Ni el tintineo de agua de la fuente ni de las plantas en la terraza del restaurante lograban calmar la ansiedad de donghae campbell, que tomaba un te de granada pensando que esta a punto de cometer el mayor error de su vida.
Bajo la mesa, si diminuta yorkshire terrier levantó la cabeza y empezó a mover la colita, como dando la bienvenida a alguien. Muffin no era un perro guardián, pero sí un bien sistema de alarma.
Con el estómago encogido, donghae levantó la mirada para ver al hombre que se acercaba con un pantalón caqui, polo de manga corta y zapatillas de deporte. La sombra de barba, tan sexy, suavizando su mandíbula cuadraba.
--Siento llegar tarde.
Eunhyuk Sterling le puso una mano en el hombro y donghae sintió un escalofrío.
Desde que rompio el compromiso con su hermano, kyuhyun, seis meses antes, cada que lo tocaba experimentaba esa sensación. Un simple golpecito en el brazo, el roce de sus manos o el de sus piernas cuando se sentaban juntos en un sofá y se le ponía la piel de gallina.
Sus afables abrazos lo ponían nervioso y no podía evitarlos porque eunhyuk le pediria explicaciones y no podría darselas. De modo que lo soportaba en silencio, esperando que sus sentimientos por el se hicieran más manejables.
Muffin puso las patitas sobre su rodilla y emitió un sonido que era parte ladrido parte estornudo.
Eunhyuk la levanto para que pudiera lamerle la cara y, una vez hecho eso, la perrita se sentó sobre sus rodillas, suspirando de contento.
--¿Por qué no has empezado a comer sin mí?-- le preguntó, haciéndole un gesto a la camarera.
Porque estaba demasiado nerviso y no podría probar bocado, penso el.
--Dijiste que solo llegarías quince minutos tarde.
Eunhyuk era un solterón empedernido, egocéntrico, preocupado por sus carreras de coches y siempre buscando una nueva aventura, fuese una chico guapo o un circuito nuevo. Eran amigos desde el instituto y donghae lo quería mucho.
--Lo siento. Había mucho tráfico en la entrada a la cuidad.
--Pensé que habías vuelto ayer.
-- Ese era el plan, pero unos amigos insistieron en tomar un par de cervezas después de las carreras y la celebración duro hasta la madrugada. Ninguno estaba en condiciones de conducior cinco horas hasta houston-- sonriendo, Eunhyuk puso las piernas sobre una de las sillas libres.
--¿Como lleva siwon que le saques tantos puntos de ventaja?
Los dos amigos participaban en carreras de coches desde los dieciséis años y competían para ver quién conseguía más puntos.
--Desde que se enamoró, creo que le da igual.
No había visto a Eunhyuk tan disgustado desde que su padre se enamoró de una mujer veinte años más joven que el.
--Pobrecito, tu amigo se ha hecho adulto y te ha dejado atrás --se burló hae. Llevaba escuchando sus quejas desde que Siwon, le propuso matrimonio al hombre de su vida.
Eunhyuk se inclinó hacia delante, mirándolo con intensidad.
--Tal vez debería descubrir por qué la gente pierde la cabeza cuando se enamora.
--Pensé que no ibas a casarte nunca --dijo él, intentando disimular su agitación. Si Eunhyuk se enamoraba locamente de alguien, la dinámica de su amistad cambiaría. Ya no sería su mejor amigo.
--No te preocupes por eso -replicó él riendo.
Hae miró pensativo la ensalada griega que la camarera había puesto delante de él. En el Instituto se había enamorado de Eunhyuk... un amor imposible, claro. Salvo por un breve interludio en el baile de graduación, y él se encargó de repetir mil veces que había sido un error, nunca había parecido verlo más que como un amigo.
Cuando se fue del a la universidad, el tiempo y la distancia no habían matado sus sentimientos por el, pero si le habían dado cierta perspectiva. Aunque por algún milagro Eunhyuk se enamorase locamente de el, no haría nada al respecto. Le había dicho muchas veces lo importante que era su amistad para él y que de ningún modo querría perderlo.
--Buenon Cuéntame --empezó a decir Eunhyuk, mirándolo por encima de su hamburguesa--. Has dicho que tenías que hablar de algo serio conmigo.
Y en la media hora que había estado esperándolo, hae había empezado a sentir pánico. Normalmente le contaba todo lo que le pasaba... bueno, casi todo. Cuando empezó a salir con kyuhyun había temas de los que no hablaban... sus sentimientos por su hermano sobre todo. Pero había aprendido a guardarse cosas y le costaba más trabajo del esperado abrirle su corazón.
--Voy a tener un hijo --dijo por fin, conteniendo el aliento mientras esperaba su reacción.
Eunhyuk, que iba a llevarse una papata frita a la boca, se quedó inmóvil.
--¿Estás embarazado?
Hae negó con la cabeza.
--Aún no. Pero, con un poco de suerte, lo estaré pronto.
--¿Como? No estás saliendo con nadie.
--Voy a acudir a una clínica de fertilidad.
--¿Y quién va a ser el padre?
Hae clavó el tenedor en una aceituna.
--Tengo tres candidatos: un abogado, un atleta y un fotógrafo de vida salvaje. Cerebro, cuerpo y alma. Aún no me he decidido.
--parece que llevas algún tiempo pensándolo. ¿Por qué es la primera vez que oigo algo al respecto? --Eunhyuk apartó su plato.
Hae suspiró. Siempre había podido hablar con él de cualquier cosa, pero salir con su hermano lo había cambiado todo.
--Tú sabes por qué rompimos kyuhyun y yo --le dijo.
Desde el principio, kyuhyun le había dicho que no quería formar una família, pero había pensado que cambiaría de opinión--. Tener hijos es algo muy importante para mí.
Había decidido ser odontólogo precisamente por que le gustan los niños. Ellos alegraban el mundo y le hacían sonreír de modo que, a cambió, él los daba unos dientes perfectos.
--¿Se lo has contado a tus padres?
--No, aun no.
--Porque sabes que tu madre no reaccionará bien cuando sepa que vas a tener un hijo sin estar casado.
--No le gustará, pero ella sabe que deseo formar una família y ha aceptado que no voy a casarme.
--¿Por qué no vas a casarte? Tienes que superar tu ruptura con kyuhyun.
--Ya he superado mi ruptura con kyuhyun.
--seguro que hay alguien perfecto para ti en alguna parte y tarde o temprano lo encontrarás.
Imposible porque el único hombre con el que podía verse a si mismo estaba decidido a no casarse nunca, pensó el, frustrado.
--¿Cuánto tiempo debo esperar? ¿Otros seis meses o un año? En un par de meses cumpliré treinta y dos y no quiero perder más tiempo sopesando los pros y los contras o preocupándome por la reacción de mi madre cuando en mi corazón sé perfectamente lo que quiero. Estoy decidido, Eunhyuk.
--Ya lo veo --dijo él, estudiandolo con sus ojos de color azul turquesa.
--Y me gustaría que tú estuvieras de acuerdo con mi decisión.
--Eres mi mejor amigo --le recordó él, con expresión sombría-- ¿Como no voy a apoyarte?
Había decidido apoyarlo aunque hae sospechaba que seguía procesando la noticia y aún no había decidido si era un error...
Y hasta ese momento no sabía lo importante que era para él la relación de Eunhyuk.
--¿Has terminado de comer? -le pregunto unos minutos después, buscando a la camarera con la mirada--. Debo volver a la clinica. Tengo un paciente en quince minutos.
Eunhyuk insistió en pagar la cuenta a pesar de sus protestas.
--pero si he sido yo quien te ha llamado para invitarte a comer...
Mientras él metía unos billetes bajo el salero, Hae tuvo que arrancar a Muffin de las rodillas de Eunhyuk, donde parecía encontrarse muy a gusto.
¿Donde esta tu coche? --preguntó hyuk-
--He venido andando. La clinica esta a dos manzanas de aquí.
--Yo te llevaré -Eunhyuk tomo su mano, haciendo que sintiera un escalofrío.
El aroma de su colonia masculina se infiltró en sus pulmones... era en momentos como aquel cuando sentía la tentación de cancelar todas sus citas para irse a casa de Eunhyuk y terminar de una vez con aquel deseo que lo volvia loco.
Por supuesto, nunca haría eso. Encontraría la manera de domar al lobo que se había instalado bajo su piel. Él siempre había sido el más conservador, el que más estudiaba, el que hacía planes para el futuro; y Eunhyuk el que actuaba por impulso, el que salía de fiesta y, aun así, conseguía graduarse con las mejores calificaciones. Y a quien le gustaba llevar una vida personal sin ataduras.
Eunhyuk abrió la puerta de su coche, un camaro de 1969. Aunque solo eran amigos, siempre lo trataba con la misma caballerosidad con la que trataba a los demás.
Para que pudiera sentarse, Eunhyuk tuvo que apartar un trofeo del asiento y, a pesar de la indiferencia con la que lo tiró en la parte de trasera, Hae sabía que era una fuente de orgullo para el y que terminaría junto a muchos otros en su casa.
--¿En que estás pensando? --le preguntó mientras se sentaba al volante del poderoso coche.
--En demasiadas cosas --respondió Hae, acariciando la cabeza de Muffin.
--Hazme una versión resumida.
--Da igual, porque he cambiado de opinión.
--¿Sobre qué?
--Sobre lo que iba a pedirte... Pero ya da igual.
--Llevas una semana actuando de forma muy rara. ¿Se puede saber qué te pasa?
Hae suspiró, derrotado.
--Me has preguntado quién iba a ser el padre de mi hijo y la verdad... había pensado que fueras tú. Pero he decidido que no seria buena idea.
Eunhyuk se quedó en silencio mientras aparcaba el coche frente a la clínica. El anuncio había sido como un puñetazo. Que quisiera tener un hijo no era sorpresa, pero que quisiera un hijo suyo lo había pillado por completo desprevenido.
¿Los sentimientos platónicos hacia él se habrían convertido en sentimientos románticos?
No, no lo creía.
Hae era su mejor amigo desde el instituto, la única persona con quien había compartido sus miedos cuando su padre intentó suicidarse. Él único chico que lo escuchaba cuándo hablaba de sus objetivos y quien lo hacía entrar en razón cuando tenía dudas.
En el Instituto, los novios iban y venían, pero Hae siempre había estado allí, inteligente y divertido, sus ojos almendrados llenos de humor. Él le había dado apoyo emocional sin las complicaciones de una relación. Si cancelaba sus planes, Hae nunca se enfadaba y nunca protestaba cuando tenía mucho trabajo y no podía ir al cine o cuando olvidaba llamarlo. Gracias a él mantenía los pies en la tierra.
Habría sido el novio perfecto si él hubiese querido arruinar una amistad de tantos años por un breve romance. Porque estaba seguro de que tarde o temprano encontraría a otro chico y ese sería el final de su relación.
Eunhyuk estudió su rostro ovalado durante unos segundos.
--¿Por qué yo?
Hae esbozó una sonrisa, pero sus ojos avellana eran inescrutables.
--Tú serías la elección más lógica.
¿Estaba buscando un cambio en su relación por medio de un hijo? Él nunca había querido casarse y Hae lo sabía y lo aceptaba. ¿O no?
--¿Por qué?
--Porque eres mi mejor amigo. Lo se tido sobre ti y la idea de tener un hijo con un extraño me hace sentir incómodo --Hae suspiro de nuevo--. Además, no me importa ser padre soltero y tú eres un solterón empedernido, así que no tendrás una crisis de conciencia ni exigirás derechos de paternidad.
--Ya --murmuró él, pensando que tener un hijo los conectaría de una forma que iba más alla de la amistad--. Tienes razón, no quiero casarme ni formar una família, pero tener un hijo contigo... --algo en su subconsciente le advertía que dejase de hacer preguntas.
--Somos amigos y no quiero que nada cambie en nuestra relación.
Demasiado tarde.
--Las cosas entre nosotros cambiaron en cuanto empezaste a salir con kyuhyun.
A Eunhyuk no le había gustado que saliera con su hermano. De hecho, le había molestado mucho. Si Hae solo era un amigo, debería haberse alegrado de que kyuhyun y el se hubieran encontrado, ¿no?
--Lo sé --dijo Hae-. Al principio fue un poco incómodo, pero no habría salido con él si tú no nos hubieras dado tu bendición.
¿Qué otra cosa podía haber hecho? Él no tenía intenciones de reclamar a Hae más que como amiga, pero eso no había servido de nada la primera vez que vio a su hermano besándolo.
--No necesitabas mi bendición. Si querían salir juntos, era asunto de ustedes, no mío.
Desgraciadamente, saber eso no había puesto las cosas en perspectiva. Al contrario, desde ese momento empezó a ber a Hae como un hombre deseable.
--Pero volvamos al asunto del hijo que quieres tener conmigo.
--No es que quiera tener un hijo contigo, sino un hijo tuyo --lo corrigió Hae-. Solo necesitaría unos cuantos espermatozoides.
Pretendía bromear sobre el asunto, pero Eunhyuk no estaba dispuesto a permitirlo.
--¿Y por qué has cambiado de opinión sobre mis espermatozoides?
Hae miraba hacia delante, jugando con las orejas de su perrita.
--Porque tendríamos que mantenerlo en secreto. Si alguien se enterara... en fin, yo no quiero hacerle daño a nadie.
A su hermano, claro. Kyuhyun le había hecho daño a Haey, sin embargo, Hae tomaba en consideración sus sentimientos cuando se trataba de una decisión tan importante.
--¿Y si no lo estuviéramos en secreto? A mi padre le encantaría que uno de sus hijos lo hiciera abuelo --dijo Eunhyuk--
--Pero entonces esperaría que fueras un padre de verdad --replicó Hae--. Y yo no te pediría eso.
Eunhyuk hizo una mueca. Le molestaba que estuviera tan convencido de que no querría saber nada. Hasta diez minutos antes ni siquiera había considerado la idea de formar una família, pero que su hijo no supiera que él era su padre...
--Supongo que no puedo convencerte para que no lo hagas.
--Lo he decidido: voy a tener hijos.
--¿Hijos, en plural? ¿Ahora quieres formar un equipo de fútbol?
Hae soltó una risita.
--¿Que te hace tanta gracia?
Hae sacudio la cabeza, su pelo enmarcado sus exóticas facciones asiáticas.
--Deberías de ver tu cara.
--Pensé que solo querías tener un hijo.
--Con la fecundación in vitro nunca se sabe. Puede que tenga trillizos.
--¿trillizos? --repitió él, atónito. ¿Aún no se había acostumbrado a la idea de un hijo y de repente iban a ser tres?
--Es posible --respondió Hae, con una serena sonrisa.
Para una pareja, tener trillozos sería una tarea difícil, pero para un hombre solo...
De repente, empezó a imaginar a Hae sonriendo misteriosamente mientras ponía una mano sobre su abultado abdomen, los oscuros ojos brillando cuando el médico pusiera al bebé en sus brazos por primera vez... Y esas imágenes le despertaron una campanita de alarma en el cerebro.
Después del intento de suicidio de su padre, Eunhyuk habia decidido no tener hijos y ni una sola vez en todos esos años había cuestionado esa decisión.
Hae levantó su muñeca para mirar su reloj.
--Tengo siete minutos antes de que llegue mi primer paciente de la tarde.
--Tenemos que hablar de esto.
--Hablaremos más tarde.
--¿Cuándo?
Sin responder, Hae salio del coche y se dirigió a la entrada de la clínica. Con un pantalón negro y una camisa pegada a su cuerpo que destacaba sus bien formados brazos, tenía un aspecto sexy...
De repente Eunhyuk experimentó una punzada de deseo sorprendente, aterrador.
Murmurando una palabrota, quito la llave del contacto y salio tras Hae.
Hae se dirigía al ascensor, pero Eunhyuk llegó antes que él y puso la mano sobre el panel de botones.
--La grúa se llevará tu coche si lo dejas en la puerta --le advirtió Hae.
--¿Cenamos juntos esta noche? Así podremos seguir hablando.
Las puertas del ascensor se abrieron.
--Ya tengo planes para esta noche.
--¿Con quién?
--¿Desde cuándo sientes curiosidad por mi vida social?
Eunhyuk entro tras él en el ascensor. La consulta estaba en la tercera planta.
La recepcionista levanto la cabeza.
--Ah, ya estás aquí. Taemin acaba de llegar.
--Dile que voy enseguida.
Hae dejó a Muffin en el suelo y entro en su despacho para ponerse la bata blanca, pero cuando iba a pasar al lado de Eunhyuk, él lo tomo del brazo.
--No puedes hacer esto solo.
--Claro que puedo.
Un chico de trece años apareció en el pasillo y Hae esbozó una sonrisa.
--Hola, Taemin. ¿Qué tal va el campeonato de béisbol?
--Genial. Hemos ganado casi todos los partidos.
--No esperaba otra cosa de ti. Espérame en la consulta, iré en un par de minutos.
--Hae...
--Te llamaré mañana --lo interrumpió él. Y, sin esperar respuesta, siguió a Taemin hacía la consulta.
Él se quedo mirándolo durante unos segundos, impaciente y molesto, pero sabía que no podía acorralarlo en el trabajo.
De modo que salió de la clínica y, después de ponerse las gafas de sol, arrancó el poderoso motor de su coche.
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UNA PROPOSICIÓN DELICADA [ADAPTANDO AL EUNHAE TERMINADO]
FanficPRÓLOGO Donghae Campbell había dejado de buscar el amor porque estaba desilusionado, pero formar una família era lo primero en su lista de prioridades. Y no había mejor donante de esperma que su amigo de toda la vida, el empresario y pilot...