Capitulo 10: Puro caos

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Después de un rato tranquilo el rubio agradeció la compañía y se despidió de la profesora, excusándose de que no quería perder también el acondicionamiento físico.

Se dirigió al salón por sus cosas cuando la mayoría estaba saliendo o ya se habían retirado rumbo al gimnasio, topándose solamente con unos cuantos que no le prestaron real importancia al hecho de que apareciera tarde.

-Viejo ¿Dónde te metiste? –Saludó casual Sero cuando lo vio entrar.

- Kacchan, al fin vuelves bro. Las clases restantes fueron duras sin poder preguntarte dudas que nadie más parecía tener. -Secundó Denki contento de verlo antes de ir a entrenar.

Antes de que Kirishima pudiera hablar nada, una Ashido furiosa se apareció frente al rubio y ruda lo tomó de la muñeca para arrastrarlo fuera del salón, dejando a sus demás amigos confundidos por lo repentino de la situación, pero optando no interferir. Considerando que sería mejor hacerse los desentendidos, salieron del salón directo al gimnasio para cambiarse con el uniforme deportivo y conocer las indicaciones, así si el par gruñón tardaba en llegar ellos podrían explicarles el ejercicio evitando que se metieran en líos.

Katsuki se dejó hacer por la pelirrosa permaneciendo en silencio y permitiendo ser jalado por un brazo en calidad de maniquí hasta el corredor más cercano donde la muchacha lo encaró genuinamente confundida y gran parte molesta.

- ¿Qué demonios está mal contigo? – Cuestionó furiosa, soltando su mano en un gesto de exasperación.

- ¿No debería ser yo quien pregunte eso? –Su tono era muy sereno y sus actos parecían desinteresados. - ¿Desde cuando eres tan gruñona? Se te arrugará la frente. – Le dijo desentendido, tocando con dos dedos el ceño fruncido de la muchacha que ella retiró de un manotazo.

- No te hagas el tonto, Bakugou. –Le retó. – Dime ¿Lo acordaron entre ambos como una broma cruel, o simplemente desististe?

- ¿De qué demonios hablas, torpe? Ni siquiera creo estar en la misma página que tú. –Bufó ahora confundido.

- De Momo-chan, torpe ¡Hablo de Momo! – Rectificó usando su mismo insulto perdiendo la paciencia. – Hace nada me preguntaste por ella para declarártele y ahora resulta que nunca te presentaste. Y el desgraciado de Todoroki tampoco lo hizo, a pesar de que fue él quien le pidió estar ahí.

Eso sorprendió al muchacho, pues parecía que el torpe peliblanco no llegó con ninguno de los dos.

- Dime ¿Se organizaron? Porque si fue una broma, fue una de muy mal gusto, que lo sepas. Aunque seas mi amigo, ella también lo es y si fue así, le debes una disculpa. – Siguió hablando ella, muy rápido y en sus ojos dorados temblaba con duda la posibilidad de que Bakugou burlara así a una amiga suya (o a cualquier chica, en general).

- Entiendo. –La frenó y la miró a los ojos tomándola de la mano para hacerle comprender que era sincero. – No fue una broma organizada. No me presenté porque supuse que el bastardo lo haría y--

- ¿Así que te rendiste? –Le interrumpió sin entender, aliviada pero sonrojándose un poco arrepentida de haber desconfiado de él.

Katsuki no pareció darle importancia, aunque supuso la ruta de pensamiento que ella estaba teniendo.

– Pensé que sería lo mejor. No quería incomodarla cuando el chico al que corresponde ya estaba en camino de hacérselo saber. Aparte no es ella quien me gusta. –Terminó de explicar mintiendo un poco, esperando que la chica no reparara en eso último que dijo.

- ¿Pero por qué Todoroki-kun no se presentó? –Externó la duda que surgió en ambos.

- Eso no te lo puedo contestar yo. Quizás el imbécil se perdió de camino. –Supuso hastiado. Y antes de que pudiera seguir hablando o pensando más en el asunto, la empujó un poco por los hombros apurándola a dirigirse al gimnasio. – Ahora, deja de pensar de más o se te va a derretir el cerebro por el esfuerzo, camina o llegaremos tarde.

Just Rude Notes [BakuTodo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora