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La luz del sol se colaba por la ventana y le daba al rostro del pequeño exe, el cual se despertó algo incómodo, le dolía un poco el estómago y las manos, su cuerpo se sentía exhausto y sus partes íntimas tensas.

Observó la situación en la que se hallaba, la puerta estaba más que destrozada, al igual que su capa, la cama estaba embarrada por un líquido blanquecino y a un lado suyo vio la capa de Mikellino.

No pudo evitar malpensar la escena, y al hacerlo ruborizarse, luego de calmar su sonrojo le entró un sentimiento de rabia y comenzó a buscar al más alto.

Revisó en algunos cuartos sin obtener resultado, al final lo encontró en el lugar que menos deseaba, la habitación de Trollino.exe.

Se quedó parado en el marco de la puerta con el ceño fruncido, el príncipe sintió una mirada sobre él y se levantó asustado al ver a Mike.exe.

- Espera, no quiero, por favor- se enrolló en las colchas algo asustado.

- Sal de esta habitación ahora, tenemos mucho de que hablar- se fue sin decir más.

Salió con toda seguridad, pues su manera de hablar le indicó que ya había vuelto a la normalidad, lo encontró en la cocina comiendo un chocolate mientras se hacía una nueva capa, la anterior no tenía reparación.

- Mike.exe, sobre lo que pasó ayer...- estaba por darle una explicación.

- ¡Yo confié en ti!- le reclamó.

- No pasó nada, bueno, fuera de que intentaras violarme, seducirme e incluso matarme, pero logré escapar.

- ¿Entonces por qué desperté enredado en tu capa?- la sacó de abajo de la mesa y se la lanzó a la cara.

- Porque trataste de violarme, me quitaste la capa, incluso mi ropa, aunque esa me la volví a poner, tal como vez.

- ¿Tienes pruebas? Si llego a hacer eso quedaré embarazado, soy muy joven para tener hijos y creo que sigo siendo virgen.

- Estás en lo correcto, sigues siendo virgen, porque te juro que no hice nada, y en cuanto a las pruebas, eh, puedes caminar, esa debería ser prueba suficiente.

- Buen intento, pero los exes no somos tan vulnerables al dolor como ustedes.

- Oh, no lo sabía, entonces... Ya sé, puedes hacer una prueba, cualquier rastro de semen que esté en el castillo es tuyo.

- No voy a revisar eso... Pero te creeré, pareces muy seguro de lo que dices.

- Gracias.

La plática le había parecido tranquila al mayor, luego lavó su capa, pues estaba cochina y volvió con su amor platónico.

Estuvieron el resto del día planeando robar la siguiente gema, querían conseguir a Klank, así que fueron a un bosque muy grande a buscarla, para eso necesitaron ayuda de Lahr, lamentablemente cada vez que se acercaban desaparecía, pues solo aquellos que necesitaran apoyo psicológico podían acercarse.

- Ya llevamos mucho buscándola, no creo que la atrapemos- se quejó el de corona.

- No podemos irnos sin ella, pero ya va a ser de noche, así que podemos armar un campamento.

- Está bien, ¿Me puedes decir todo lo que sabes de la gema?

- Si, dicen que su música cura cualquier daño físico o emocional, pero solo puedes acercarte cuando tienes un sentimiento muy negativo, se negará a que la tomes si logra hacerte sentir mejor, y si no eres digno para ella desaparece.

- ¿Ok? Quizás tú puedas acercarte, digo, llevas sobre tus hombros la carga de haber matado a todo un pueblo y el miedo de no recuperar a tu dueño.

- Al parecer no es suficiente, porque si lo fuera tendría la gema en mis manos en este momento.

- ... ¿Hay algo que no me estés diciendo?

Lo que quería ocultar el exe era que empezaba a superar su pérdida, ya no se sentía solo desde que conoció a Mikellino, sin embargo, se rehusaba a olvidar a su dueño, comenzó a percibir una música proveniente del bosque, no dudó en seguirla.

El de cabello azabache se limitó a vigilarlo a una distancia considerable, ambos pudieron visualizar la joya más adelante, pero un ruido los distrajo de sus pensamientos, la gema dejó de sentir tensión y desapareció, eso no le importó mucho a los canes, pues sentían la presencia de alguien más en ese bosque.

- ¿¡Quién está ahí!?- gritó Mike.exe.

- ... No hay nadie, será mejor buscar un lugar seguro para encender una fogata.

Lo que no sabían era que una híbrido pasaba por ahí de casualidad cuando los vio y decidió seguirlos, por el momento no debía atacarlos, pues eso arruinaría su plan.

Los dos cachorros encontraron una zona despejada, juntaron leña y encendieron fuego, se acurrucaron juntos para dormir, la noche era fría y aún no tenían sueño, pero querían sentir la compañía del otro.

- Ahora que lo recuerdo- habló el de vendas rompiendo el silencio- ¿Por qué tienes un rasguño en la cara?

- Verás, cierto exe es demasiado rudo y exigente cuando está en celo, y claro que no podía dejarme escapar sin antes dejarme una marca.

- ... Lo lamento, no sabía cómo iba a reaccionar, no debí quedarme ahí, debí irme a otro lado.

- No hay problema, fue una experiencia divertida de recordar, aunque preferiría no repetirla- dijo con un escalofrío por el recuerdo, el exe se limitaba a sonreír, de alguna forma su contrario siempre lo perdonaba.

- Seguro hubiera sido un gran seme- decía orgulloso el pelimoztaza, pues no sabía cuál era su papel en la relación y quería dejar de pensar así

- Me disculpas pero el seme iba a ser yo, con violarme me refería a que querías que te penetrara, no al revés.

- ¿¡Qué!? Ay, mi dignidad, no puedo creer que en mi celo me toque ser uke.

- Antes dijiste que terminarías embarazado, creí que ya sabías que eras el de abajo.

- Eso fue porque creí que tú te aprovecharías, no estaba seguro, y cuando mencionaste violar pensé que yo era el de arriba.

- Ni en sueños, uke, ahora duérmete que se hace tarde.

- Jm, bueno, creo que no me puedo quejar... Me gusta que me den cariño- susurró lo último para sí mismo.

Durmieron abrazados, mientras en un árbol cercano una chica de armadura y capa fiusha los observaba.

- Se ven tan tiernos... ¿Estarán enamorados? Aunque eso no explica por qué roban las gemas, bueno, dentro de poco obtendré respuestas, por ahora creo que el príncipe está en buenas manos- se fue satisfecha por la escena que contempló, a sus ojos eran la pareja perfecta.

 ¿Estarán enamorados? Aunque eso no explica por qué roban las gemas, bueno, dentro de poco obtendré respuestas, por ahora creo que el príncipe está en buenas manos- se fue satisfecha por la escena que contempló, a sus ojos eran la pareja perfecta

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Amores desunidos (Mikeno) [COMPLETADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora