Matrimonio Depredador || 𝐖𝐞𝐛𝐧𝐨𝐯𝐞𝐥 🔞

*114*

||Recuerda||

Leah se emocionó ante su elogio. Cuando inclinó la cabeza hacia atrás y levantó los labios, Ishakan la besó como si lo hubiera estado esperando. Se sintió tan bien que casi no pudo soportarlo cuando su lengua se deslizó en su interior, lamiéndola profundamente.

"Ahh, hmm...."

Dejó escapar un gemido, disfrutando del placer mientras Ishakan la besaba. Le bajó la mano del pecho y se la llevó a las piernas, rozándole los muslos húmedos de sudor y la ropa interior mojada. La vergüenza que sintió entonces empequeñeció la que había sentido cuando se tocó el pecho, y Leah intentó retirar la mano. Pero no pudo. Ishakan la mantuvo firmemente donde estaba.

Agarrándole la mano, la hizo explorar a través de su ropa interior, y luego tocarse dentro, sintiendo su propia humedad.

"Ah, Ishakan..."

Leah estaba nerviosa, le temblaban las piernas. Cada vez que sus dedos tocaban su propia carne, sus caderas se sacudían y podía sentir la hinchazón de su clítoris. Cada vez que la tocaba con los dedos, le ardía la cara.

Pero no había terminado. Ishakan movió su propia mano para tocar el borde de su húmeda abertura, y Leah sollozó en voz alta.

"¿Ahora puedes hacerlo sola, Leah?". Le mordió suavemente el lóbulo de la oreja, incitándola suavemente. "Yo me ocuparé de la parte de abajo, así que tú frota la de arriba".

El grueso dedo de Ishakan empujó dentro de ella y su rostro enrojeció de vergüenza mientras obedecía, frotándose el clítoris. Los dedos de Ishakan se flexionaron hábilmente mientras se movían dentro de ella, acariciándola rápida y profundamente, y produjeron un ruido humillantemente húmedo.

La mano de Leah se movía, pero a pesar de sus esfuerzos, le resultaba difícil seguirle el ritmo.

"¿Hasta cuándo... ahh... hay que hacerlo?".

"Hasta que te corras una vez. Tócate también el pecho".

Su otra mano se colocó en su pecho, y gracias a la consideración de Ishakan, ahora estaba tocando su pecho y clítoris al mismo tiempo.

"Eres una princesa inteligente, así que serás capaz de hacer lo que te he enseñado, ¿verdad?".

Si no hubiera tenido los ojos vendados, le habría mirado mal. Pero Leah estaba a oscuras y no conseguía orientarse. Su cuerpo temblaba mientras se frotaba el clítoris y los dedos de Ishakan la penetraban una y otra vez al compás de sus movimientos. Su mente estaba llena de vergüenza y placer, e Ishakan le lamió la oreja.

"Sí, lo estás haciendo bien", susurró.

Detrás de su trasero, sintió que algo se calentaba, endureciéndose lentamente. En cuanto sintió su excitación, Leah se estremeció y todo en su interior se encendió. En la oscuridad total, los sonidos y las sensaciones eran muy intensos. Sin que se diera cuenta, otro dedo se había unido al primero que entraba y salía de su abertura, y cada vez le resultaba más difícil soportar el movimiento. Cuanto más atormentaban sus oídos los húmedos sonidos, más aumentaba su placer.

Un cosquilleo en su vientre se tensó, y sus entrañas estaban muy calientes.

"Hmm..."

Leah gimió, frotándose el clítoris con más fuerza, perdida en una respuesta instintiva. Ishakan le separó las piernas con una mano, observando atentamente cada momento.

"Recuérdalo claramente".

Otro dedo se deslizó dentro de ella. Un estremecimiento de placer sacudió su cuerpo y volvió a gemir. Los dedos dentro de ella se movían más rápido, más fuerte, intensificándose.

"Lo que hiciste conmigo en tu cama".

"¡Ahh, hmm, ah, Ishakan...!"

"Cada vez que te acuestes en la cama y te cubras con la manta... recordarás lo que te he enseñado en este momento". Su suave voz llenó sus oídos. "Nunca lo olvides, Leah".

Su espalda se arqueó cuando todas las sensaciones que sentía estallaron al mismo tiempo, y la parte inferior de su cuerpo se tensó.

"¡Ahhhhhh...!"

Leah se estremeció al alcanzar su primer clímax.