12

331 28 4
                                    

Ambos fueron atados no tan fuerte y colocados en el mismo cuarto de antes, Mike.exe estaba todavía con la ropa de antes, mientras que Mikellino llevaba su capa y short húmedos.

- ¿Tenían que atarme con este traje puesto?- se quejaba el exe.

- Así estás un poco cubierto y no incitas tanto a que te violen, aunque debí ponerte algo más apropiado- lamentaba el azabache.

- Te preocupas demasiado por mí, tanto que no piensas en ti, sigues llevando puesta tu ropa mojada, te vas a enfermar- lo regañó.

- Ya está seca, y eso no importa, no creo que me enferme, y de todos modos vamos a volver a entrar al agua.

Siguieron platicando un rato más, pasaron casi tres horas, era de noche y dormían tranquilos, o eso hasta que un estruendo los despertó alarmados, se sentaron y prepararon para cualquier cosa, arriba se oían pasos y murmuros.

La puerta fue abierta y un chico de la tripulación entró acompañado de un hombre fornido de cabello largo y oscuro algo descuidado, el rostro lleno de cicatrices, un parche en el ojo derecho, ropa de cuero y la gema colgando de su cuello.

La puerta fue abierta y un chico de la tripulación entró acompañado de un hombre fornido de cabello largo y oscuro algo descuidado, el rostro lleno de cicatrices, un parche en el ojo derecho, ropa de cuero y la gema colgando de su cuello

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Al acercarse a ellos la gema produjo un brillo celeste, el pirata miró la joya y luego a los perros frente a él.

A diferencia del capitán de ese barco el hombre no se asustó al ver al exe, de hecho, no mostraba emociones en su rostro.

- E-estos son los prisioneros de los que le hablé, s-si quiere puede llevárselos- decía temeroso el joven.

- ¿Cómo consiguieron un exe? Es raro ver uno en tan buenas condiciones y en este mundo- más que una amenaza el adulto veía a Mike.exe como un trofeo.

- ¿De dónde sacaron un gorila? Nunca había visto uno- se burló el cachorro.

- Grr, dame una cadena, esas cuerdas no lo detendrán- le ordenó al tripulante.

- S-si- hizo como le pidió.

- Mientras el pirata ataba de brazos y le colocaba una correa en el cuello al pelimoztaza le despojó de su ropa, vio sus vendas y sonrió, al parecer no tenía otras intenciones por el momento, ya que solo lo arrastró.

- Oye, más cuidado, que no tengo ropa y me da vergüenza- reclamó el can.

- Cállate antes de que me arrepienta de llevarte con vida.

Mikellino había tomado la gema de su amado de sus ropas y le indicó con su mirada que la cuidaría, lo que le extrañaba era que el pirata no se había percatado de la joya, como si su razón de ir no fuera por eso.

- Ey, olvidas a mi amigo- recordó el de ojos rubí.

- ¿Y por qué lo traería? Solo vine por ti, ahora camina- dijo el hombre jalandolo más fuerte.

- Detente, lo lastimas- pidió el de capa verde.

- No me interesa.

- ¿Por qué te lo quieres llevar? No ha hecho nada malo- preguntó el de orbes oscuras.

- Es un exe, por sus ojos puedo decir que ya tiene su poder y por sus vendas que es muy poderoso, será el arma perfecta, además, es bastante atractivo ¿No crees?- rió ganándose un gruñido del contrario.

- Más respeto, no soy un arma, ¿Tú eres el capitán Haak? Pensé que solo te dedicabas a buscar gemas o tesoros ¿Estoy en lo cierto?- comentó el ahora desnudo cachorro.

- Así es, pero tú eres especial, le pedí a mi gema que me guiara al arma más poderosa de la dimensión y aquí estoy, frente a un exe.

- ¿Estás seguro que soy yo? Quizás es alguna gema o mi compañero, quién sabe, yo solo soy un inocente cachorro abandonado por su familia- decía gracioso Mike.exe- hace poco obtuve mis poderes, ni siquiera sé usarlos.

- Jm, mira esto- tomó la gema en su mano y la puso frente a él- indícame dónde está el arma más poderosa de este mundo- la apuntó a Mikellino y no pasó nada, luego la colocó hacia el de vendas y brilló- esta gema nunca miente ni se equivoca y según ella eres muy poderoso.

- Jm, mira esto- tomó la gema en su mano y la puso frente a él- indícame dónde está el arma más poderosa de este mundo- la apuntó a Mikellino y no pasó nada, luego la colocó hacia el de vendas y brilló- esta gema nunca miente ni se equivoca y segú...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- Tu gema es muy bonita ¿Me la prestas?- pidió el menor con "inocencia".

- No, ahora camina- lo jaló.

- Mínimo déjame ponerme algo para cubrirme, no quiero que me vean así.

- Agh, está bien.

Mientras ambos fueron al camarote Mikellino aprovechó para soltarse, se escondió cerca para vigilar que no le pasara nada a su amado.

Mike.exe necesito de ayuda para ponerse la capa, el pirata se la puso disgustado, el exe aprovechó la oportunidad para romper silenciosamente las cadenas, fue difícil, pero nada lo detendría de su objetivo.

El capitán Haak mostraba una cara de pocker todo el tiempo, así que no podían saber si estaba confiado o desprevenido.

Cuando estaban por cruzar un puente hacia el otro barco el pelinaranja decidió actuar soltandose de las cadenas de sus manos y lanzandose a la espalda de su adversario para tomar la gema.

Al hacer esto solo la logró quitar del cuello y tirarla al suelo, pues él hombre ya esperaba un ataque y lo tenía contra el piso bien sujetado.

- Mala desición, perrito- al momento de tratar de tomar la joya Mike.exe la tiró al mar con la pata- NO, ¿¡Qué has hecho!? Me las pagarás.

Alzó una daga para herirlo, pero su ataque se vio interrumpido por el otro can, causándole solamente una herida en el estómago.

Una vez que apartó al adulto del cachorro, Mikellino tomó al herido, lo colocó en su espalda y se lanzó del barco siendo motivado por los tripulantes.

- Debemos recuperar la gema- pronunciaba el de ojos rubí con dolor.

- Ten- le dio un salvavidas que sacó anteriormente del barco- Tú trata de encontrar el portal y yo buscaré la gema- le devolvió la joya de su madre y se sumergió al agua.

El exe rastreó el castillo con un hechizo que había aprendido, el lado malo era que ocupó toda la energía que le quedaba, lo último que vio fue el agua salpicando, Haak se había lanzado.

- No te irás hasta que yo lo diga- reclamó el pirata.

- Mikellino...- murmuró para después perder la consciencia.

- murmuró para después perder la consciencia

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Amores desunidos (Mikeno) [COMPLETADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora