Capitulo cuatro: ¿Nuestra?
—Deja de intimidar a la pequeña hermano... Ya abra tiempo para eso —dice lo último en un susurró que apenas y oigo.
Mi cuerpo entero se estremece al escucharlo y lo hace aún más escuchando la pequeña risa que sale de él... Dalton Russell....
—Manda a qué desocupen el área V.I.P no quiero a nadie — después del asentimiento del ojiverde me jalo saliendo de su agarre y lo miro miro ambos.
—no hace falta que lo hagan, yo soy la que tiene que irse — murmuro queriendo escuchando me firme aunque realmente los nervios están comiéndome por dentro.
—Dije que tú no te vas....— este se calla siendo interrumpido por su hermano.
—Solo queremos hablar Charlotte, así que tranquila —no tan segura de lo que dicen asiento y los miro a ambos.
—Esta bien, pero no saquen a nadie quiero que allá gente — ambos se miran y asienten con una pequeña elevación de comisuras.
Subo con ellos lo que resta de escalones sintiendo me chiquita entre los dos.
¡Ni siquiera les llegó a los hombros!
Me guían directamente a un sillón esquinado en color negro aterciopelado nos sentamos y nuevamente quedó entre los ojos sintiéndome diminuta.
Juego con mis manos sobre mi regazo y los miro sin poder dejar de mirar mis manos y morder mi labio.
—y... ¿Entonces?
—Primero queremos hablar sobre lo que pasó hace unas semanas— mierda... Mierda, mil veces mierda, ¿Me van a quitar la beca? ¿Me suspenderán?.
Suelto mi labio levantando la mirada y comienzo a hablar rápidamente pasando mi vista del uno al otro.
—Por favor no, de verdad no era mi intención ser así de grosera pero ustedes fueron unos idiotas y yo... Ah! Lo siento es que ustedes también tenían la culpa, yo me embriague ese noche y no creí que ojos bonitos me llevaría a su casa, es más ni siquiera recuerdo cómo llegué a su casa y a la mañana siguiente de verdad yo no sabía cómo había llegado ahí—mi mirada pasa de uno al otro y me levanto y para mirarlos a los dos.
—Yo de verdad necesito la beca y no sabía que ustedes la financiaban y eso, pero eso es lo de menos de verdad yo no suelo ser así de grosera, y lo del golpe, en mi defensa ustedes me llamaron prácticamente puta —jadeo por falta de aire y los miro como ninguno de los ojos hace nada.
—¿Ojos bonitos?—mi ceño se frunce y el color rojo sube por mis mejillas ante la mirada de coquetería del ojiverde.
—Amm yo... Olviden que lo dije... —bajo la mirada viendo al suelo hasta que Dixon se levanta y toca mi hombro empujándolo levemente hasta llevarme de nuevo al sof.... Espera ¿qué?
Mis labios forman un puchero y mi ceño se frunce sintiendo como en lo que quedó sentada no es el sillón sino sus piernas.
Cómo en nuestros sueños....
Ahora no conciencia, cállate.
Juego con mis manos sobre mi regazo y el sonrojo no desaparece. En los últimos días.. semanas a decir verdad, después de recordar los besos... Las caricias y demás de ojitos bonitos, mi subconsciente pide a gritos de el y su hermano se cuela también en mis pensamientos poco decentes.
—Veras Charlotte, lo primero que queremos decirte es precisamente de eso, lamentamos lo que pasó hace unas semanas, tienes razón fuimos unos idiotas—habla Dalton haciéndome subir la mirada para verlo y asentir mientras mi piel se eriza bajo las caricias que Dixon le da a mi muslo.
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TENTACIONES: EL LLAMADO DEL PECADO
Teen FictionMucha gente ama lo dulce, las experiencias agradables, duraderas y suaves... Así es él... Así es Dixon. Mucha gente también prefiere lo nuevo, lo amargo, las experiencias nuevas llenas de adrenalina he incluso dolor... Así es él... Así es Dalton. Po...