De hermanas y escapadas

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La primera vez que Toni conoció a su hermanito, tenía quince años, a días de cumplir los dieciséis y cursaba su segundo año en el MIT, mientras Tony apenas había cumplido cuatro.

Era la primera vez que visitaba a Howard tras la pelea, por asuntos que no podía recordar. Involucraba un proyecto, eso lo sabía bien. Un proyecto en el que Howard trabajaba incansablemente, pero del que no había hablado hasta después de los saludos iniciales y ponerse al día con la vida del otro. El típico "¿algo nuevo qué contar?" y "¿qué has hecho el fin de semana?" y "no te metas en problemas", mientras caminaban por la fría mansión a la que Howard llamaba hogar.

Sin su madre para decorarlo apropiadamente, el lugar carecía de encanto y parecía más bien un espacio vacío. Una burla a su hogar de la infancia. Su madre había reclamado dicho hogar, como una manera de querer solucionar las cosas, a pesar de que sabían que terminaría en divorcio de todas maneras. Dejar a Howard en esa casona era una especie de castigo, por así decirlo.

Que Howard durmiera en la cama que hiciera.

Howard seguía y seguía, parloteando sobre avances y lo sucedió en la Gala a la que asistió con María a un metro de distancia. Cálculos, probabilidades y lo cerca que se hallaba de finalmente encontrar al Capitán América. Solo necesitaban buscar una vez más.

Toni había oído esa frase demasiadas veces como para seguir la cuenta, "buscar al Capitán América una vez más". Esa vez más había sido hacía siete veces más. A este punto, ya había logrado ignorarle y seguir con su vida, pues solo terminaba en pasillos sin salidas y hoyos oscuros el discutirlo con Howard.

Así que ahí iban, ella siguiéndolo mientras él iba guiándola al laboratorio donde llevaba acabo su proyecto. Iban a través de esa mansión tan desconocida, pasando puerta tras puerta, algunas abiertas y otras cerradas con candado, si es que se podía; algo que debió alertarla desde un inicio, pero iba demasiado metida en sus pensamientos sobre el seco lugar, ignorando las señales que Howard había puesto por todo el lugar.

Ignoró las señales por ir juzgando el pequeño lugar, justificando que eso era lo que Howard merecía. Un manera de pagar lo que había hecho a su madre. Suponiendo que contrataba ayuda para limpiar la casa, aún tenía el dinero suficiente para ocultar lo ocurrido, como deslizándolo bajo la alfombra, del ojo público, pero para Toni y su madre, en ese lugar prácticamente no existía vida.

O eso pensaba hasta que lo vio. Un cuerpo pequeño y frágil encorvado sobre el suelo, sobre las muchas hojas que estaban regadas a su alrededor. Matemática básica, o intentos de ella, garabateada en el papel. Toni hubiese estado impresionada si tan solo no se hubiera quedado completamente aturdida en la puerta cuando Howard decidió entrar en el cuarto y disciplinar al pequeño, gritándole de una manera en la que ningún niño debería ser tratado.

Jadeó y se cubrió la boca cuando Howard alzó una mano frente al niño y un fuerte golpe se escuchó por el lugar, viendo el pequeño cuerpo rodar y quedar derrumbado en el suelo. Pequeños sollozos le siguieron, sollozos que tendrían que haber sido gritos, ruidosos e incontrolables, rompiendo el silencio del lugar con berridos por el acto de quién debería velar por él, pero fueron sollozos bajos, amortiguados y apagados. Era algo horrible.

Ella se quedó ahí, boquiabierta, mientras Howard salía tranquilamente de la habitación, satisfecho con lo que había hecho. El pequeño se había quedado a recoger sus papeles, sorbiendo por la nariz en el proceso. Ni un pequeño gemido lastimero se dejaba oír. Entonces, él alzó la vista y vio que alguien seguía observándole. Fue cuando Toni supo quién era el pequeño.

Los ojos marrones, heredados de Howard. Un contraste con los suyos, que había heredado de su madre. No había duda que era ese niño, esa evidencia, de la infidelidad de Howard. Sacó a la luz todo lo que Howard había intentando ocultar, lo que había destruido la familia de Toni. Ese pequeño, sentado frente a ella.

El niño ahora estaba bajo el cuidado de su padre, era responsabilidad de Howard, y también la fuente de su furia. Convenientemente bajo su techo, dejado solo para él sin supervisión.

Antes de que Toni entrara al laboratorio de Howard, ya había tomado una decisión respecto al niño. Por supuesto, ella estaba en su derecho de estar enojada por la situación, porque su familia había sido destrozada. Su madre estaba herida, y ella había quedado al centro de la situación, teniendo que actuar como si nada había pasado y obligada a hablar con ambas partes, aun cuando todo lo que deseaba era cortar comunicación con una de esas partes. La parte que se rehusaba a reconocer sus errores.

Ella estaba enojada, pero su enojo era dirigido al único responsable, no al que solo era culpable de haber nacido y ahora era castigado por ello.

Esa noche, de manera impulsiva, se marchó de la fría mansión, con la manita de Tony aferrada a la suya y una bolsa con ropa colgando de su hombro. No le dejó una nota a Howard, sospechaba que ni siquiera le importaría. Posiblemente, estaría incluso feliz de que el niño se hubiese marchado, y aun si eso no fuera cierto, Toni estaba lista para luchar a capa y espada para mantener a Tony lejos de Howard.

Esa noche, su apartamento de tres habitaciones recibió un nuevo habitante, y Rhodey conoció a su nuevo hermanito, quien mucho pero mucho tiempo después sería su cuñado.

Esa noche, Toni aprendió que cuidar de un pequeño de cuatro años no era todo miel sobre hojuelas, pero Rhodey y Mama Rhodes estaban ahí para ayudarla en cada paso.

Desde esa noche, Toni se convirtió en la roca de Tony. La persona más especial en su vida e, incluso, una figura materna. Su hermana mayor, a quien podría acudir en busca de ayuda.
La persona a la que Steven Grant Rogers tenía que pedir permiso si quería salir con él. Ella y el Coronel James Rhodes, quienes lo vieron larga y detenidamente, sintiendo que incluso le vieron el alma, mientras él, sudando, tartamudeaba en un intento por pedir permiso para cortejar al pseudo hijo de la pareja.

Todo mientras Tony estaba ahí, quejándose de que él no necesitaba permiso para salir con un héroe nacional—: Toniiiii, ya deja de asustarlo, no lo espantes como los otros chicos con los que intenté salir.

—Silencio, estrellita, necesito comprobar que tu futuro novio no quiera pasarse de listo contigo, dejar claro quién manda acá. Porque si piensa que puede usarte sin problemas, tendremos complicaciones acá.

—¡Toni!

Traducción del one shot escrito por @/naferty en tumblr, les dejo el link aquí ^^ https://naferty

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Traducción del one shot escrito por @/naferty en tumblr, les dejo el link aquí ^^
https://naferty.tumblr.com/post/646287120041967616/the-first-time-tasha-met-her-little-brother-she

Créditos totales a ella, yo solo me encargué de traducir, porque me pareció un os muy tierno y porque era la primera vez que veía a Toni como hermana mayor de Tony y ps, me encantó ^^ ojalá les haya gustado tanto como a mí

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