xix. Talk?

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Capítulo 19

¿Hablar?

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— Entonces, ¿te has acostado con Aro?

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— Entonces, ¿te has acostado con Aro?

La reina Vulturi asintió ante las palabras de la que sería, prácticamente, su mejor amiga. Tanto dentro del castillo, como fuera. Jane y Blair estaban acostadas en la cama de la rubia, una al lado de la otra y mirando al techo.

La humana le había explicado lo sucedido y Jane estaba demasiado feliz, por su amiga y por sus amos.

Los cuatro merecían ser felices.

— Sí. Así que, en total, me he tirado a Aro y a Caius.

— Bien... — murmuró la rubia y luego rió — Te queda Marcus.

— Lo sé, es mi próxima víctima.

Ambas mujeres soltaron una carcajada que llenó el silencioso castillo. Blair Swan — ahora Vulturi — había traído la vida al gran castillo de Volterra. Y, lo dijeran o no, todos los malditos vampiros de ese lugar estaban contentos con eso.

— Ten cuidado con Marcus... — comentó por lo bajo — Hay cada rumor.

— ¡No me jodas! — exclamó la castaña, aunque con un trasfondo divertido — Ya he lidiado con dos fetichistas, ¿me estás diciendo que mi Marcus también lo es?

— No sé, pero ya sabes lo que se dice de los calladitos.

— ¿Qué dicen de los calladitos? — soltó una voz masculina desde el otro lado de la puerta.

De golpe, reinó el silencio. Jane rodó los ojos y abrió la puerta de su cuarto, encontrándose con el resto de la guardia de oro que la miraban con cierto temor aunque con diversión.

— ¿En serio no lo sabes, Alec? — Félix le dio una colleja ganándose que el castaño le mirara mal y después mirara a su reina.

— Blair, me ha pegado. — señaló a Félix y, cuando la reina miró mal al nombrado, dibujó una sonrisa triunfante.

— Cobarde. — le susurró el grandullón por lo bajo.

— Pero, ya, ¿qué dicen de los calladitos? — volvió a inquirir Alec Vulturi.

El resto de seres de la habitación se miraron entre ellos, con cierta diversión.

— Que son los mejores en la cama. — una nueva voz hizo acto de presencia en la escena y todos miraron hacia la puerta, descubriendo el rostro del rey rubio — Eso se dice de los calladitos.

— Ah... — murmuró por lo bajo Alec antes de soltar una pequeña risa. Blair lo imitó, divertida y admitiéndose a si misma el cariño que les había cogido a la guardia.

Amato, ¿puedes venir un momento?

— Claro, Caius. — la castaña le sonrió, con cierto brillo en sus ojos esmeralda. — Os veo luego, chicos.

— Adiós, Blair. — se despidieron con tal cordinación que, si ella no estuviera rodeada de vampiros, incluso se habría asustado por eso.

La humana caminó junto a su rey. En algún momento, sus manos se rozaron haciendo que el rubio las entrelazara.

— ¿Qué pasa? — preguntó Blair mientras caminaban.

— No es nada malo, ahora te lo explicaremos los tres.

La reina se alteró un poco, los nervios se acumularon levemente en la boca de su estómago pero las leves caricias inconscientes que dejaba Caius en la palma de su mano la ayudaban a calmarse.

En unos minutos, llegaron a la sala común de las habitaciones y allí se encontraron con los reyes faltantes.

— ¿Qué pasa? — volvió a preguntar, nada más entrar.

Blair se separó de Caius para darles un pequeño y casto beso en los labios a ambos. En lo que llevaban de mañana, no los había visto ya que habían tenido varios juicios y ella estaba cansada como para involucrarse.

— Tenemos que hablar. — sentenció Aro.

Ahí, Blair, sintió el verdadero terror.

Uy, kieto

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Uy, kieto.

¿"Tenemos que hablar"? Si quieres hablamos de lo sexy que eres pero nada de noticias malas, por favor.

¿Qué os ha parecido?

The Kings • Aro, Caius y Marcus Donde viven las historias. Descúbrelo ahora