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Cambio de Planes

Capítulo 4

-Cambio de Planes-

Un mes más.

El embarazo de Harry evolucionaba correctamente, aunque aún no se notaba su pancita, no dejaba de acariciarla, de verse de perfil en el espejo, de esperar en algún momento cualquier movimiento, pero era demasiado pronto para eso, por su parte Draco pasaba horas enteras hablándole a su hijo, besaba el vientre de Harry y lo abrazaba todo el tiempo.

Las feromonas de Draco se habían vuelto tan protectoras que le tenían que dar un medicamento especial para que se relajara cuando Harry tenía que entrar algún privado a realizarse algún estudio.

Aun no sabían el sexo del bebe, en un par de meses tal vez podrían saber si tendrían un varón o una hermosa niña y únicamente al nacer podrían saber si iba a ser Alfa, Beta o milagrosamente otro Omega.

Por desgracia, las artes para predecir si él bebe, si iba a ser Alfa, Beta u Omega se habían perdido y nadie iba a arriesgarse a lanzar un hechizo de adivinación en Harry siendo un neófito.

-Cuando nazcas, te vamos a llevar a miles de lugares. ¡Te va a gustar mucho el Lago Moraine, en verano es una maravilla, rentaremos una canoa y daremos un paseo juntos! ¡También te llevaremos a todos los parques de diversiones que existan! Aunque suena bobo, a tu Papá le gusta mucho el tiovivo. ¡Un día nos vamos a subir juntos! ¡Y compraremos esas diademas con orejas y nos sacaremos miles de fotos juntos todos los días! ¡Será increíble! - Draco totalmente emocionado hacía planes a futuro, acostado hablándole a su bebe mientras Harry acariciaba su platinado y sedoso cabello.

-Harry, ¿pensaste en lo que te dije, mi amor?

-¿Sobre qué quieres tener mínimo 7 hijos?

-¡No! -Draco se sonrió mientras se acercaba a él para envolverlo en un abrazo y servirle de almohada humana a Harry. -Sobre como le nombraremos.

-Scorpius si es niño, Aimée si es niña. 

-Si, Scorpius Malfoy Potter o Aimée Malfoy Potter.

-Creo que suenan genial ambos. -Harry contestaba con voz adormilada.

-Si, para el siguiente bebe tú vas a elegir su nombre, te lo prometo. Y al siguiente de ese, yo, y así, uno y uno.

Harry sonrió ante la idea de un día preparar la cena y tener a Draco y a todos sus hijos e hijas sentados en la mesa, sintiéndose algo cansado, siendo protegido por las feromonas de Draco, se quedó profundamente dormido.

Cuando Draco se percató, lo arropo con delicadeza y sin dejar de abrazarlo se durmió también, sabiéndose realmente afortunado de tener a Harry a su lado con ese amor siendo correspondido.

Aunque para ellos dos la vida en San Mungo era increíble, otras cosas habían pasado, cosas de las que ellos no estaban ni enterados, pero que les afectarían tremendamente.

Megan empezó a tener citas frecuentes con Félix Cartier, aquello era un sueño hecho realidad para esa dulce jovencita y para Arthur Crouch era un mal necesario para acceder a San Mungo, su plan era simple, ya que evidentemente Harry había sido sustraído del internado junto con Draco, hizo sus propias deducciones basándose en los hechos de su propio pasado.

La vida de Arthur Crouch había sido una dividida en dos mundos, su madre era bruja una mestiza, quien al verse abandonada por Barty y tras la guerra que Lord Voldemort realizó buscando al supuesto Omega que había nacido para él, ella decidió dejar el mundo mágico y regresar al tranquilo pueblo de Canadá donde su padre muggle había nacido.