Matrimonio Depredador || 𝐖𝐞𝐛𝐧𝐨𝐯𝐞𝐥 🔞

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||Toma de la princesa real de Estia (1)||

La habitación se quedó en silencio. Ishakan miró fijamente a Leah. La respiración de ella se aceleró bajo su aguda mirada, aunque se esforzó por permanecer impasible e ignorar el pánico que le oprimía el pecho.

Según las leyes de sucesión estianas, las mujeres no podían heredar el trono. El príncipe Blaine era actualmente el único heredero legítimo. Pero si Byun Gyeonbaek pasaba a formar parte de la familia real al casarse con Leah...

Eso fue lo que Leah le había dicho, la última vez que le habló. Él podría convertirse en rey si tomaba su mano, y eso era todo lo que ella necesitaba decir. La codicia en sus ojos había brillado en verde. En ese momento, su imaginación había desplegado alas y se había disparado.

Pero esos ambiciosos sueños se harían añicos. Había una condición crucial: su matrimonio tendría que sobrevivir durante un cierto período de tiempo antes de que su posición fuera legitimada. Si Leah moría en su primera noche con Byun, su derecho a la sucesión moriría antes de nacer. Todas sus ambiciones serían en vano.

Ella le había ocultado esa parte de la verdad. Sus dulces palabras lo habían calmado y distraído. Con ello, se había asegurado de que él no tomara medidas mientras duraran las negociaciones, aunque no podía negar la posibilidad de que las cosas se complicaran más adelante. Si llegaba ese momento, no podía permitirse el lujo de ser tímida o vacilante. Leah tendría que mostrarse tan segura como lo estaba ahora, sentada ante Ishakan.

"Genial", dijo finalmente Ishakan. Se pasó los dedos por el pelo, desanimado. "Tengo que admitir que has sacado un argumento inesperado".

Haban se quedó con la boca abierta por la sorpresa, y los ojos del genin parecían que iban a salirse de sus órbitas. Ishakan se enderezó, dejando de apoyarse en su asiento, y sonrió a Leah.

"Bien. Acepto tus condiciones y firmaré el tratado de paz".

La sorpresa se reflejó brevemente en el rostro de Leah y sus ojos se abrieron de par en par. ¿Era realmente tan fácil? Pero, por desgracia para ella, Ishakan era un oponente formidable.

"Además, solicito una demostración de confianza de Estia", dijo.

Al instante, las peticiones que él podría hacer y las contramedidas que ella podría sugerir surgieron en su mente. Pero Ishakan no había terminado.

"He oído que no hay nada mejor que una alianza matrimonial para reforzar la solidaridad entre dos países".

Leah parpadeó. Se inclinó hacia delante, apoyando los codos en la mesa, con la barbilla apoyada en las manos. Tenía un aspecto seguro y feroz, y su voz era seductora.

"Me gustaría tomar a la princesa real de Estia como mi prometida", susurró. "¿Qué te parece?"

"¡Eso es ridículo!", gritó el ministro de Finanzas Laurent, levantándose de su silla. El conde Valtein lo agarró por la ropa y lo volvió a bajar.

Genin y Haban, en posición de firmes detrás de Ishakan, examinaron al Ministro de Finanzas, y luego volvieron a mirar a Ishakan, con una clara tensión a pesar de sus ojos inexpresivos. El conde Valtein comprendió lo que estaban pensando, y por debajo de la mesa le dio una patada al ministro de Finanzas como advertencia.

Ishakan observó la interacción, sin inmutarse. "¿No es una condición similar a la suya? Comparándolos, parecen exactamente iguales. No debería sorprenderle demasiado".

Extendiendo sus largos dedos, golpeó ligeramente la mesa.

"Terminemos la discusión en este punto por hoy. No creo que podamos hablar bien en las condiciones actuales. Necesitamos tiempo para enfriar nuestras cabezas y aclarar las cosas. ¿Puedes programar una segunda reunión para una fecha posterior?"

Todo el cuerpo de Leah se tensó.

"Puedo... hacer eso", logró.

"Entonces, le ruego que lo considere todo cuidadosamente, princesa".

Ishakan se levantó. En el transcurso de la discusión, ella había olvidado su enorme figura, menos perceptible mientras él estaba sentado. Ahora, su enorme figura se revelaba de nuevo. Ishakan le sonrió, mirándola atentamente por un momento, y luego salió de la habitación.