Capitulo 9: Dame un respiro

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El timbre ya había sonado.

La brisa seguía igual de fresca, los rayos del sol que se colaban entre las ramas del árbol bajo el que descansaba eran de un cálido agradable sobre su piel de trigo, el pasto olía bien aunque se sintiera áspero bajo su peso. El tiempo de espera había llegado a su fin y él se encontraba estático y en silencio, sin más compañía que sus crueles pensamientos que le recordaban la obviedad del resultado que había obtenido tras dejar esa carta azul en el casillero ajeno ya bien ubicado por sobre los demás.

Era obvio que Todoroki no iba a llegar donde él y mostrarle la más reciente de sus notas con una sonrisa de suficiencia al haberle ganado en su propio reto simplón. Era obvio que preferiría la compañía de la guapa pelinegra por sobre la de su persona. Era obvio que tras haber hablado con la chica en el comedor, asistiría a donde ella y le declararía sus sentimientos como le había advertido Ashido, para después volver al salón tomándose de las manos entre sonrisas bobas de enamorados, siendo meloso o dándose besitos y haciéndola sonrojar con el gesto.

Era obvio. Pero por sólo un momento se quiso convencer de que no sería así, de que vería a Shoto llegar a su lugar favorito y lo volvería aún más bonito con la presencia de su persona especial. "Qué estúpido. Deberías avergonzarte al esperar esa cursilería", fue su pensamiento recurrente mientras escupía con desdén la pajilla que había mordisqueado todo el receso intentando mantener la calma, no quería evidencias de lo patético que podía ser.

Recogió su chaqueta para sacudir los restos de césped en ella y la colocó sobre su hombro, sus movimientos eran tranquilos, perezosos incluso. Como alguien que no tiene la energía necesaria para la tarea, juntó después la caja de jugo sin abrir que estuvo resguardando para compartirla y con el peso de la cual evitaba que el aire volara una carta ubicada debajo de ésta. Tras guardar la carta hecha puño sin cuidado dentro del bolsillo de su pantalón, pinchó la cajita de jugo para comenzar a beberla en grandes tragos y con el ceño fruncido hacia nadie en particular se dirigió a la terraza del edificio más cercano.

Llegado a su destino consideró quedarse sentado en las gradas de concreto, pero la brisa fresca lo invitó a estar parado recargándose en el barandal y simplemente suspiró desanimado.

Pasó en silencio un rato y suspiró de nuevo sintiéndose tremendamente imbécil por saltarse clases. Sacó de su bolsillo la carta que pretendía darle a Todoroki si coincidían como le propuso notando que ahora el papel estaba arrugado y maltratado por su fuerza y la rudeza de sus actos, pero se echaba de ver que había sido mejor elaborada que las notas en papel sticky de colores que vagamente le dejó durante la semana anterior.

Si ahora el chico se había hecho de una novia de su estatus social y acorde a lo que se esperaba de él, ya no tenía caso entregarla; mucho menos hacerse ilusiones de una respuesta. Esa carta y los sentimientos puestos en ella ya no tenían razón de ser. Sería mejor deshacerse de ella así como probablemente Todoroki había hecho ya con el resto.

- Uh~ Parece que a alguien se le han declarado. -La voz que aunque autoritaria sonaba emocionada lo sacó de su estupor.

Y como si se encontrara haciendo algo prohibido su reacción fue esconder la carta tras su espalda. Sonrojándose al caer en cuenta de ello y llevando sus manos echas puño a los costados de su cuerpo en una pose rígida, avergonzado sin querer admitirlo.

La guapa profesora del plantel y heroína profesional Midnight, le dedicaba una sonrisa cómplice mientras sostenía el cigarrillo que se encontraba fumando también recargada vagamente en el barandal, lo miraba divertida pero no de forma burlesca, sino como estudiando sus actos. Estaba tan absorto en sus pensamientos que no se había fijado que la maestra ya estaba ahí cuando él entró.

Just Rude Notes [BakuTodo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora