Matrimonio Depredador || 𝐖𝐞𝐛𝐧𝐨𝐯𝐞𝐥 🔞

*17*

||El Rey de los Kurkanos||

Se dice que si una bestia está encadenada desde su nacimiento, no se separará de ella ni siquiera después de crecer.

Leah era muy consciente de este hecho. La bestia no rompería los grilletes, no porque amara o temiera a su amo, sino porque estaba tan acostumbrada al cautiverio

Incluso si alguien le enseñara a la bestia a liberarse, no lo intentaría. Algunos llamarían a la bestia tonta por no hacerlo, pero tal vez la idea de los grilletes estaba profundamente arraigada en su mente que ni siquiera pensaría que liberarse era posible.

Leah era igual. Pero, en cambio, temía a la reina.

Y a cada momento, había temido por su vida.

La reina era la mayor pesadilla de Leah.

Todas las tragedias comienzan con un amor ardiente. El rey se enamoró a primera vista de una campesina mientras asistía a un banquete. Su tono franco y su brillante sonrisa eran algo que fascinaba al rey, que nunca había visto algo así antes. Así, la chica que creció en una pequeña familia de la provincia se convirtió en la reina de Estia.

Sin embargo, el mero hecho de ser buena no le permitió sobrevivir en el palacio. Sin nadie que la respaldara, se fue haciendo cada vez más delgada. Todo lo que podía hacer era aferrarse al amor del rey.

En la cima de su miseria, nació Lía. Experimentó complicaciones en el parto y apenas pudo dar a luz. Después, se volvió estéril.

Una reina estéril era una vergüenza para la familia real, y el otrora ardiente amor se enfrió... El débil e impotente rey cumplió fácilmente con las demandas de los codiciosos nobles que querían deponer a la reina. Poco después, fue expulsada del palacio en forma miserable.

Ocurrió cuando Lía tenía sólo tres años. A esa edad ni siquiera podía comprender claramente las cosas, pero las últimas palabras de su madre estaban vivas en su memoria.

Lo siento Leah, lo siento mucho.

Deberías seguir viviendo...

No desobedezca a Cerdina.

Sólo sigue sus palabras, no importa lo que pase.

Y con esas últimas palabras, la reina fue descubierta muerta. La familia real anunció que la abatida reina había decidido terminar con su vida, pero todos sabían que no era un suicidio.

La ambiciosa Condesa Cerdina reemplazó el trono que su madre había ocupado. Sin embargo, la entrada de Cerdina en el palacio real fue tumultuosa. Ella estaba embarazada de un niño.

El niño era el medio hermano de Leah. La reina Cerdina tenía una relación con el rey incluso antes de que la anterior reina fuera expulsada.

Esto causó que la sociedad de Estia descendiera al caos. El hecho de que la nueva reina no fuera virgen y tuviera un romance con el rey causó confusión.

Tal desgracia...

Sin embargo, gracias a su poderosa familia y al favor del rey, logró que su hijo fuera declarado heredero al trono, haciendo que el clamor en su contra se desvanezca.

La ambiciosa y astuta Cerdina siempre afirmó: "No sé nada sobre la complicada política y el gobierno. ¿No me bastaría con cumplir con todas mis obligaciones domésticas?" Sin embargo, era tan viciosa como una víbora y era capaz de dominar a los nobles y convertirlos en sus marionetas.

Cerdina sabía muy bien cómo manejar a la hija de la reina depuesta. Planeó cuidadosamente sus movimientos, asegurándose de no hacer nada que pareciera que discriminaba a Leah de forma directa. En cambio, controlaba cada movimiento de la princesa, moldeando su naturaleza y sus hábitos a su gusto. Poco a poco, se fue apoderando de la vida de Leah.

"Eres la flor de Estia".

Las palabras de la reina se grabaron en su mente a una edad temprana. Era la razón de la obsesión de Leah. Tenía que convertirse en la princesa perfecta de Estia. Su educación, trabajo y belleza debían ser impecables.

No era diferente de las obras de arte de Estia. Un ganado criado por la reina, y una vez gordo, vendido al mercado. Este fue su propósito todo el tiempo.

Sólo las personas más cercanas a ella sabían la verdad sobre cómo Cerdina abusaba de ella en secreto. Los otros eran ignorantes y hablaban muy bien de la reina y de su bondadosa y benévola naturaleza maternal.

Leah quería gritarle a esa gente y preguntarles: "¿De qué sirve criarme para ser perfecta...? Al final, ¿no me vendió a ese viejo Byung Gyeongbaek?

♔♔♔

Leah se paró frente al espejo, y una mujer hermosamente vestida como una muñeca la miró fijamente.

Su pálido rostro estaba cubierto con capas de maquillaje brillante. Su cabello delgado y sin vida estaba enroscado en un peinado recogido. Sus ojos púrpuras parecían aún más vívidos en contraste con el delineador de ojos oscuro de sus párpados. En su cuello estaba el collar de diamantes que Byun Gyeonbaek le había regalado, completando todo el look.

"Princesa, terminaré de hacer los últimos ajustes a su atuendo."

Leah le dio un pequeño asentimiento en respuesta. La razón de la extraordinaria belleza de Leah fue la conferencia con los kurkanos.

El resto del palacio estaba ocupado preparando el banquete. Como era de esperar, todos los nobles habían expresado su deseo de asistir al banquete. De hecho, incluso los nobles de todos los demás países estaban visitando Estia para esta ocasión especial.
Todos esperaban ver al nuevo rey de los kurkanos y a Byun Gyeonbaek conocerse.

El cobarde Byun inmediatamente se puso a la defensiva cuando escuchó que el rey estaba de visita, a pesar de la noticia de que su visita buscaba la paz.

La gente era consciente del hecho de que Byun no sería capaz de mantener su actual nivel de poder si Kurkán y Estia firmaban un tratado de paz. Así que especularon con que la Reina Cerdina estaba haciendo movimientos para derribar a Byun por el bien del príncipe heredero.

Sin embargo, a pesar de la intensa batalla política que se estaba gestando debajo, por encima de la superficie, surgió una atmósfera cálida y amistosa. Todos estaban emocionados de ver a los kurkanos, que eran conocidos por sus impresionantes y excepcionales apariciones. Las criadas de Leah hablaban de eso a diario.

Finalmente, llegó el día en que los kurkanos los visitarían. El banquete de bienvenida se celebraría al día siguiente. En este momento, iban a saludar formalmente a sus visitantes. Así, Cerdina instruyó específicamente a Leah para que se vistiera extravagantemente para mostrar el orgullo de la familia real.

Y así, Leah terminó con este doloroso e incómodo vestido.

Mientras las criadas vestían a Leah, la Baronesa Sinael de repente se echó a reír mientras charlaba con ellas. Leah sonrió débilmente y preguntó: "¿De qué estás hablando?"

La criada respondió con las mejillas sonrojadas: "Dicen que el rey de los kurkanos es un hombre extremadamente guapo".

La condesa Melissa, la jefa de las doncellas, les dio una mirada amenazadora mientras aclaraba su garganta. Inmediatamente, el resto de ellas dejaron de parlotear, pero Leah las tranquilizó con una ligera sonrisa.

Nunca fue bueno ser abrumadoramente estricto. En cambio, ella iluminó la atmósfera ya que todos estaban muy emocionados. Pero justo en ese momento, Leah sintió de repente una gran presión de sus entrañas.

A lo lejos, bajo los cálidos rayos del sol, los barcos se acercaban a la costa de Estia.

Han llegado.