To be loved [KTH&JJK]

III - finite

Taehyung sonríe con coquetería cuando nota a la omega de la mesa de enfrente mirarlo con el labio inferior entre sus dientes, moviendo su hombro para mostrarle esa extensión de piel de su cuello, invitándolo a hacer algo más. El alfa sonríe más ancho mientras pasa su lengua por los dientes superiores, reclinándose en la silla, abriendo apenas las piernas por debajo de la mesa de la cafetería del hospital.

Solo pasan unos cuantos minutos después cuando ambos se encuentran jadeando en la oficina de Taehyung. La mujer sentada sobre el escritorio con las piernas enredadas en la cadera del alfa, sujeta de los anchos hombros mientras Taehyung se dedica a besar y lamer su cuello, con las manos grandes sobre su pequeña cintura.

Taehyung tiene cierta fama en el hospital. Si bien la mayoría lo reconoce por su excelente labor en este, la otra parte sabe de su existencia por su personalidad coqueta y sobre todo por disfrutar de su vida sexual.

No es algo que le haya causado problemas, él siempre ha sido claro con sus intenciones, todo el tiempo respetando las decisiones de quienes acepten pasar un buen momento con él.

—¿Lo vamos a hacer aquí?— pregunta Kyungmi sobre su boca, enterrando las uñas en el bicep del alfa cuando siente una de sus manos acunar uno de sus senos.

Taehyung la vuelve a besar antes de responder.

—No, pero no puedo esperar a verte en la noche— dice antes de dejar otro beso en la boca de la omega.

El alfa le ayuda a acomodarse la ropa antes de salir de su oficina, dejándolo solo con cinco minutos para terminar su almuerzo antes de ver a su primer paciente de la tarde. Ordena el escritorio como bien puede, aún un poco excitado de la previa sesión de besos.

Enciende los difusores de aire para que refresquen el lugar mientras espera a que su paciente se presente cuando escucha que golpean la puerta de su consultorio.

「✦」

Jungkook cierra la puerta del apartamento de sus amigos aún con las bolsas en sus manos. Se quita los zapatos, dirigiéndose enseguida al cuarto que será del cachorro. El omega sonríe cuando nota las paredes pintadas de muchos colores pasteles y un pequeño mueble en una de las esquina de la habitación con libros y juguetes que han ido comprando desde que supieron que Yoongi estaba encinta.

—¿Te gusta?— pregunta el omega mayor mientras le quita las bolsas de tela para sacar los pares de zapatitos que encontraron en oferta.

—Es muy bonito— asiente y sonríe, percibiendo una calidez foránea en la habitación—. Este bebé va a crecer con mucho amor.

Jungkook escucha la risa de Sunhee en la salita del apartamento, está mirando algún programa de televisión junto a Hoseok como todos los sábados por la tarde. Sabe que la esencia del alfa le ayuda a relajarse, y no puede evitar sentir un recurrente pesar en su pecho, pues es enteramente su culpa que su hija no pueda gozar de tener una familia completa, de un alfa o beta que la quiera y le proporcione esa cercanía que él como omega no puede darle.

—¿Tú crees?— cuestiona Yoongi con una pizca de duda en el tono de su voz al preguntarle a Jungkook. El mencionado asiente, sonriendo apenas— A veces tengo miedo de ser un mal padre.

—Todos cometemos errores. Lo importante es hacerlos sentir bien y amarlos— Jungkook se encoge entre sus brazos cuando siente un escalofrío recorrer su espalda.

Toma una de las bolsas para sacar la pequeña camiseta que él compró para el próximo bebé. La observa con tristeza pues quisiera tener otro cachorrito, pero no puede, el primer embarazo fue lo suficientemente riesgoso para descartar un segundo.