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||Quiero morir (1)||

Sin pensarlo dos veces, lo insertó directamente por detrás. Golpeó tan profundamente que sus bellotas la abofetearon en la parte trasera. La inmensa vergüenza que sentía y, al mismo tiempo, el placer, atravesaron a Leah.

"¡Ah...!"

Sus manos temblorosas pronto se aferraron a una almohada. A medida que su cuello se arqueaba hacia atrás, su boca temblaba, sus botones rosados se endurecían y sus entrañas palpitaban. Ella rompió en lágrimas - había alcanzado su punto máximo tras una simple inserción.

Nunca había conocido una conducta tan atroz. Siendo tratada así, y sin embargo en pleno goce, se sintió como una mujer lujuriosa, avergonzada por el hecho de que una posición salaz era la responsable de su liberación.

A pesar de sus gritos de protesta, no pudo detener los sonidos que se le escapaban de los labios en sucesión.

" Es suficiente de esto... ug-ugh, ughh!" Le suplicó que continuara en la posición normal con la que se sentía cómoda. Pero el líquido, que era una mezcla de ambos, goteaba continuamente por sus muslos. Sonidos de bofetadas húmedas llenaban la gran cámara.

"A-agh, no..."

"Creo que te gusta más esta posición. ¿Eh?"

"¡Ahh! Tú barba-... ahh...!"

Introdujo sus dedos en la boca abierta de ella hasta que se empaparon, para luego usarlos para apretar sus picos gemelos. Leah sintió los dedos húmedos y gruesos frotar sus capullos rosados.

Avergonzada, encontró tal acción vulgar muy excitante, cada vez que el hombre pellizcaba a sus damas, algo brotaba de abajo y manchaba las sábanas.

El inconfundible calor en su vientre se había encendido, consumiendo su voluntad de resistir.

Sin darse cuenta, levantó sus caderas para él, dejando que la parte superior de su cuerpo se desplomara en la cama con su espalda curvada más allá de la comodidad. Mientras se reclinaba, sus pechos estaban suspendidos en el aire, una posición muy conveniente en el caso del hombre que estaba detrás.

Ella no podía soportarlo más. Ese pedacito restante de razonamiento del que ella se había aferrado se fue volando débilmente.

Rugió como una bestia el cual cayó sobre su espalda, mordiendo la suave piel de su nuca.

Respiros acalorados y besos llovieron sobre su delgado cuello y sus hombros. Los cuerpos cubiertos en sudor se unieron. Los miembros desnudos se entrelazaban fuertemente en la oscuridad...

Grandes manos tomaron el rostro de Leah de lado, y una gruesa lengua se introdujo en su boca.

Embistió más profundo y más rápido. Sus manos se engancharon en su cintura mientras sus empujes se volvían más violentos... más poderosos. Leah pronto alcanzó otra liberación; todo su cuerpo se puso rígido ante la sensación que la dejó débil.

Después de varias embestidas, el hombre finalmente soltó un gruñido mientras él también terminaba.

El líquido caliente se disparó a sus entrañas, y Leah se estremeció sin hacer ruido. Sus lágrimas hicieron que su visión se nublara. Los párpados cansados pronto se cerraron, y antes de que se diera cuenta, se desmayó.

***

"...."

Dolor... Todo se sentía doloroso.

Los ojos de Leah se abrieron de golpe. Tan pronto como vio el desconocido techo de madera que se cernía sobre ella, su corazón cayó...

Su respiración vacilante llegó a sus oídos, se sintió sofocada. Lentamente, se volvió a su lado, y su aliento se aceleró inmediatamente al ver aquello que le daba la bienvenida. Un hombre estaba durmiendo con sus largos brazos y piernas envueltos en su cuerpo.

Los dos estaban desnudos como el día en que nacieron, pero Leah no sentía frío. A pesar del aire helado del amanecer, el calor que desprendía el hombre la mantenía abrigada.

Leah echó un vistazo a su cuerpo. Parecía que la había lavado mientras estaba inconsciente. Por un segundo, se sintió agradecida. Pero tan pronto como los recuerdos de anoche inundaron su mente, apenas se tragó las palabras burdas que llegaban a su garganta.

Fue una experiencia increíble. La sensación completamente nueva la había quebrantado y penetrado repetidamente. A lo largo de la calurosa noche, él no había sido más que rudo e implacable con ella.

Sus mejillas se teñían de rojo. A pesar de su insensibilidad, ella tuvo que admitir que fue ciertamente placentero... La noche aún estaba viva en su mente. Sería un recuerdo que no olvidaría hasta que respirara por última vez.

Dejó escapar un pequeño suspiro. Aunque cometió el estúpido error de acercarse a ese hombre, aún así había logrado su objetivo -había sido desflorada-, un bien dañado de la familia real.

Pronto habría luz afuera. Ahora, tenía que regresar al palacio inmediatamente. Con cuidado, movió los pesados y gruesos brazos que tenía encima. Haciendo esta tarea, se olvidó de respirar... temiendo que el hombre se despertara de su profundo sueño.

"!!"

"!!"

Los brazos gruesos se envolvieron rápidamente alrededor de su cintura, unos labios se pegaron a su oído, y una voz baja y ronca susurró.

".... ¿A dónde vas?"

Bajo los pesados párpados, unos afilados ojos dorados brillaban frente a Leah. Ella apartó su brazo y dijo: "Una noche..."

Su voz se escuchaba con aspereza. Era a causa de los gritos coquetos de anoche. Sonrojándose, tardó en aclarar su voz y habló de nuevo con gran fervor, " La diversión de una noche ya terminó".

Matrimonio Depredador || 𝐖𝐞𝐛𝐧𝐨𝐯𝐞𝐥 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora