardina y mi vestido, veo mi celular, ¡Mierda! 6:30, las clases inician en 30 minutos y no sé ni dónde carajos estoy.

Me levanto rápidamente y tomo mi vestido, y mi gabardina, entro a una de las puertas, un armarios igual de grande que la habitación del campus, trajes, ropa, zapatos, en definitiva esto es de un hombre.

Salgo y voy a la siguiente puerta, el baño, me meto y miro al espejo, soy un desastre, mi cabeza va a explotar y mi cara parece de un zombie, me lavo la cara y tomando la toalla que hay ahí, lavo mis dientes con mi dedo y me pongo el vestido y la gabardina.

Genial Charlotte, no llevas ni una semana en Reino Unido y ya la has cagado en grande.

Cállate conciencia.

Abro la puerta con cuidado y  veo un pequeño pasillo blanco, suspiro y camino hasta llegar a unas escaleras, suspiro y sigo bajando hasta que escuchó ruidos abajo, maldito para mis adentros y sigo avanzando cuando veo mi celular 6:45.

Bajo rápidamente y con la mirada busco mis zapatos ya que no estaban arriba y nada, sigo avanzando y las voces se hacen más fuertes, veo por el borde a dos hombres de traje y me quedo detrás de la pared.

—¿Por qué trajiste a una chica? ¿Acaso no piensas las cosas? —paso saliva nerviosa esa voz... Ok no se cual de los dos hablo pero da miedo.

—Solo cálmate hermano, ni siquiera la has visto así que solo espera un poco.

—No, no me digas cálmate ni una mierda, ¿Al menos sabes si es mayor de edad?

Ruedo los ojos y bufo, mi 1,56 me resta edad pero vamos eso es ridículo.

Tomo fuerzas de dónde no las hay y me trago las vergüenza para pasar de forma rápida y correr, mis ojos van a la gran puerta y corro ahí.

— ¿Planeabas irte  sin hablar?—muerdo mis mejillas por dentro y me giro sobre mis talones viendo a un hombre trajeado o más bien un gigante de 1,85 tal vez 1,90.

No estamos tan cerca sin embargo puedo ver, ojos verde aceituna, cabello castaño obscuro y por cómo se enfunda en ese traje, claramente va a al gimnasio.

Se ve tan follable...

¿En verdad? Ahora apareces, aprieto mis labios y paso saliva frente al gigante frente a mi.

—Veras... Yo... Si...mmm —murmuro nerviosa, sin mirarlo, tomo aire y levanto la mirada.

—Sabes, anoche yo no sé que me pasó o cómo llegué aquí así que no importa... Solo olvidemos todo eso, jamás nos volveremos a ver, ahora adiós —sonrío con incomodidad y me giro para abrir la puerta.

TENTACIONES: EL LLAMADO DEL PECADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora