Hacia siglos que no nacía un Omega, pero Harry Potter era uno. Nació también su Alfa destinado y ambos corrían un terrible peligro ya que Lord Voldemort deseaba tener su propio Omega. Cuando estas destinado a amar a alguien no hay hechizos, distanc...
Harry sentía una presión en el pecho, no le dolía, pero le estaba costando trabajo respirar y moverse, poco a poco despertó y descubrió la razón de sentir aquello.
Draco lo utilizaba como almohada, además lo tenía aprisionado con sus piernas, como si solo él pudiera darle el descanso que necesitaba, la faena del día anterior había sido agotadora, así que tan solo se acomodó mejor y lo abrazo, para después darle un suave masaje a su cabello, aquel hermoso cabello rubio, había crecido, por alguna razón, desde que nació Scorpius, Draco no quiso cortárselo y se lo dejó crecer.
Ambos terminaron viviendo una vida muy diferente a la que habían soñado tener alguna vez, Harry de niño fantaseaba con ser un fotógrafo de vida natural, viajar por el mundo capturando hermosos momentos de lo silvestre, mientras que Draco con ser escritor, uno de gran renombre, con novelas que rompieran los récords de ventas.
Nada más alejado de lo que al final encontraron como su vocación, aunque recibieron ayuda de sus padres, ambos habían trabajado arduamente por aquel hogar que era su orgullo.
Ambos decidieron vivir como muggles, ciertamente eran magos, pero no era algo que les gustara ejercer, más por los malos recuerdos que la magia les había causado casi 17 años atrás.
Así que se mudaron a Francia, pero no al concurrido centro, sino a una zona pueblerina y hermosa, donde abrieron una panadería, aunque también vendían una selecta variedad de vinos y quesos, café y otras cosas.
Era el lugar perfecto para que la gente pudiera almorzar algo con tranquilidad a buen precio, con un sabor y atención excelente.
Aunque los Malfoy habían pagado de inicio aquel modesto edificio pequeño de 3 pisos y les ayudaron con la remodelación, ambos pagaban puntualmente la cantidad acordada de esa deuda.
Era perfecto, su negocio en la planta baja y su hogar arriba.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El sueño ideal para una pareja de recién casados con un bebe, pero poco a poco aquella casa empezó a quedar algo chica, ya que, aunque no pudieron tener los 7 hijos que Draco había soñado tener en San Mungo, tuvieron 4, porque los doctores advirtieron que un embarazo más y Harry podría empezar a presentar problemas de salud.
Draco olvidaba a veces que su esposo era un Omega recesivo y que si habían tenido tantos hijos en tan poco tiempo se debía a que ambos no dejaban de hacerse el amor como si aun estuvieran en aquella biblioteca del internado en Canadá.
