Blue velvet |🎼| [Lana del Rey]

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AU: sin poderes.
«Y aún puedo ver terciopelo azul a través de mis lágrimas...»

Apareció en su vida de improvisto, llenándola de risas e iluminándola con su presencia. No tuvo problemas para llegar al corazón del genio, puesto que no era su propósito. Simplemente un día apareció para quedarse y alegrar los días de Tony.

Las fiestas, el alcohol y las mujeres desaparecieron casi de la noche a la mañana. Steve era lo único que necesitaba, lo único que lo hacía feliz.

Se conocieron una noche de mayo, el rubio llevaba un saco de bello y suave terciopelo azul, a juego con sus ojos y capaz de resaltar esos dorados cabellos. Más azul que el terciopelo era la noche, más suave que el delicado satén en los puños del saco era la luz de las estrellas, iluminando las delicadas facciones de Steve.

Obra del destino, almas gemelas, dios; llámesele como quiera pero algo o alguien los había unido. La velada fue tranquila y pacífica como lo sería su relación. Chistes, risitas y pequeños besos robados bajo la luz de la luna.

Llegando a la casa del rubio, no pudieron evitar caer abrazados en la cama, un revoltijo de brazos y piernas, buscando el toque del otro, persiguiéndose ciegamente bajo las sábanas. La mejor noche de sus vidas, noche que daría paso a la mejor relación que jamás han tenido.

Su amor fue uno que Tony cuidó con esmero, intentando alejar la mala fama de su dorado tesoro. Eran los pequeños detalles los que la mantenían en pie: risas y abrazos en la cocina, haciendo el desayuno; un beso inesperado, a cualquier hora y en cualquier lugar; chistes internos; miradas que decían más que mil palabras. Sí, era una relación dorada.

Más azul que el terciopelo de aquel saco, eran los ojos de Steve, que solo miraban a Tony y nadie más. Los suspiros de ambos eran más cálidos que las noches de mayo, donde la actividad en la cama, suave y relajada, no paraba hasta que el sol empezara a salir detrás de las montañas, acariciando el valle con sus dorados rayos, lamiendo las casas, pintando el día de un fuerte amarillo.

Pero cuando Steve se fue, se llevo con él el brillo de esa relación que había traído con su saco de terciopelo azul.

Se fue de improviso; un día aquí, y al siguiente ya no más.

Accidente de auto.

A día de hoy, Tony piensa en él a diario. Si se queda los suficientemente quieto, puede sentirlo cerca, su cálida presencia llena el cuarto. Cuando está en el limbo por las tardes, ese no, siempre necio, a dormir y caer en un mundo de fantasía donde el rubio sigue a su lado, puede sentirlo con el viento, haciéndole cosquillas en la barba y enredándose en su cabello. Entonces, sus ojos se llenan de lágrimas y la vista se le vuelve borrosa; un destello azul, como el terciopelo del saco y los ojos de Steve, se asoma por el rabillo del ojo. Tímido para no dejarse ver, pero imponente para poder ver aunque sea un pedacito de él.

🌻🌻🌻
Disculpen, voy a ir a llorar.
:(

la verdad es que desde el año pasado, cada vez que escuchaba Blue Velvet, pensaba en estos dos. No sé, pero pasaba y dije "si me creo la cuenta, lo primero que haré será escribir un one shot con la canción". No fue lo primero, pero lo hice:)

la canción me deprime porque me recuerda a la casa de mis abuelos, y ahora quiero ir, pero no se puede :(

¿Les gustó? :)

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Pequeños universosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora