Amores desunidos (Mikeno) [COMPLETADA]

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Mientras Mike.exe cuidaba de Mikellino, había en otra dimensión problemas relacionados con los cachorros y sus aventuras.

Una chica mitad lobo se dirigía al castillo, era algo joven y tenía un puesto alto como líder de las fusiones, pues era una de ellas, llevaba puesta una armadura y una capa color fiusha en la espalda, era de piel blanca y cabello marrón claro del cual sobresalían sus orejas, al igual que su cola eran del mismo color de su cabello.

Su mirada era firme en esa ocasión, era una joven alegre, sin embargo, había momentos en que debía reaccionar a la situación, sus ojos eran bicolor, el izquierdo azul y el otro rosa.

En esta ocasión había sido citada a presentarse al castillo por un pedido del rey Trollino y su esposo Mike, al parecer tenían un problema muy serio y necesitaban su ayuda.

Al entrar se inclinó en muestra de respeto y luego decidió hablar.

- Me llamo Douxalas, líder de las fusiones, hace poco solicitaron mi presencia y he venido tan pronto me fue posible.

- Gracias por atender a nuestro llamado, puedes levantarte- concedió Trolli.

- Verás, nuestro hijo Mikellino lleva desaparecido varios días- dijo Mike tomando la mano de su marido para evitar llorar- y temo que le haya pasado algo- dejó de hablar, no podía controlar sus emociones.

- Mandamos inspeccionar el reino- continuó por su esposo el de corona- al parecer uno de sus amigos lo vio por última vez en el bosque, tengo entendido que tú te encargas de vigilar esa zona, además de que dicen que eres una guerrera muy eficiente.

- Yo misma recorrí el bosque para inspeccionar, habían rastros de una pelea, y no muy lejos de donde vimos la escena encontré un portal antiguo, actualmente está cerrado, pero si alguien logró abrirlo seguro se llevó a Mikellino, así que es posible que ni siquiera esté en esta dimensión- explicó la guardia.

- Tiene sentido, me gustaría dejarte a cargo de la búsqueda de nuestro hijo, confío en tus habilidades y sé que lo traeras a salvo, ¿Qué dices? ¿Aceptas?- preguntó Trollino.

- Será todo un honor Majestad, iré a encargarme del asunto en este preciso momento.

- Mantén esto en secreto a menos que sea necesario, esta es una foto de él- le dio la imagen.

- Gracias, esto facilitará las cosas.

Dicho eso la joven se retiró del lugar y comenzó a revisar los registros de los ataques recientes, fue a varias direcciones, entrevistó personas e incluso recurrió a hechizos para localizarlo, la respuesta era nada.

Mientras se hallaba meditando en el paradero del príncipe vio a unos soldados hablando y se detuvo a escuchar.

- ¿Puedes creerlo? Alguien desconocido robo la gema Lahr de las mismísimas manos del capitán Haak y se fue sin dejar rastro- decía asombrado uno de ellos.

- ¿Deberíamos pedir ayuda de Douxalas? Ella es muy buena investigando y eso- opinó el otro.

- Nos dijo que no la interrumpieramos, está en un caso importante y no creo que un simple rumor le interese.

- Tienes razón, además, eso ocurrió en la dimensión Acuaris, es muy lejos y los culpables solo fueron dos chicos insignificantes, quizás solo ladronzuelos talentosos.

La chica al escuchar eso tomó un mapa, su báculo y la foto de Mikellino, tenía curiosidad de lo ocurrido y tal vez podía conseguir pistas.

Para llegar a la dimensión tuvo que usar un transporte especializado en eso, pues llevaba pasajeros a lugares lejanos pero permitidos, al llegar uso magia para saber la localización del barco que buscaba y siguió con los conjuros para teletransportarse.

Al estar en la embarcación se dio cuenta que eran dos y en una llevaban muchos prisioneros, el famoso capitán tenía un rasguño reciente en su rostro y se veía muy molesto.

- Buenas tardes, capitán Haak- lo llamó- soy Douxalas, líder de las fusiones y vine a investigar su caso, necesito que conteste unas preguntas.

- Mira, niña, no tengo tiempo para esto, ese perro sarnoso se robo mi joya y no logro hacer que estos inútiles digan algo- se refirió a los ahora prisioneros.

- ¿Era solo uno? Pensé que era más fuerte que solo eso- quería sacarle información a la fuerza.

- No era uno cualquiera, y venía acompañado de su sirviente, hasta me daba pena el chico- reía al recordar los intentos de escape de Mikellino.

- Oh, eran dos- anotaba en su libreta- ¿Reconoce a este?- le mostró la foto.

- Si, es su sirviente, aunque debo admitir que era bastante fuerte y decidido.

- Bueno, usted se enfrentó al príncipe Mikellino, pero necesito que me describa al otro y si puede decirme en qué condiciones estaba el joven, es posible que lo hayan secuestrado.

- ¿Príncipe? ¿Secuestro? Vaya chistes te inventas, el chico estaba en perfectas condiciones, no tenía ni un rasguño, y de hecho, tu historia no cuadra, pues fue él quien salvó a su amigo de que lo atrapara- gruñó molesto.

- Okey- le parecía raro que siendo un príncipe decidiera ayudar a un ladrón, algo le faltaba para que todo encajara- ¿Me puede describir al otro chico?

- Mmm, sí, tenía el pelaje color mostaza, llevaba puesto un traje ridículo, pero luego se puso una capa roja, ah, y era un exe.

- ¿¡Un qué!?- decir que la joven estaba sorprendida era poco.

- Un exe, y uno muy fuerte, llevaba tres vendas, en los brazos y la pierna izquierda, sus ojos eran rojos y al parecer hace poco recibió sus poderes, mi gema me indicó que era muy fuerte y no le creí, no debí subestimarlo- se quejó.

- Bien, si me permite le haré preguntas a la tripulación- se alejó del hombre.

¿Cómo un exe podía ingresar a esa dimensión? ¿Tan fuerte sería? ¿Por qué secuestró al príncipe y robó una gema con él? ¿De verdad no le hizo daño? ¿Por qué lo ayudó teniendo la oportunidad de escapar?

La joven tenía muchas preguntas y pocas respuestas, hacía mucho no se reportaba la aparición de un exe, tanto así que se les creía extintos, uno de ellos significa problemas.

Por otra parte, nadie sabe lo que pase en un futuro, y ese "problema" podía beneficiarlos al final.